Manon Lescaut, Septiembre 28 2008
Después del descalabro que resultó Eugene Onegin, la Compañía Nacional de Ópera estaba obligada a hacer algo de calidad, aunque no fuera de 4 estrellas.
Supongo que después del fiasco que resultó la escenografía y la puesta en escena de Onegin, había que traer a un emergente y de nuevo estuvieron a cargo de la parte visual gente del Teatro Colón de Buenos Aires. Puede que la "Colonización" de nuestra Ópera sea un retroceso, pero prefiero que haya un retroceso a ver cosas tan pobres como la ya referida obra de Tchaikovsky.
La escenografía fue un tanto barroca, me atrevería a llamarla "NY MET Región 4". Sin embargo, no le quedó chica –como ocurre en Bellas Artes- al Teatro de la Ciudad, y aunque el recurso de la pantalla traslúcida no es algo que sea muy de mi agrado, he de admitir que el efecto del desierto fue mucho mejor así que el haber puesto una duna falsa en el escenario. El vestuario, nada espectacular pero tampoco fueron trapos viejos sacados de las bodegas de INBA por no quedar otra opción.
El Maestro Guido M. Guida estuvo de manera casi perfecta en el podio. Se le "fueron" a las cuerdas un par de desafinaciones menores en el tercer acto, nada por lo que hacer mohín. Otra vez metieron en orden a los metales y no sonaron como banda de plaza de toros.
También el coro tuvo un pequeño punto negro al inicio del primer acto, también con desafinaciones en la parte masculina, cosa que fue resarcida posteriormente.
Los solistas:
Verónica Villaroel como la disipada Manon Lescaut resultó ser un cañonazo, con una emisión clara y fuerte en todos aspectos, desde los pianissimi hasta los agudos. Las partes más difíciles del 2do. acto las cantó acostada, situación que le da un mérito inmenso. Se apropió de la escena tanto musical como actoralmente.
Alfredo Portilla como el enamoradizo Renato Des Grieux comenzó como auto de fórmula 1 recién sacado de los pits: hasta que no calentó (a la altura de "Donna non vidi mai") no proyectó absolutamente nada. De hecho pensé que para el tercer acto iba a tronar, ya que en "Tra voi belle brune e bionde" se le notaba una voz delgadísima y sin volumen. Que bueno que me equivoqué. Proyectó también bastante en el apartado actoral.
Jesús Suaste como el alcahuete hermano de Manon tuvo sus momentos difíciles, sobre todo al inicio. No se si sea que la acústica del Teatro sea algo sorda, pero en las notas más graves la orquesta materialmente lo tapaba no así en sus agudos que eran claros. Salvo ese pequeño detalle, Jesús estuvo bastante bien también.
Arturo Rodríguez como el viejo Rabo Verde que es Geronte de Ravoir estuvo mucho más que aceptable. Todas las notas que cantó se le escuchaban de manera perfecta, jamás fue enmascarado por la orquesta.
Carlos Arturo Galván como Edmondo estuvo a la altura de Portilla y pudo haber sido cover si tuviera más tablas. Voz clara y potente, sin escatimar nada.
Nieves Navarro estuvo muy bien en el madrigal del segundo acto. Asimismo los personajes "pequeños" cantados por Miguel Hernández, Luis Alberto Sánchez, Álvaro Anzaldo, Roberto Aznar y Arturo López Castillo no se amedrentaron y abordaron sus partes con bastante decoro.
He de hacer notar que al final del tercer acto, las voces tanto de Alfredo Portilla como de Verónica Villaroel pasaban sin ninguna dificultad al coro y a la orquesta.
¿Será que la Compañía Nacional necesita un teatro pequeño para crecerse? ¿Será que les da miedo el Gigante de Mármol? Sinceramente, tanto orquesta como coro y solistas estuvieron mejor en el pequeño –pero hermoso- Teatro de la Ciudad que en el gigantesco Bellas Artes
Puntos negros: otra vez la carretada de aplausos se quedó en carretilla. Y los "Bravo" casi nadie los llevó al Teatro, y vaya que fueron bien merecidos esta ocasión. Otro punto negro fue la "borregada" que obstruyó el paso a muchos aficionados al teatro, teniendo que dejar sus autos en los hoteles de Av. Juárez. Y para terminar, no se por qué se suspendió la función del día 21, pero había gente con boleto para esa función en el Teatro, causando confusiones en las filas de asientos (lugares en la fila B del Anfiteatro)
En resumen, le doy 4 estrellas y media a la "Manon Lescaut" del 28 de Septiembre. La media estrella menos es por los detalles minúsculos que he comentado en los primeros párrafos
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HERE WE GO STEELERS, HERE WE GO!!!
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