Ayer, 4 de enero, estuve en el Kursaal viendo a la EGO (Euskladiko Gazte Orkestra... Joven orquesta de Euskadi, vamos) en un interesante programa compuesto por bandas sonoras de John Williams y Howard Shore, acompañado por proyecciones de escenas de dichas películas. Como era un programa tan interesante, se vinieron conmigo 5 amigos de entre 14 y 16 años (debería haberme metido a currar en una guardería...
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La primera parte del programa estaba dedicada a John Williams. Primero, la marcha de Lord Vader de Star Wars. Después, Jrasik Park, alo rápida para mi gusto. Le siguió La lista de Schlinder y un emocionantísimo E.T. (no veo esa peli dese los 5 años... ayer recordé el porqué. Si sólo con la banda sonora ya se me inundaban los ojos, si veo la peli repito la llorera que me pegué al final!)Luego Hook y para terminar, Encuentrosen la tercera fase. Confieso que esta última fue la que menos nos gustó.
La segunda parte fue para El señor de los anillos de Howard Shore, en la que la música podía decirse que resumía las películas. Fue realmente impresionante.
El público (que llenó al completo el Kursaal, cosa rara para la EGO) se entregó a tope, con aplausos, silbidos, gritos... mis amigos disfrutaron y yo ya ni os cuento... era tal el entusiasmo en la sala, que claro, hubo propina.
Lástima, no fue Indiana Jones!
Pero bueno, casi que lo parecía, porque fue Supermán. Y de repente todos los tíos de la orquesta empìezan a quitarse las levitas... toos menos un 2º violín, que al acabar la pieza se abre la levita y aparece una camiseta de Supermán. Una tontería simpática que quitó un poco de atención al espectacular crescendo con el que finalizaron la pieza y que me hizo gritar un Bravo inmediatamente.
Una experiencia para repetir, vamos!