Continuando la serie de presentaciones de óperas contemporáneas, en las siguientes semanas el señor Delaforce (que se incorpora en unos días) y yo, nos dedicaremos a comentar aspectos de esta magistral obra. Espero ante todo que sea de su agrado.
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DIE SOLDATEN</center>
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INTRODUCCIÓN</center>
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“¿Cuáles son las exigencias de una ópera moderna?: ópera significa teatro total: ése el camino para afrontar hoy la ópera (o incluso, el propio teatro), para lo que se requiere una concentración de todos los medios dramáticos disponibles para lograr la comunicación en un espacio creado especialmente para tal fin. En otras palabras: arquitectura, escultura, pintura, teatro musical, teatro hablado, ballet, cine, micrófonos, magnetófonos y técnicas sonoras, televisión, música electrónica, música concreta, circo, el musical y todas las formas del movimiento teatral combinadas para articular el fenómeno de la ópera pluralística.” Bernd Alois Zimmermann.</center>
Estas palabras que escribió el mismo Zimmermann a inicio de los cincuentas, expresan con claridad su percepción acerca del futuro del género y las potencialidades existentes al converger todos los medios dramáticos en la ópera y así, producir un festival sensorial que llevará al espectador a una auténtica embriaguez de los sentidos;
teatro total.
Zimmermann logró plasmar sus ideas en su obra maestra, hecho que no disminuye en modo alguno la importancia de una obra como
"Requiem für einen jungen Dichter", y "única" ópera (si dejamos a un lado una ópera radiofónica, basada en Calderón, que nunca llegó a escuchar), Die Soldaten, que está basada en una obra de 1775 del visionario escritor
Jakob Michael Lenz, uno de los incomprendidos del
Sturm und Drang alemán. Cuyo trágico destino quedó inmortalizado en la pluma de Georg Büchner; fue un hombre itinerante, perdido y que encontró la muerte al cumplir los 41 años, en los linderos de la locura, fuera del éxito y del reconocimiento de su propio tiempo (según parece a Zimmermann le impresionó las condiciones como fue escrita -¡Y a quién no!-). La obra original de J.M.R. Lenz (recuperada hasta los días del expresionismo Alemán) fue una dura crítica política que usó como transfondo el celibato forzoso de la profesión militar. Los soldados de los ejércitos alemanes en ese tiempo tenían prohibido casarse para que su lealtad no se dividiera entre la esposa y el rey; ante semejante yugo, su deporte fue la seducción de las niñas y las mujeres de otros hombres. Encontramos ahí la semilla de la ópera: al militarismo como culpable de los males que azotan a la sociedad, ¿o será culpa de la contaminación sexual de las jóvenes locales?
Lo interesante del texto de Lenz no sólo está en la rapidez y variabilidad de la acción (
inherente al tema del celibato forzado y las consecuencias que conlleva), la escritura de concisión, la prosa ruda y punzante -cualidades meramente "fílmicas"- si no en la línea "profética" del mismo, en ver a la guerra como parte del tejido de la sociedad. A Zimmermann le interesó aquello que
no se manifiesta a primera vista en el fenotipo de la obra, esas ideas latentes que empiezan a burbujear después de varias lecturas (donde puso en prácticas sus propios conceptos); ahí donde Lenz nos muestra de una forma descarnada al sistema social en efectos del militarismo, donde vemos a esa maquinaria implacable, la sociedad, que destruye inexorablemente a las personas.
Como se verá en los siguientes días, compositor y escritor compartieron esta visión apocalíptica del mundo, así como una imposibilidad para vivir en él; Lenz murió en medio de ataques de insania en Moscú y Zimmermann se suicidó sólo cinco años después de haber concluido su ópera -10 de Agosto de 1970-, un acto que según su diario, había contemplado desde 1945.
ORIGEN
La ópera que nos compete, Die Soldaten, se produjo como resultado de un encargo de la Ópera de Colonia a Zimmermann que empezó a trabajar desde 1957. Desarrolló las ideas potenciales presentes en la obra de Lenz y las convirtió en realidades escénicas correspondientes a las nociones de sus propios escritos teóricos (estaba licenciado en filosofía y literatura alemana además de música; Michael Gielen decía que era el único músico que podía hacer todo) relacionadas con la naturaleza del tiempo, su esfericidad y su naturaleza expansiva (así ciertas escenas de la obra se desarrollan en una sincronía en que pasado, presente y futuro convergen; causa y efecto se ofrecen como simultáneos). A partir de sus propias ideas del teatro del futuro, la ópera fue imaginada como una desmesurada estructura que contiene doce etapas, en donde la acción presente estuviera ambientada en tiempos distintos (pasado, presente y futuro) el resultado de ésta, es la supresión de las unidades dramáticas tradicionales de tiempo y espacio. Ante tal complejidad (ni hablar de las fuerzas masivas que exige: más de cien instrumentistas, proyecciones cinematográficas, 16 cantantes solistas, 10 actores con personajes hablados ...) los funcionarios de la Ópera de Colonia, en la oficina Oscar Fritz Schuh y el director musical Wolfgang Sawallisch, rechazaron la obra y la tacharon como
inejecutable, estigma que desafortunadamente aún preserva, por lo que Zimmermann se vio obligado a reducirla. Con todo, la versión definitivamente
estrenada el 15 de febrero de 1965 (no sin suscitar controversia debido a su visionaria estructura), requiere no menos de tres pantallas cinematográficas y cinco planos de acción, tres de ellos ocasionalmente simultáneos.
Aún en nuestros días, Die Soldaten es muy difícil de llevar a cabo; una tarea hercúlea que está fuera del alcance de las pequeñas empresas.
ARGUMENTO
Zimmermann, sintetizó hábilmente la obra de Lenz a 15 escenas de las 35 originales y eliminó la referencia temporal, convirtiendo la historia en un eterno drama de deshumanización del hombre por el hombre, donde todos son culpables y víctimas, implicadas en un destino único, irresoluble y trágico. A través de una técnica complejísima de
interrelación de acciones escénicas-musicales nos lleva contemplar el “infierno”, el caos y la violencia que se agazapan tras el pulso bien ordenado de la vida. Esta desolación y visión apocalíptica del mundo está relacionada con la angustia de su propia vida: se vio rodeado de una condición severa de la piel, problemas oculares debilitantes y ataques de depresión; es probable que encontrara alivio transmutando sus sentimientos a su música.
Die Soldaten nos habla acerca de la degradación de una mujer, Marie, en manos de una serie de soldados; un descenso paso a paso en la escala social, desde su frívola inocencia cuando es novia de Stolzius -a inicio de la obra-, hasta convertirse en una “puta” de soldados y por último en una mendiga que ni su propio padre –el Sr. Wesener- logra reconocer; sin embargo hay más temas que son tratados con pericia, los celos, las relaciones padre-hijo, indiferencia, engaño, explotación, relaciones de género, codicia, necesidades y expectativas de clase, entre otros.
La vida de Marie se entremezcla a través de la ópera con escenas caóticas presentadas en el café de Armentières, donde los soldados se dedican a solazar (socializan con los demás, miran bailarinas eróticas, beben y conversan sobre el papel de la mujer en sus vidas y sobre la importancia de la religión).
ASPECTOS MUSICALES
En el plano musical encontamos concomitancias con la segunda escuela de Viena, hay que recordar que la estructura de la ópera tiende puentes con el Wozzeck Bergiano; en la adopción de formas clásicas en cada escena: chacona, toccata, nocturno, coral. También encontramos una posición a favor de las vanguardias sin adscribirse a ninguna en concreto y múltiples citas y referencias a otras músicas: un coral de Bach, el jazz, el singspiel, la música de cabaret, entre otros. Estos amplios préstamos de estilo, técnica de "collage" sonoro, va más allá de un simple adorno por su eficacia al transmitir
cadenas dramáticas independientes. Se puede decir que la misma simultaneidad presente en el libreto, Zimmermann la explotó en el aspecto musical por medio del pluralismo de la composición.
RECOMENDACIONES
Sólo falta mencionar que lo más importante es acercarse sin miedo a esta obra tan interesante, tan expresiva y dramática. Pocas nos han mostrado con esa intensidad, la destrucción del hombre por el hombre y la naturaleza misma de la vida militar que lleva a cometer actos de brutalidad que destruye la “santidad” del hogar, la ruina del orden social y la pérdida de cualquier intención a la felicidad; nos lleva a ver la muerte como única respuesta a la felicidad deseada. De la misma forma que pasa con Wozzeck, uno termina la ópera sin esperanzas. Die Soldaten resulta ser un verdadero golpe al plexo solar del espectador debido a la resonancia que tiene, porque en el mundo aún perdura: la explotación, la brutalidad, la guerra, la codicia, la lujuria(...) del más alto nivel. Por lo que puede llegar a ser "abrasiva" y no apta para todo momento. Pero cuando uno se sienta en el momento indicado, cada quien sabrá ¿cuál es? Déjense llevar por la inmensa experiencia del teatro total, es difícil que se pueda olvidar algo así.
Die Soldaten se convierte entonces, en un relato alegórico y una profunda exploración personal e íntima del papel de la política -plano militar- en la vida de las personas.
Me parece que cualquier oyente que tenga afinidad, gusto o conexión con las inclitas óperas de Alban Berg, tanto Wozzeck como Lulú, puede encontrar gran interés en el trabajo de Bernard Zimmermann; aunque esto no es un principio excluyente. No hay duda de que Die Soldaten es una ópera que cualquier aficionado puede disfrutar, incluso para aquellos que piensan que los compositores del siglo XX se olvidaron de las voces (8)) hay que mencionar como a pesar de complejidad de la partitura es perfectamente cantable (y puede resultar sumamente interesante un debate sobre lo mismo -¡A qué sí!-), tomando sus raíces del extraordinario trabajo que hizo Berg con su Lulú.
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No hace mucho que conozco la ópera y desde el primer momento quedé encantado y me hizo preguntarme: ¿cómo he podido vivir sin escuchar este prodigio? ¿Cuántas obras me hace falta descubrir y maravillarme? ¿Por qué conozco tan poco?
Sólo queda desear: a los que conocen la ópera y les gusta, espero que les agrade más, y puedan encontrar nuevos puntos de interés a través de las capas y capas de significado que desprende esta obra; para los que la han rechazado espero que puedan reconciliarse con ella o que por lo menos puedan darle otra oportunidad; y para los que no la conozcan, espero que pueda interesarles y porque no, hasta encantarles. ¡Lean, vean y escuchen que no quema!
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