Grabado en directo en 1994. Es una sucesión de oberturas, intermezzos y arias de opereta, género no especialmente cultivado por la Gruberova salvo su eterna Adele de Die Fledermaus. Cierto es que Grube se muestra seriota y adusta en algunos cortes, un rollo más "Elizabeth R. singt Kalman" y que su particular estilo no tiene esa capacidad inmediata para congeniar con el repertorio como sí tenía Rita Streich o la divina Anneliese Rothenberger. Muy bellamente cantado el largo de
Der Vogelhändler de Carl Zeller así como el otro fragmento de la misma obra
Ich bien die Christel von der Post al que tanto azucar añadió Elisabeth Schwarzkopf en su disco de opereta y que Gruberova lima de ñoñeria. Estupendo el
Vilja en el que se balancea a placer con la orquesta e incluye una messa di voce en el agudo final y muy divertida en su caballo de batalla
Ach wir armen primadonnen. En el resto de los cortes está bien sin más en el aspecto expresivo, pero se asemeja más a una soberana lección de canto. Y es que a sus 48 años en la época, la Gruberova hace virguerías, trinos, picados, escalas ascendentes y descendentes, pero también pulidisimo canto legato y variado juego de dinámicas. Edita Gruberova, el fenómeno técnico más importante de los últimos 35 años.