Señoras y señores... ¡¡¡Què funciòn vivimos anoche!!!
Ya me extenderè en los comentarios cuando llegue a Madrid, pero no me puedo frenar de ofreceros unas primeras impresiones.
La primera sorpresa de todas, la voz de Juan Diego Flòrez. Ya he perdido la cuenta de las veces que le he visto en directo y nunca habìa escuchado su voz con tamaña consistencia, con tanta potencia, con un sonido tan bello y redondo. Seguramente son varias las circunstancias para que haya logrado una voz tan formidable. En los ùltimos 2 meses ha cantado muy poco, el teatro es pequeño y la acùstica muy buena en el patio de butacas. Por si fuera poco se trataba de un acontecimiento especial con muchos directores artìsticos en la platea, ademàs de ser una funciòn televisada para todo el Perù con la presencia del Presidente del Paìs.
Por todo ello creo que Flòrez cantò a tope toda la òpera, sin que ello se tradujera en forzamientos o brusquedades de la voz en ningùn momento. He visto anteriormente a Juan Diego en teatros de reducida dimensiòn y tampoco habìa llenado con la voz tanto el teatro. Sin duda ha debido de ser un esfuerzo para el tenor y la verdad me asustarìa un poco si cantara asì todas las funciones programadas en Dresde y en el Teatro Real.
Este Rigoletto ha sido una verdadera gozada. Flòrez es el Duque del belcanto, de la juventud, de la belleza, como todo gran cantante ha impuesto su sello personal y ha llevado la òpera a su terreno, conseguiendo una versiòn de verdadero interès. Si como tipologìa vocal puede situarse en la frontera, en cuanto a estilo parece que està muy cercano al centro de la diana.
Realmente primoroso el dùo con Gilda y el Parmi veder le lagrime, los dos momentos que màs me emocionaron, pero todas las intervenciones de Flòrez han sido sobresalientes, ofreciendo continuamente una lìnea de clase superlativa y una claridad en la dicciòn ejemplar. Burbujeante fue el Questa o quella y espectacular toda la escena del Ella mi fu rapita, donde efectivamente hay algunos Re2 donde se nota que el tenor apoya menos la voz, pero que da paso a un Parmi ofrecido con una elegancia que desde luego hoy no tiene competencia. La escena se culminò con un Possente amor mi chiama extraordinario, ofreciendo la repeticiòn de la cabaletta y culminàndola con un Re4. Es la primera vez que veo esto en directo y son ya muchos los Rigolettos. Ademàs en la repeticiòn de la cabaletta nos deleitò con fantàsticas y musicales variaciones. El Re4 fue bien emitido pero no excesivamente potente ni largo, como es natural tras la larga y espectacular escena que habìa ofrecido.
Extraordinaria la donna è mobile. Se la habìa escuchado en directo en muchas ocasiones pero consiguiò tambièn sorprenderme. Hilò màs frases que nunca al estilo Kraus, ofreciò variaciones dinàmicas en los agudos y la culminò con unas agilidades excepcionales y un brillantìsimo Si3. Para quitarse el sombrero. Parte del pùblico pidiò con fuerza el bis, pero todavìa quedaba el famoso cuarteto donde el tenor lleva la voz cantante y me imagino que Juan Diego querrìa asegurarse terminar la obra sin sorpresas. De este modo la funciòn continuò sin bis y el Bella figlia del amore contò con un Flòrez magistral, delineando unas frases de belleza sublime.
Se completò el reparto con una jovencìsima Gilda de 22 años, Marianelli, que se compenetrò perfectamente a su compañero de reparto y que estuvo a la altura de las circunstancias a pesar de su juventud. Tambièn Frontali contribuyò al èxito mostrando una imponente voz timbradìsima. Si en el futuro consigue una interiorizaciòn mayor del personaje estaremos ante un Rigoletto de importancia.
La orquesta no es de primer nivel pero dentro de lo que cabe sonò con cierta correcciòn y estuvo bien dirigida por Mariotti, director tambièn muy joven al que hay que seguirle la pista.
De entre los cantantes Peruanos que acompañaron al elenco destacò el Sparafucile de Carlo Malinverno, todavìa muy joven, pero con una voz de bajo mejor que muchos colegas suyos que hacen carrera por Europa.
Funciòn històrica.