Pues no me has dejado lugar a mucho, así que no tendré más remedio que ser repetitivo. Ya viste que estuvimos bastante de acuerdo
Yo sigo sin entender esta música. Mi historia es que el jueves fuí (sin escucha previa) al ensayo general, y tanto mi reacción como la de mi acompañante fue la de poner a la venta las entradas del sábado. La escena final es maravillosa, la muerte de la primera priora es sobrecogedora, y el libreto es probablemente el más inteligente que conozco. Pero es que el resto de la obra, y muy especialmente la primera hora, no consiguen decirme nada. La música parece una serie de pinceladas que no terminan de unirse, y la voz es casi un recitativo. Por ahora seguiré descubriendo wagners, verdis, bellinis y demases, que me quedan muchos y en casi todos ellos encuentro lo que busco. Que nadie me malinterprete: sé que el problema lo tengo yo. No digo que Diálogos de Carmelitas sea mala, digo que yo, a día de hoy, soy incapaz de apreciarla.
Y en cuanto a la representación...
Producción clásica, manteniendo el objetivo de meter al espectador en la acción, pero al mismo tiempo conservando la sencillez y el intimismo que parece requerir la obra. Al fin y al cabo, un convento es un convento. El mayor problema para mí es la necesidad de bajar el telón al final de cada escena, consecuencia de los excesivos cambios de decorado que ideó
Alberto Fassini. Yo habría preferido un escenario más ambigüo que permitiera concatenar las escenas con más dinamismo. En cualquier caso todo funciona bien, y la dirección de escena, que al final es lo importante, alcanza un nivel alto durante toda la obra, con especial brillo en el espectacular final.
Un par de impresiones puede que no muy acertadas sobre la dirección de
Carlo Montanaro: demasiado volúmen en más de un momento y falta de tensión en alguno que otro. Curiosamente, fue lo más aplaudido de la noche. Discreta a mis oídos la
Orquesta Sinfónica de Bilbao, aunque con esta partitura no es difícil pasar desapercibido...
Ainhoa Arteta daba vida a la joven de las dudas y el miedo, Blanche. Su actuación ha sido buena, y su calidad creo que está fuera de toda duda. Sin embargo, a mí no termina de entrarme. La veo como una buena soprano que canta y actúa bien, pero nada más. Y coincido con alicia: le gusta demasiado que se le oiga especialmente bien, y eso hay escenas en que no viene a cuento...
Natasha Petrinsky (Marie) me gustó muchísimo. Voz controladísima en toda la tesitura, muy expresiva y llena de carácter. Impecable, y si de mí dependiera, triunfadora de la noche.
La otra gran actuación la firmaba
Elena de la Merced, con una Sor Constance angelical, emotiva y tan soñadora como pide el papel. Su voz de ligera resulta perfecta. De entre todas las carmelitas, su imagen subiendo al cadalso se me quedó especialmente grabada.
Claramente por debajo de las tres anteriores estuvo
Denia Mazzola como Mme Lidoine. No sabría decir qué le pasa, pero tiene problemas vocales. Para mí este papel tiene varias de las intervenciones más lucidas de la ópera, y sin embargo pasaron desapercibidas. Aun así, su interpretación fue buena y transmitió el caracter necesario de la priora sucesora.
Sobrecogedora la interpretación de
Kathryn Harries como Mme Sw Croissy. Tiene clarísimos problemas de volúmen, pero canta bien y sobre todo actúa muy bien. Personalmente, creo que en este papel poco importa la voz y mucho la capacidad interpretativa. Su muerte fue espeluznante.
A destacar entre los comprimarios las voces de
José Luis Sola (Chevalier de la Force) y
Nuria Orbea (Sor Mathilde). Con problemas de volúmen
Christophe Fel (Marquis de la Force) y absolutamente impresentable
Alberto Feria (Carcelero). Buena, aunque no tanto como habitualmente, la actuación del
Coro de Ópera de Bilbao.
Buenos Diálogos, pero (y sé que es personal) Diálogos al fin y al cabo.