La segunda canción del ciclo,
Ging heut' morgen übers Feld (Crucé esta mañana los campos) mantiene durante casi todo el tiempo un aire alegre, campestre, de día festivo recorriendo el bosque y disfrutando de la naturaleza y de su belleza. Sólo al final, el compositor vuelve a su melancolía habitual que hace contrastar con la alegría que le rodea. Una vez más no es que no se de cuenta de lo bueno y alegre que hay en su mundo, es que no se siente identificado con esa alegría y ese mundo.
Según Pérez de Arteaga: "La canción inicia su curso en Re mayor sobre una melodía que el músico transplantará literalmente al primer movimiento de la Primera Sinfonía, de idéntica tonalidad. Dentro de la estructura sinfónica del ciclo este lied representaría el
Scherzo: el amante desdeñado se consuela episódicamente con la "participación" (panteismo muy propio de Mahler) en la naturaleza".
Escucharemos en primer lugar, y para que nadie se queje de variedad en los intérpretes, al gran Dietrich Fischer-Dieskau. Su voz joven y varonil imprime un ritmo alegre y vivo a los versos que describen el paisaje para volverse cálida y aterciopelada cuando el poeta se compadece de su situación.
Ging heut' morgen übers Feld-Dieskau
El texto, donde al título le dan otra traducción que Arteaga
Ging heut morgen übers Feld
Ging heut morgen übers Feld,
Tau noch auf den Gräsern hing;
Sprach zu mir der lust'ge Fink:
"Ei du! Gelt? Guten Morgen! Ei gelt?
Du! Wird's nicht eine schöne Welt?
Zink! Zink! Schön und flink!
Wie mir doch die Welt gefällt!"
Auch die Glockenblum' am Feld
Hat mir lustig, guter Ding',
Mit den Glöckchen, klinge, kling,
Ihren Morgengruß geschellt:
"Wird's nicht eine schöne Welt?
Kling, kling! Schönes Ding!
Wie mir doch die Welt gefällt! Heia!"
Und da fing im Sonnenschein
Gleich die Welt zu funkeln an;
Alles Ton und Farbe gewann
Im Sonnenschein!
Blum' und Vogel, groß und klein!
"Guten Tag, ist's nicht eine schöne Welt?
Ei du, gelt? Schöne Welt?"
Nun fängt auch mein Glück wohl an?
Nein, nein, das ich mein',
Mir nimmer blühen kann!
Esta mañana caminé por el campo
Esta mañana caminé por el campo;
Cuando el rocío cubría cada brizna de hierba.
El alegre pinzón me dijo:
"¡Eh! ¿No te parece? ¡Buenos días! ¿No te parece?
¡Tú! ¿No te parece bello el mundo?
¡Pío! ¡Pío! ¡Bello y brillante!
¡Cuánto me gusta el mundo!"
También, las campanillas en el campo
Alegremente y de buen humor
Tocaron con campanas (ding, dong)
su saludo matutino:
"¿No es bello el mundo?
¡Mundo bello! Ding, dong! ¡Bello!
¡Cuánto me gusta el mundo!"
Y después, bajo la luz del sol,
El mundo de repente comenzó a brillar;
¡Los sonidos y el color revivieron
Bajo la luz del sol!
¡Flores y pájaros, pequeños y grandes!
¡Buenos días! ¿No es bello el mundo?
¡Eh! ¿No creéis que es bello el mundo?"
¿¡Ahora también comenzará mi felicidad!?
¡No, no - la felicidad que yo quiero
jamás podrá florecer!