Os apetece participar en un experimento?

No conozco muy bien la Escuela de Viena, más allá de lo típico (óperas de Berg, algunas cosas de Schoenberg, piezas orquestales y de cámara de Webern).
Os propongo que durante el mes de Agosto nos dediquemos a escuchar en profundidad obras de la trinidad vienesa, y que pongamos por escrito nuestras impresiones en un hilo.

Los que se apunten, que me envíen un mp (si somos un mínimo de 3 personas, lo hacemos, vale?)

Saludos

Preparáos, queridos foreros, el mes de agosto va a ser como tener a los vecinos de abajo tocando heavy metal.

... el heavy metal y la magia, que tampoco quiero asustar a nadie.

¿Qué tal ese título de Borges?
Porque todo lo que le leído fuera de "El Aleph" y "Ficciones"...

Edito, debía de estar borracho cuando le contesté a Gino.
Pero leed a Borges: el tío era un hacha.

Sergiu Celibidache sobre Arnold Schönberg:


"Arnold Schönberg es un compositor (si es que podemos llamarlo así) de una estupidez absolutamente horripilante. Todo en él suena igual. Afortunadamente, su influencia no ha durado mucho. Su sistema de doce tonos se ha derrumbado con todos sus imitadores y sus apóstoles, en una pobreza absoluta, como se derrumbó el comunismo.
El dodecafonismo no ha dejado ni una sola obra maestra, ¡ni siquiera una sola!
¿Por qué seguimos ni siquiera hablando de ello?"

Arnold Schönberg a Josef Rufer durante un paseo a finales de Junio de 1921
(se refiere al sistema de composición con 12 tonos) :

"Hoy he encontrado algo que le asegurará la supremacía a la música alemana durante los próximos cien agnos."

Joe... después de esas declaraciones, Celibidache dormiría tranquilo por el resto de sus días.

Bueno, en realidad es algo que piensa cierta gente.
A mí no me choca nada en esta vida, pero en realidad me choca un poco lo vulgar de esta opinión en un director tan aristocrático como él.
O no vulgar, sino vaga (de vagancia).
En fin, me imagino que en un tête-à-tête lo matizaría un poco.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Kl6Zw9iqlrk[/youtube]
El preludio de los Gurre-Lieder nos muestra al Schönberg más romántico (aunque en realidad romántico lo fue toda su vida... me refiero al romanticismo que viene de Wagner).
La paleta orquestal es hermana de la de Debussy y de la de Sibelius; el nocturno mundo de los Gurre-Lieder es hijo del de Tristan.

Dividida en tres partes, la primera narra el extático amor de Tove y Waldemar y cómo Tove muere, víctima de la esposa de Waldemar, la reina Helwig.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=HN6t1dOoq54[/youtube]
La segunda (la más breve) consta del blasfemo monólogo de Waldemar acusando a Dios.
En la tercera, Waldemar es condenado a vagar por el mundo en busca de Tove, con su séquito resucitado de las tumbas. La obra termina con un luminoso himno al sol.
En algún momento de esta tercera parte, la más atonal, ya se oye en estado embrionario lo que será el futuro Sprechgesang del Pierrot Lunaire

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=NguRJ4cQYvk&feature=related[/youtube]

La orquesta, cantantes & coros de los Gurre-Lieder son unos de los más gigantescos jamás usados, supera incluso a los efectivos de la Octava de Mahler y los del Daphnis de Ravel. Se dice que Schönberg tuvo que utilizar un papel especial para su composición, que se vio paralizada durante varios agnos, porque Arnold, como tú y como yo, tenía que pagar las facturas, y la instrumentación de operetas le daba el dinerito.
Finalmente, la obra que parecía imposible de ejecutar, lo fue el 23 de febrero de 1913, y constituyó un éxito arrebatador (éxito que jamás se volvería a repetir).

Recomendado para los amantes de Siegfried, Tristan, la Sinfonía Resurrección y Das klagende Lied.


(Edito porque los youtubes han sido desactivados.)

No sé si ó



Deja de estarme remedando.

Pues la supremacía no, pero el serialismo ya va, efectivamente, para cien agnos.



Ya se había oido mucho antes ya que no fue invento de Schoenberg.

Pero no nos dejes así, Zelenka!!
Expláyate un poco, por favor!

Te refieres al arioso de Peri y Caccini, o a qué exactamente?

Te recomiendo un hilo muy bonito que se llama La otra ópera. Hay que actualizar los enlaces, pero los textos siguen activos.

¡Que curioso! El Schönberg que no desagrada, en general, es el que menos importancia histórica tiene. Para los que no lo hayan escuchado, y al leer Schönberg ya tienen náuseas, creo que obtendrán una grata sorpresa si se quitan el prejuicio.


¿Se puede considerar a este Schönberg, el de sus obras tempranas, como continuador de Mahler en el sentido postromántico germánico?


¿400 ejecutantes, no?

El pianista Glenn Gould divaga sobre el trío de Viena, para pasar a hablar más largamente sobre Berg y termina lanzando -medio en serio, medio en broma- una boutade sobre su primera obra, la Sonata para piano, op. 1.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=DhKWTVTl5Y4[/youtube]

Traduzco libremente fragmentos de la parte final de la entrevista:

Berg (...) produjo una música inmensamente pasional con una técnica que no era la ideal para ese tipo particular de pasión.

Hay un momento en su vida, justo al principio de su carrera, en la que escribe en un idioma en el que se siente como pez en el agua. Un idioma que se encuentra justo en el borde de lo que más tarde se llamaría atonalidad (…) en el que usa los leit-motiv wagnerianos insertándolos en las antiguas formas de la sonata, etc. El problema de Berg es que en los últimos años continuó intentando hacer ese tipo de cosas, intentando usar formas antiguas y técnicas nuevas, y esas formas y esas técnicas no cuadraban bien.

Tengo la impresión de que lo que ocurrió con Berg fue que murió justo en el momento idóneo para su propia reputación. Si hubiera seguido con vida, creo que las trazas de sentimentalismo que se van volviendo cada vez más relevantes sobre todo en sus últimas obras (especialmente en el Concierto para violín) habrían crecido a expensas de esas estructuras orgánicas magníficamente tejidas que concibió en sus primeros años.

Tengo una teoría algo extraña (y que no es infalible) y que concuerda con mi idea de que la mezcla de estilos -con la intervención de la tecnología- representa el futuro de la música. Esta teoría es que un compositor nunca mezcla sus propios estilos de una forma tan convincente como en su Opus 1, es decir, que en muchos casos un compositor nunca hace nada mejor que sus primeras obras.

No creo que Berg escribiera nunca nada mejor que su Sonata para piano op. 1

Para empezar, se trata de una escritura para piano mucho mejor de lo que Schoenberg nunca fue capaz de escribir, es extremadamente pianística, hermosamente escrita para las manos.
En segundo lugar, Berg todavía estaba plegándose a las exigencias de la forma sonata-allegro. Usaba motivos que funcionaban como leit-motiv wagnerianos (sólo tres y muy cortos) y con estos motivos de poco interés lograba tejer una estructura extraordinariamente compleja que encajaba en la forma de exposición, desarrollo y recapitulación.
Esto se convirtió más tarde en su problema: no pudo zafarse de las formas antiguas, no pudo encontrar una forma de insertar ese material rigurosamente entretejido en las nuevas formas, como sí que hizo Webern.

Pero lo importante es que en 1908 Berg, contando unos 22 años, compuso la Sonata para piano op. 1 y dio en el clavo.