toni escribió:
Carestini escribió:
Con todo lo que me gusta Wagner, no conecto con
Tristan und Isolde…
Lluevan los palos
A lo mejor el problema es con la versión que usted lo intenta.
A mí también me costó varias audiciones con el vinilo de Bayreuth 66 de la DG con Windgassen-Nilson-Bohm. Que lleva una cara enterita con ensayos del Acto 3 con sus correcciones e indicaciones correspondientes.
A día de hoy entre audios y videos tengo más de 30 versiones de Tristan und Isolde con intención de aumentar versiones que me satisfagan.
Animo Sr. Carestini, conseguirá conectar, y más si a usted le gusta la MÚSICA además de la Ópera.
Me gusta cualquier título de la producción de Wagner, hasta los más tempranos,
Rienzi,
Liebesverbot, etc… No hablemos ya de los Wagner románticos pre-
Ring, sobre todo
Tannhäuser, que me enloquece. Qué decir del
Ring: me gusta incluso
Siegfried en su totalidad, que a mucha gente se le atraviesa, y en cambio yo la disfruto de principio a fin, como
Meistersinger, otro título que suele parecer demasiado largo.
No es cuestión de la versión de
Tristan, no. Es que no empatizo con la historia ni con todas las vueltas que le dan sus protagonistas. El Acto I me parece magnífico, pero en el Acto III estoy deseando que Tristan se muera de una maldita vez y que llegue Isolda a cerrar maravillosamente la ópera. Lo siento, pero saldría a escena a rematar a Tristan, por su bien y por el mío. No puedo remediarlo. Es una concepción demasiado nihilista del amor. Todo ello no me impide reconocer que es una obra maestra, un hito en la historia de la ópera, y que he visto varias veces en teatro. De hecho, volveré a verla en el TR, aunque reconozco que más por la producción de Peter Sellars que por otra cosa.
El efecto de éxtasis que en algunos provoca
Tristan a mí me lo provoca
Parsifal, título que me arrebató desde la primera vez que lo ví. Cada uno es como es. En todos los sentidos, me resulta más interesante, y mucho más abierto, polisémico y complejo que la historia de un amor que a veces parece de quinceañeros obsesivos. Por mencionar algo que tiene una estrecha relación con
Tristan y su entorno compositivo, prefiero con diferencia los maravillosos
Wesendonck–Lieder. Y si los canta Nina Stemme, ni le cuento.
Creo que he dejado claro lo mucho que me gusta Wagner, y que no desconozco su producción. Y a estas alturas me da igual conectar con
Tristan o no, no lo veo como un deber pendiente. Adoro la ópera, y por supuesto la música. Son inseparables. Y me gusta la música, con mayúsculas y sin ellas, porque es mi profesión
(Sigan lloviendo los palos…
).