Gino escribió:
¿Szell distorsionando Beethoven?
Sí: pero la respuesta la das magistralmente a continuación:
Gino escribió:
Sin embargo en la Novena falta algo de éxtasis, de catarsis. Tenemos quizá el primer tiempo más áspero y amargo de la historia, claridad entre voces total, ritmos implacables, una estructura clarísima... Pero no se produce el click, el Andante carece del punto de reposo sublime, el finale no es la liberación que uno espera.
Exactamente: una Novena muy objetiva, tirando a áspera. Analítica. Antirromántica. "Moderna". E interesantísima.
¿Furtwängler distorsionando a Beethoven? También, claro. Al menos en la letra. Pero ¿cuáles eran las "intenciones" originales de Beethoven? Personalmente, yo creo que ni él mismo lo sabía. Me explico: la obra es tan rica, tan abierta, tan (esto es una pedantería, pero no me sale otra expresión) "moderna" para su época, que admite muchas posibilidades de interpretación.
En cuanto a la letra (tempi, dinámicas, "estilo"), pienso que este es un ejemplo claro de que a veces el compositor (por carecer de praxis, por ejemplo) no siempre alcanza a matizar los tempi ideales de su propia obra. Otros ejemplos son el "Allegretto" imposible de la Séptima del mismo Beethoven, o las duraciones del estreno del "Anillo" wagneriano, que algunos toman absurdamente como sacrosanta referencia.
Mi conclusión: la Novena es una obra que cobró vida propia, independiente a las intenciones de su creador. Y no nos metamos -aunque sería un gran ejemplo- en los vaivenes políticos y los distintos estandartes que han ondeado a su vera durante los últimos 200 años.