Ayer estuvimos en primera fila del Auditorio. Es un mujerón de 1,80 así a ojo. Un poco desmelenada y con una gesticulación acusada. Pero tiene un movimiento de arco estupendo. El Sibelius fue de categoría -Jansons hizo mucho a favor-. La propina, una chacona de Bach, fue sobrecogedora, nada afectada ni desmelenada. Nos dejó un sabor de boca inmejorable.

Gino: te hubiese encantado la Cuarta de Brahms que firmó ayer el Concertgebouw con Jansen.

El viernes tuve ocasión de conocer a unos cuantos grandes: Jansons, Concertgebouw, Janine y buena parte de la sección zaragozana del foro.

Sería muy osado hacer una crónica con mis limitados conocimientos, así que solo dejo algunas impresiones:

El programa es un catálogo de casi todo lo que debe hacer bien una orquesta de primera fila: empaste, versatilidad y redondez, armonía, contrapunto, melodía y ritmo, dinámicas extremas. En todos esos apartados, sobresaliente. ¡Qué manera de apianar las trompas y las cuerdas al final del segundo movimiento de Sibelius!

Todas las secciones, . Mi momento favorito fueron las variaciones centrales del pasacaglia brahmsiano protagonizadas por las maderas. ¡Dios bendito, lo que hace la señorita con la flauta! (aquí se lo pongo a huevo a Gino).

No tuve la suerte de otros con la Jansen, pero sí puedo hablar del jefe. Lo ví más expresivo, afable y distendido de los que me imaginaba. Su lectura tiene esa virtud de algunos grandes artistas que consiste en ser capaz de conmover sin ser efusivo, de emocionar con la pura belleza estética, no sé si me explico. Creo que el secreto está en sacar el máximo de posibilidades expresivas a la partitura. Seguro que a alguno le parecerá conservadurismo y exceso de contención; a mí me sugiere la palabra honestidad.

Janine Jansen es una virtuosa, pero una virtuosa entregada. Admiró y conmovió a partes iguales. Y sí, seguramente también "está buena".

P.S.: ¡Qué rabia perderme a los berlineses! Va a ser un duelo por todo lo alto.

Nota al margen: alguna conocida suele reprocharme el machismo de mis orquestas favoritas. Pecadores: las mujeres del Concertgebouw nos redimirán.

Pues yo el viernes fui a ver a la Mahler chamber orchestra (se llama así?) que dirige Daniel Harding. Con un interesante programa: 3ª y Egmont de Beethoven y el concierto de violín de Brahms, con Isabelle Faust.
Sobre el concierto de violín, decir que la Faust es maravillosa. Un pelñin floja en la partes que requieren mucho volúmen, se la vé comodísima en los pasajes en piano, donde realizó auténticas virguerías. Disfrute mucho.
Y sobre Harding... es pequeñito el hombre (la mjer que estaba al lado mío comentó: qué energía para lo delgadito que es", a lo que yo añadí "y bajito"), pero alucina cómo se mueve! Un Egmont lleno de energía y nervio (y eso que la orquesta es pequeña y no sonaba todo lo fuerte que se podría esperar en una obra así), y la 3ª fue un prodigio de expresividad, jugando con las pausas y rubatos. Un gran triunfo.
Lástima la ausencia de propinas....

Según me contaron –yo no estuve – también estuvieron muy bien en Oviedo.

Ay, Carestini, esas cosas no se las puede preder uno!
(Habla quien no piensa ir a ver a Savall, claro)

No estuve porque no pude… y yo tampoco voy a ver a Savall a menos que sea imprescindible. Hay más y mejor gente en la música antigua.
Con todo, yo ya sé que tú no vas porque no quieres, siendo música antigua… tú te lo pierdes

Poco que añadir por los compañeros sobre el "conciertazo" del Concertgebouw. Uno, que no ha visto hoja perejil, se quedó anonadado por la perfección técnica y como hacer natural y sencillo lo que suena sublime. Espectacular.

La niña de marras (esa del violín) es una delicia. Uno piensa cuando la ve en las portadas de los discos que es un producto de marketing, pero de eso nada, es una fiera con el violín (un stradivarius el suyo) y nos dejó anonadados.

Crónica rosa: Spi se fijaba más en una violista que tenía enfrente que, con amplio escote, le deleitaba al cambiar de hoja en la partitura antes que en la gran (también por altura) protagonista del concierto.

Era violinista, violinista... pedazo de holandesa (rubia centroeuropea, vaya... a mí como si es de Cuenca...). Teniéndola en primer plano, como para no fijarme... entre ella y la china planota y sosa, ustedes dirán...

Es que yo confundo las violistas (las que tocan la viola) con las violinistas (las que tocan el violín)

Por cierto era mona, sí, pero los zapatos que llevaba no eran Manolos precisamente

Mientras Johnny y yo viéndole el cogote al timbalero
(muy simpático el tío, todo sea dicho).

Y yo el día 21 escuché en el Auditori de Barcelona la 10ª de Mahler...Una que va siempre a aprender, me gustó la dirección muy precisa de López Cobos.

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Ingenieria/alma/elpepicul/20100224elpepicul_6/Tes
Crítica de Vela del Campo al concierto de la Filarmónica de Berlín en Madrid. Mi impresión fue la siguiente: el sonido de esta orquesta impresiona, es redondo, brillante y contundente. La calidad de sus músicos se aprecia por más que no tengas un oído especialmente fino. En el concierto del martes, brillaron especialmente en la ejecución de la Sinfonía de Schönberg, en un interpretación de una riqueza de matices impresionante. En la obertura de los Maestros Cantores de Wagner faltó quizá contundencia y grandiosidad pero hubo lirismo y atención al detalle. La ejecución de la Segunda de Brahms fue la piedra de toque del concierto, al salir lo comentábamos con unos amigos melómanos de larga experiencia que salían un poco insatisfechos y que decían que a lo mejor les había pesado las muchas audiciones de esta sinfonía por orquestas y directores alemanes y que les había sonado como sincopada, muy detallista pero poco vigorosa en su conjunto, con momentos muy brillantes pero sin esa emoción desbordada tan propia de Brahms. Os dejo esta opinión (muy cualificada, os lo puedo asegurar) y os digo que a mí sí que me convencio el concepto de Rattle, muy transparente y matizado. Espero que alguien más pudiese asistir y nos de su opinión, y a ver que nos cuentan los compañeros de Zaragoza (aunque con programa distinto).

Eso, a ver si cuentan para los que no pudimos ir al concierto de Zgz