Pues no se qué decir. Feliciano Ponz fue quien cantó el papel de Monterone en el estreno de Rigoletto y era un barítono. Aunque claramente en la tradición posterior Monterone es cantado, generalmente, por bajos.

Sencillamente, son cosas que solo el cine puede y que no es teatro sobre las tablas puras y duras.

Como aquel "documental" de la ópera ambientada en Sevilla, donde Plácido Domingo canta a la vez el Almaviva y el Fígaro en el dúo, All´idea di quel metallo.

La parte cinematográfica del vídeo y las prestaciones actorales de Pavarotti y Gruberova son bastante penosas, es cierto, pero cierras los ojos y da gloria. En cambio, en esta ocasión estoy más cerca de Abdallo que del fantasma respecto a Wixell: nunca ha sido santo de mi devoción y eso que lo he intentado repetidamente.

Y al "Satyricon" de Fellini.

Sería un encargo a toda velocidad?

O un agotamiento de inspiración del señor Ponnelle ?

Sencillamente Rigoletto tiene dos dobles en la ópera; el que refleja su parte noble es Monterone y el que refleja la parte infame es Sparafucile . A mí me parece una idea muy buena y bien llevada a la práctica. Y también considero muy creíble a Wixell.

Posiblemente. Lo que si fue un hecho es que tuvo varias producciones con las que no estaba muy convencido o no ahondó lo suficiente en sus planteamientos (sus Verdis y Puccinis por ejemplo). Si le sumamos que falleció en plena madurez, nos quedará la incógnita de que obras pudo haber "mejorado" o cuantas mas pudo haber añadido a su repertorio. De sus proyectos cancelados, creo que se iban a llevar al Met su Don Giovanni y La Flauta, dado el éxito de sus puestas mozartianas ahí, y una nueva producción de Butterfly para la ópera Bastille en los 90's.

Las producciones de Ponnelle que he visto en vivo son maravillosas. Uno de los grandes.

Wixell sí, resulta creíble, porque era un buen caracterizador (ahí está su Scarpia), pero vocalmente no me gusta nada. El timbre es árido y feo con ganas, la articulación del italiano extraña, la colección de sonidos espúrios e ingratos al oido, abundante.
Me resulta curioso que algunos sean tan intransigentes, crueles y sarcásticos con un Gobbi, (para creíble dramáticamente no le gana nadie en ningún papel y además, cuando ladra, lo hace en italiano) y se les caiga la baba con el timbre gris y arte de canto escandinavo de Wixell

De esa película me interesan, sobretodo, Pavarotti y Grube.

Tuve la enorme satisfacción de ver a Ingvar Wixell en teatro; concretamente, en una Tosca en el Teatro de la Zarzuela, junto a Eva Marton y José Carreras (cuando se llamaba José). Entonces, la crítica de El País lo saludó como el Scarpìa referencial del momento y creo que el juicio fue muy acertado, porque el barítono llenaba el escenario e imantaba al público con su recreación del personaje. La voz, en cambio, era otro cantar -y nunca mejor dicho-.

Siempre me ha asombrado que este señor de esta grand-opera meyerbeeriana se pasara a esa joya que es Der fliegende Holländer.

¿Hace falta explicar que el señor Gobbi es un cantante que no está ni mucho menos a la altura del mito gigantesco que le han creado, que tenía más cuento de Calleja y daba moneda falsa y que en cambio Wixell era un profesional serio, con una técnica de profesional además, que hacía lo que mejor podía con su modesto material?

Ahí sí que no voy a entrar, mi estimado Gino: ni descalificaciones ad hominem ni juicios morales sobre la "seriedad" profesional de Gobbi. Jamás he escuchado o leído opiniones que no confirmaran su trabajo y su entrega, tanto en escena como en estudio de grabación. Otra cosa muy distinta es que, como muy bien dice, su reputación como cantante excediera sus auténticas cualidades vocales. Y, sí, se ha convertido en un mito por muy falso que sea.

Tampoco se discuteron nunca la entrega y profesionalidad del Profesor Moriarty.

Si a mi me parece muy respetable que uno prefiera a Wixell sobre Gobbi. Sólo pido ecuanimidad y justicia. No se puede poner al sueco como si fuera Danise y al italiano como si fuera el churrero de la esquina. Igualmente, me parece muy legítimo preferir voces tipo estropajo, sin esmalte, sin brillo, secas y pobretonas, (además de antiitaianas por timbre y articulación) y luego chanzarse en una voz privilegiada como por ejemplo Ettore Bastianini y decir que es una caca de Aravaca. Oigan no, esto es ópera, y para cantar papeles emblemáticos de repertorio romántico "Ci vuole anche la voce" y se cae en el ridículo (o en una curiosa variedad de la estulticia filosnobista) cuando se ensalzan voces de comprimario para luego decir que el dueño del material priviliegiado y único es una basura.

Y yo tengo cariño a Wixell, porque la primera vez que ví Tosca fue en TV con 13 años, una transmisión de la Arena de Verona con él como Scarpia acompañado por Aragall y Marton. Ese acto segundo de ritmo cinematográfico, que me enganchó totalmente, ese malo absolutamente irresistible, me dejaron marcado y como adorador de Tosca para siempre.

Cuando aún era Giacomo, I suppose...