Ah, bueno, es que no me había remontado al post de Gino ni a lo dicho por Berlioz, en realidad había venido a por usted a su escondrijo.

Respecto a los misterios del preludio de Tristan no creo que se puedan desentrañar nunca porque el propio Wagner se lo pasaba en grande con la ambigüedad (igual que vd. ) y ya en su tiempo daba todo tipo de evasivas cuando le preguntaban sobre el famoso acorde generador de la obra. Nuestra profesora de armonía cuando nos enzarzábamos diciendo unos que era de dominante y otros que de subdominante decía, y qué más da, su sentido es melódico.

¿Yo? ¡¡Por Wotan, que es como decir "por mi enemigo"!! ¿Pero por qué...? Si soy transparente como las aguas del Rin, rin...

Que ya no le voy a tirar los tejos mucho más, eh?

OK...

Thirty Years of Musical Life in London, 1870-1900, al alcance de cualquiera en
https://archive.org/details/thirtyyearsmusi00kleigoog

Klein es el bisabuelo de la crítica musical y de discos anglosajona, y la ha marcado con su ejemplo más de lo que pudiera pensarse.

Recibió clases de canto de Manuel García, jr, al que dedica el libro, que es más anecdótico que otra cosa.

Pero tiene gracia leer sobre el viaje de Verdi a Londres para dirigir el réquiem por Manzoni en el Royal Albert Hall, y cómo reconoció y ayudó a un amigo de adolescencia (que presumía de ser mejor estudiante de armonía que el famoso compositor). Nos cuenta también la visita más bien desgraciada de Wagner, su nerviosismo a la hora de dirigir pasajes de su música (hasta el punto de ser sustituido por Hans Richter, mientras que el pobre Wagner tuvo que sentarse en una silla sobre el escenario como un fenómeno de feria) y la dificultad para vender entradas. Encuentros con Dvorak, Chaikovski, Boito, Gounod (que afirmaba que sus experimentos armónicos eran más avanzados que los de Wagner en Tristán) y otros compositores.

Además, Klein tuvo tratos con, y ocasión de disfrutar del arte de intérpretes como Gayarre, Albani, Materna, Minnie Hauk, Etelka Gerster, Sarasate, Paderewski, Joachim, Mahler (empeñado en hablar inglés aunque nadie le entendiera), las jovencitas Eames, Sembrich y Schumann-Heink, y tanti altri. Sorprende más bien poco el hecho de que pensara que artistas anteriores estaban por encima de los actuales. Por ejemplo, Gayarre estaba muy bien, pero no se podía comparar con Mario.

Era muy amigo de Patti, y pasó largas temporadas en su mítica residencia de Craig y Nos. Patti construyó allí un teatro privado. Un poco como el Glyndebourne primigenio, reservado a amigos e invitados de la familia. En vez de cantar sobre ese escenario tan exclusivo, Patti se dedicaba a interpretar obras en mimo, con música de fondo.

La narración de la visita de Wagner a Londres es bastante curiosa. Aunque sólo sea por ese breve pasaje, recomiendo echarle una ojeada al libro, que es decididamente ligero en su contenido y tono.

Por cierto, ¿les interesa saber dónde en Madrid he encontrado este libro por unos 8 euros?
http://www.amazon.com/Maria-Callas-Scal ... 607&sr=1-1

El contenido no gráfico es muy leve, pero las fotos son deliciosas (aunque la reproducción de las mismas sea de calidad variable).

Pero dígalo, hombre.

Es que yo no lo he comprado, y quería estar un poco más seguro de que no lo voy a comprar antes de decirlo.

Pero, vamos, en el Very Important Person de Ortega y G (y es posible que lo tengan en algún otro).

Antes (hace ya bastantes años) solían tener magníficos libros a unos precios verdaderamente irresistibles. Pero desde hace un tiempo lo que ofrecen suele tener poco interés (aunque aún se encuentran cosas interesantes).

Es cierto, hubo una época en la que había que echar una ojeada todas las semanas, por si acaso. Se traían cosas, sobre todo anglosajonas, de órdago. No sé qué les ha pasado desde entonces. Todavía se puede ver algo. Ahora tienen un librito muy interesante sobre la estatuaria del Partenón.

muy apropiado para una sala de espera del dentista o el urólogo.

OJO: Los ejemplares que he visto en una tienda igual a la que menciona gakigeki vienen sin el CD que acompaña el libro (si bien tienen el soporte correspondientel)...

Yo lo encontré en Madrid y por algo menos.
Muchos, muchos libros había allí...Y a bajos precios. Cargada me vine.

¿Es indiscreto preguntar dónde?

No, en absoluto. Estuve en Madrid, buscando la Feria del libro y acabé, no lejos de Atocha, viendo una barbaridad de puestos, que siempre están ahí, siempre; mi problema, se me olvida el nombre (y es muy conocido y popular). Total, una ve libros como ve joyas. Y mirando y remirando, vi en un puesto ese libro.
Lamento no ser más concreta, pero es verdad que no recuerdo el nombre.