(...)
Así Abraham se incorporó, tomó la leña
y cargó con el fuego y la daga.
Mientras ambos seguían su camino
Isaac, su primogénito, habló y dijo:
"Padre...mirad los preparativos,
el fuego y el acero. Pero...
¿Dónde está el becerro para la ofrenda?"
Entonces Abraham
ató al joven con fajas y correas,
y construyó trincheras a su alrededor.
Y levantó la daga para matar a su hijo.
Cuando, ¡He allí!
Un ángel le llamó desde lo alto diciendo:
"Que no caiga tu mano sobre el joven
ni le causes daño alguno.
¡Mira!, un carnero enredado por sus cuernos
en la maleza,
ofrece el carnero del orgullo en su lugar.
Pero el viejo no lo quiso así
y mató a su hijo.
Y con él, a la mitad de la semilla de Europa,
una por una...
(...)
Me pareció escapar de la batalla
por un profundo y oscuro túnel
antaño esculpido de granito,
modelado por titánicas guerras.
Allí gemían los durmientes,
estorbándose unos a otros,
demasiado inmersos
en sus pensamientos de muerte
como para ser despertados.
Entonces, al remecerlos,
uno se incorporó y me clavó su mirada.
Reconocí el dolor en sus ojos.
Alzó sus angustiadas manos
como para bendecirme.
Y los cañones enmudecieron
y las bengalas silenciaron sus quejidos.
"Extraño amigo", le dije,
"aquí no hay motivos para sollozos"
"Ninguno", dijo el otro, "salvo
los años perdidos, la desesperación.
Tus ilusiones fueron también
parte de mi vida.
Yo abracé libremente
las salvajes bellezas de este mundo.
Por mi dicha muchos han reído
y de mi aflicción algo ha perdurado,
algo que debe ahora morir.
Me refiero a la verdad no dicha.
El sufrimiento de la guerra.
El sufrimiento refinado de la guerra.
Ahora los hombres irán satisfechos
con nuestros despojos o, descontentos,
con sangre hirviente a ser derramada.
Serán ágiles con la agilidad de un tigre.
Ninguno de ellos romperá filas, aunque
las naciones los aparten del progreso.
Se aislarán en vano
de este mundo en decadencia
perdiéndose en desprotegidas ciudades.
Entonces, cuando torrentes de sangre
empantanen las ruedas de sus carruajes,
iré hacia ellos y los lavaré
con agua de pozos cristalinos.
Buscaré para ellos una verdad
que nadie pueda hundir en el fango.
Yo soy el enemigo que tu mataste,
mi amigo.
Te reconocí en la oscuridad.
Tu mirada es igual a la de ayer, cuando
tus ojos me atravesaron con su estocada
y yo quise defenderme...
pero mis manos
estaban renuentes y frías".
Durmamos juntos ahora...
(...)
_________________ -Wer naht?
-Der König!
-Welcher König?
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