Gracias de corazón por los mensajes anteriores; es agradable saber que uno no está solo.
Follies (1971) ocupa un curioso puesto en la historia del musical: a pesar de que, en su estreno, llegó a las 522 representaciones, perdió dinero, y se considera un fracaso comercial dentro de la obra de Sondheim. A pesar (o tal vez a causa) de ello, es un musical absolutamente mítico, y hay muchos aficionados que lo consideran uno de los mejores, incluso el mejor de la historia.
Sondheim había iniciado la década de los setenta con Company, un musical adulto, con personajes y relaciones complejas, alejándose de las historias edulcoradas que solían aparecer en las obras de Broadway, y con Follies fue incluso un paso más allá. La revisión que hacen los personajes de lo que fueron de jóvenes y la comparación con su presente adquiere unos tintes de amargura que debieron sorprender a más de un espectador. Además, los personajes aparecen en el escenario rodeados por los fantasmas de su pasado, que les observan e incluso interactúan con ellos. Cuando las viejas coristas recuerdan sus números, sus fantasmales contrapartes lo hacen al mismo tiempo, con lo que el resultado puede llegar a ser emocionalmente devastador.
Follies también continúa el camino abierto por Company en cuanto a la estructura formal de la obra: Company no tenía una línea argumental única, sino que eran una serie de viñetas, centradas en torno a Bobby, un soltero al que sus amigos casado quieren animar a que de el paso y se comprometa. Es, probablemente, el primero de lo que se ha llamado "musicales de reunión", en los que, en lugar de contarse una historia lineal, hay una serie de personajes que se reúnen por una razón determinada, y cada uno cuenta sus experiencias e interactúa con los demás. Algunos ejemplos conocidos serían "A chorus line" o "Cats".
En el caso de Follies, lo que une a los personajes, es la inminente demolición de un teatro de revista. El día anterior a su definitiva desaparición, se celebra una reunión a la que acuden algunas de las antiguas estrellas que un día triunfaron en él, sus maridos, el propio director, y, como ya hemos dicho antes, los "fantasmas" de todos ellos, es decir, ellos mismos de jóvenes, tal y como eran en la época de esplendor del teatro.
De entre las antiguas cantantes que acuden a la reunión, la historia se centra den dos: Sally y Phyllis, y sus maridos, Buddy y Ben. Llevan mucho tiempo sin verse, y pronto descubrimos que entre Sally y Ben hubo una fuerte historia de amor, aunque después Ben eligió casarse con Phyllis. El reencuentro de las dos parejas removerá muchas aguas que parecían tranquilas, pero ocultaban mucha mar de fondo.
Las canciones van a seguir dos líneas: por un lado, las que las antiguas coristas van interpretando, recordando sus números de juventud, y por otro, las que nos van a ir contando la historia de los cuatro personajes principales.
Prologue / OvertureUn viejo y polvoriento telón se alza con el suave sonido de unos timbales: se ve el escenario de un gran teatro, sin usar durante mucho tiempo. Una corista, alta y pálida, vestida en blanco y negro, comienza a moverse lentamente. Entra otra fantasmal corista, también en blanco y negro, y empieza a andar lentamente al mismo tiempo que entra corriendo el Mayordomo, seguido de los camareros y camareras que traen bandejas con copas y cosas para la fiesta. Los camareros y camareras salen, al tiempo que se ve a seis coristas, también de blanco y negro, bailando a cámara lenta y moviendo la boca en silencio, como si cantaran. Mientras los camareros se afanan entre los invisibles fantasmas, cuatro músicos entran con sus instrumentos y se colocan en una plataforma sobre el escenario. Sally Durant Plummer, una antigua corista de 49 años, entra corriendo, con miedo de ser la primera en llegar. Una de las coristas fantasmales, la joven Sally, se acerca a ella. Sally no ve a los fantasmas. Una camarera le da una banda de seda. Llegan los demás invitados, antiguas artistas y coristas, con sus maridos y amantes, con edades entre los cincuenta y los ochenta, y se mueven entre los fantasmas, mientras la música se convierte en un pastiche de melodías de los años veinte y treinta. Aparecen Ben y Phyllis Stone, y la joven Phyllis, otro de los fantasmas, se acerca a ella. Llega Buddy Plummer, el marido de Sally, y empieza a preguntar por ella.