Manon Lescaut
(Giacomo Puccini)
Función: 27 de septiembre de 2008
Auditorio de Tenerife
Manon (Hui He)
Dex Grieux (Albert Monserrat)
Lescaut (Carlos Bergasa)
Geronte Di Ravoi (Carlos Chausson)
El Musico (Cristina Faus)
Edmondo (Israel Lozano)
Posadero (Jorge Cordero)
L´Oste (Marco Moncloa)
Maestro De Baile (Jorge Cordero)
Sargento De Policia (Marco Moncloa)
Capitán Del Barco (Francisco Santiago)
Coro Ópera de Tenerife
Directora de coro Carmen Cruz Simó
Orquesta Sinfónica de Tenerife
Director Musical Lu Jia
Director de Escena Giancarlo del Monaco
Escuchar a Puccini es disfrutar de la magia de la ópera. De sentimientos y emociones que te envuelven y te atraen hacia el mundo sonoro del toscano. Cada nota, cada instante de Manon Lescaut nos recuerda a los aficionados la poderosa magia que es la ópera cuando se escucha directamente con el corazón.
Lu Jia condujo con maestría a la OST durante toda la obra. El objetivo que se impuso al principio de su titularidad: situar a la OST entre las mejores de Europa (algo para lo que mucho trabajó el denostado por muchos Víctor Pablo Pérez) está de sobra cumplido tras momentos como el de anoche, en la que el brillo de la melodía de Puccini fue perfectamente reflejado por una orquesta que fue largamente braveada tras el bellísimo intermezzo de Manon Lescaut.
El reparto estuvo muy irregular (lo que ya es casi una tradición) Hui He destacó por encima de todos entregándose al papel (y a las exigencias escénicas de Del Monaco) por completo. Si estuvo bien en el 'In quelle trine morbide' acabó con el difícil 'Sola, perduta, abbandonata' de una forma sensacional (pese alguna tendencia a guturalizar en sus pasos por los graves)
Caso distinto es el de a veces inaudible Des Grieux: Albert Montserrat. A pesar de cantar un 'Tra voi belle' en la que parecía estar pensando más en el aria que venía pronto que en mostrarnos el carácter de su personaje. A pesar de cantar un átono 'Dona non vidi mai', llenar de sollozos el 'No, no pazzo son'... fue largamente aplaudido. Hace tiempo que dejé de creer que el público tuviera un sentido tan afinado de la ironía... así que ahora no se qué pensar ¿Se premia la intención, el haberle puesto ganas? ¿Debemos premiar lo que es exigible para cantar a Des Grieux olvidando lo que no se hizo? ¿Debemos premiar repetir el acúmulo de vicios del canto y olvidar como sí se puede cantar ese personaje? ¿Es el sollozo verista la única forma de acercarse al personaje?
No es que esperara a Gigli, Del Monaco, Lauri-Volpi o Aragall... ni siquiera a un Domingo... pero es una lástima que en los bellísimos dúos echáramos en falta a un tenor al que la voz le corriera al menos tanto como a la soprano.
Carlos Bergasa... aun peor que Montserrat (Ahí el público y un servidor estuvimos de acuerdo) salvo en los primeros momentos del segundo acto el resto de la obra estuvo desaparecido y a ratos, inaudible.
Carlos Chausson estuvo muy correcto en un papel que no da mucho de sí pero que resolvió con mucha, mucha holgura.
El Coro volvió a estar al excepcional nivel al que nos tiene acostumbrados. Espero que no se tarde mucho en constituir como una formación estable porque se lo han ganado donde hay que hacerlo: sobre el escenario.
La escena (que venía de la Ópera de Leizpig) fue un ejemplo de la corrección de Giancarlo del Monaco en los colores, en la disposición. Creo que es la mejor dirección de escena que he visto en el Auditorio.