Descanse en paz, Giorgio Gualerzi, un gran vociólogo.

Pues escribió, en "Le grandi Voci", que Kraus empleaba el falsetto en los sobreagudos.

Esta noche voy a revisar esa referencia.

Quizás lo escuchó antes de sus debut oficiales, es decir, a principios de la década de los 50´s.

Eso fue un error.

Nadie es perfecto

Celletti también en le grandi voci escribió más de una tontería; que Caruso emitía Do sobreagudo, por ejemplo. La verdad es que este libro pertenece a la infancia de la vociología; posteriormente, ambos críticos cambiarían de opinión.

A los que de forma autodidacta nos metíamos en esto de la ópera, hasta en estas tierras había un ejemplar de Le grandi voci de su primera edición, que luego tuve la oportunidad de copiar y guardo con mucho aprecio.

Sobretodo eran importantes las discografías incluidas, cuando también empezábamos en el terreno del coleccionismo y no sabían qué existía en el terreno de cantantes antiguos.

También resultaban interesantes los comentarios, como siempre con las reservas del caso.

¿Vociología? ¡Ay, madre!

Es una palabra italiana

Totalmente de acuerdo estimado amigo.

Cotejado, efectivamente se indica la facilidad de Kraus en el registro agudo, empleando para ello la técnica falsetística.

De lo que se deduce que Gualerzi quizá las liaba petardas, pero Gino siempre dice la verdad. Pueden ir en paz.

La vociología, complejísima, fascinante y en progresiva irrelevancia, está condenada a ser una disciplina arcana e incomprendida. Un poco como la crítica pictórica en la era postwarholiana.

el postwarholismo es el equivalente pictórico del post-carusianismo?

El postwarholismo es lo que ocurre cuando la gente no lee Diálogo Secreto de Antonio Buero Vallejo, y empieza a opinar de arte en internet.

Pues ahí me pilla usted, Mr. Quint, porque yo vi representada esa obra de teatro y mi impresión fue que era una sutil e inteligente metáfora sobre la democracia, explicada a alguien que no sabía lo que era la democracia por no haber vivido nunca en una: La trama funcionaba a través de un padre, crítico de arte, que intentaba explicar el sentido de las pinturas a un hijo daltónico quien, naturalmente, no sabía distinguir los colores. Pero, vamos, puedo estar MUY equivocado.

¡Ay, los "criticos de arte" y el Arte Contemporáneo...! Que se lo digan a la buena de Avelina...