He visto dos operas en Napoli,aunque realmente solo me interessaba la Traviata.
Traviata.Me interesaba la Traviata de Devia,pero canceló por el luto a su marido y así me encontré con Remigio y también con Gipali sustituyendo a Filianoti.
Sorprendente la sustitucion de Devia por la eleccion de Remigio que es un soprano de timbre carente de cualquier brillo y belleza,seco y para mas inri adornado de notas asperas por doquier.Así su traviata no podía ser otra cosa que desilusionante a pesar de que ella se mostro consciente de todas sus limitaciones y nunca las sobrepasó.Esforzada en lo escenico tapó sus carencias vocales con una interpretacion sentida.
El albanés Gipali no tiene una voz ni agradable ni desagradable,principalmente porque es dificil escucharle salvo que estés en las primeras filas,además el canto es tan fluido como una descarga con los antiguos modems y no tiene intención alguna en el fraseo.El agudo lo tiene un poco calante y escenicamente es un palo.
Unico punto destacable el ruso Hvorostosvky con su emisión siempre calida y fluida,mesurado e intencionado en el fraseo.Algun iluminado decidió privarnos de su cabaletta,supongo que el director musical Yves Abel que dirigió tan rutinariamente como un funcionario rellena un formulario.
La parte escénica no aportó nada demasiado interesante,con soluciones tan grotescas como el bofetón de Germont a su hijo,aplaudido secretamente por muchos
o la bailarina que acompaña la agonía de Violetta.
Tancredi.Me surgió la oportunidad de ver un Tancredi que dirigia el historicista Jacobs,se ve que queriendo descubrir otro mundo mas allá del barroco.Lo mas interesante era,o parecía,escuchar esa aproximación del belga a un Rossini que es de lo mas barroco o mozartiano de su produción.La orquesta sonaba especialmente inclinada hacia el viento/metal denostando un tanto las cuerdas y ello quizas se noto en los crescendi que no crecían sino que aparecian y se iban de golpe sin la expresion tan tipica del pesarés.Ayudó a los solistas en entradas y fiatos,pero los tapó varias veces con el volumen,ya es dificil,de su orquesta.Los solistas salvo el tenor no eran especialistas rossinianos por su especial interés en buscar una version limpia y alejada de los estereotipos.Así el rol titular fue para Fink que es una cantante mozartiana estimable y que intentó toda la velada parecerse a la Horne,poco caso le hizo al belga,buscando unos graves poderosos y expresivos que no logró.El tenor Brownlee era el especialista pero su timbre me parece mas del tenor ligero rossiniano que del baritenor que la partitura exige.Su registro central es interesante y el agudo poco proyectado pero seguro,pero todo su canto es afeado por un extraño tremolo que lo hace siempre incómodo con lo funesto que es eso en el bel canto.Ademas el tempo tan lento mostró unas agilidades tan hilvanadas que harían temer otro tempo mas en estilo.
La soprano que hizo Amenaide fue la mas mozartiana de todos pero adorno su canto con algunos sobreagudos interesantes y un canto neutro agradable por no molesto.
No desentonó el resto del reparto,pero el bajo,no recuerdo nombre,mostró una bella voz.
Era en versión concierto,g.a.D.
Nada más.