Pelléas et Mélisande (Bruselas 6 de septiembre)
La Monnaie ha empezado esta temporada con una nueva versión de
Pelléas et Mélisande.
Stéphan Degout (Pelléas) habitual de las principales coliseos francófonos (la Monnaie, y sobre todo ONP), este barítono se dio a conocer al ser galardonado con el segundo premio en Operalia. Aunque posee un bonito timbre, no controló del todo su emisión y dejo escapar algunos de los principales (y escasos) momentos de lucimiento que el papel de Pélleas ofrece.
Sandrine Piau (Mélisande) sin ofrecernos una actuación redonda, fue la mejor de la noche, su interpretación fue intensa y nerviosa (llegando, en algunos momentos, a bordear el histrionismo), mantuvo una línea vocal brusca (acorde con su interpretación) y un excelente fraseo y dicción.
Dietrich Henschel (Golaud), el
Orfeo de la temporada pasada en el Real, estuvo mejor en este papel, creó un personaje complejo y sin duda el más humano de todos los Golaud que he podido ver. Sin embargo su acento, sin ser tremendo, lastró su interpretación.
Marie-Nicole Lemieux (Geneviève), a pesar de su juventud esta canadiense dominaba a la perfección su papel, por desgracia, el papel es el que es, y no da para excesivos lucimientos, y a eso hay que añadirle que se vio perjudicada por la escenografía en algunos momentos clave.
Alain Vernhes (Arkel), bajo-baritono entrado en años, aunque su voz ya se encuentra en decadencia nos ofreció un nada desdeñable Arkel.
Pierre Audi (Director de Escena), su trabajo fue excelente, consiguió que con una escenografía de pesadilla sólo nos acordáramos de la santa madre del escenográfo unas veinte veces. A pesar de ello hubo ciertos movimientos escenicos cuyo simbolismo se me debieron escapar, pues además de poner en un brete a los cantantes sólo parecían tener el proposito de demostrar las posibilidades de la escenografía de Kapoo.
Anish Kapoor (Escenografía), escultor artista polifacético y de rebote escenográfo de óperas, que sólo había realizado un proyecto previamente,
Idomeneo para el Glyndebourne Festival (no confundir con el Idomeneo de dicho festival que se filmó en 1983 y que está disponible en DVD). Para los que tengan curiosidad adjunto link (
http://www.musicweb-international.com/sandh/2008/Jul-Dec08/pelleas0609.htm) pero me temo que no le hacen justicia. Como reto arquitectónico o como elemento escultórico no le niego su gran valor, pero como escenografía era una auténtica pesadilla.
El vestuario de Patrick Kinmonth fue en conjunto pobre y mantenía unas pretensiones simbolistas (algunas burdas y fuera de lugar y otras absolutamente vacuas
) que de nuevo se me debieron escapar.
Kalman como iluminador merece el máximo galardón de la profesión, pues a pesar de (o tal vez gracias a) los mimbres de Kapoor su trabajo fue decisivo para que no subiéramos al escenario a prenderle fuego.
Saludos,
M.