mitchum escribió:
yo creo que ambas cosas pueden ser perfectamente compatibles.
el canon verdiano, innegable, alcanza un punto supremo cuando el intérprete añade unas gotas de emoción, sin caer en desvaríos veristas ni bonisollistas. a mi juicio, el "problema" de los cantantes procedentes de Rossini o el belcanto más puro es que están encajados dentro de una estilización academicista, imprescindible en ese repertorio pero que en Verdi resulta demasiado analítica.
es una opinión exclusivamente personal.
Es lo de siempre, una cosa es el análisis puntilloso que se haga de grabaciones que es una cosa y otra, es el teatro, sus emociones y el impacto que se recibe de una voz, de un sonido enel mismo.
Cossotto en sus mejores momentos canta tan bien como lo pueda hacer la Horne con una voz, un temperamento y una intensidad dramática más adecuado para el melodrama romántico y para Verdi en particular. Estamos ante una señora que se cantaría más de 300 Azucenas en teatro.
Ahora bien, claro que un aficionado debe conocer el acercamiento de la Horne, en disco, pero también en teatro (mucho más escaso, claro, su repertorio base era otro), porque es una cantante grandiosa y, además, una estilista de su categoría nos muestra un canto impecable atendiendo a todas las indicaciones de la partitura (que en Verdi suelen ser muchas).
Por tanto, como lo mínimo es tener 30 trovatores, claro que es complementario y enriquecedor escuchar a la Horne, aunque a mí me deje un tanto frío, me falte voltaje, bravura verdiana y emoción.
Yo siempre la veré como Tancredi, Rinaldo, Calbo, Malcolm, Arsace con esa expresión áulica, marmórea, de belleza distante, abstracta e ideal.