Me lo has quitado de la boca.

....SI CANCELA ME DA UN SOPONCIO!!!!!!!!!!!!!!

Teniendo en cuenta que su señor marido es el director titular de la Sinfonica de Oviedo, mas le valdra no cancelar si no quiere que las huestes asturianas caigan sobre Haider en represalia. Qué pena, yo me lo pierdo. Vi hace años a gruberova en oviedo en un recital de lied y fue un coñazo macabeo (unas cosas ratras de Dvorak); este programa sí que promete

Conste que a mí me ha dicho un pajarito que se están separando....

Unas declaraciones de la Señora Grube a un diario local bajo el titular


"...La música ya no es prioritaria en la ópera, está relegada..."

La Nueva España

Mi carrera empezó con Mozart y ahí comenzará también el recital, con la Constance de «El rapto en el serrallo». Mozart fue mi primer afán lírico y del compositor austriaco he cantado, de hecho, todo lo que debía cantar, incluso la Fiordiligi de «Così fan tutte», que hice con Harnoncourt. Después llegó el belcanto, que también está reflejado en el programa de esta noche. Canto «Lucia di Lammermoor», de Donizetti, desde hace treinta años y diría, con total honestidad, que aún el papel está en su cumbre. En mi vida profesional «Lucia» está en el centro y en los últimos años «Norma» se ha convertido en otro punto culminante. Aún espero que quede otra etapa, porque la voz sigue reaccionando sin problemas. No me pregunte cuál será ese salto, porque el tiempo lo dirá. Por supuesto, también está un papel como Zerbinetta, de «Ariadna en Naxos», que me lanzó internacionalmente. Adoro este papel y es para mí un capítulo aparte, un mundo propio. Aún la haré en 2009 en la Ópera de Viena. Lo he cantado más de doscientas veces. Y, desde luego, «Norma» continúa siendo un gran reto para mí.

http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp ... cia=495947

y yo que pense que jamas la escucharia en vivo el aria de zerbinetta, menuda lujazo de programa!!!.

ya solo faltan que los bises sean el "bel raggio" de semiramide y "o luce di questa anima" de la linda de camounix que ya canto en bilbao hace 11 años y fue inolvidable.

Entonces, más motivos para que cancele...

IM-PRE-SIO-NAN-TE

Cuenta algo coime

Acabo de llegar del concierto, se me acaban los adjetivos, increible, encima nos dio de propina Linda de Chamonix y el Murcielago. !qué escena de la Locura!!qué técnica, que forma de interpretar, de trasmitir!, Habrá habido otras Normas, la suya es única, Hemos recibido una lección de Belcanto, del de verdad, y del que hoy ya es tan dificil de ver. La OSCO estuvo sobresaliente. El barítono que la acompañaba, bien para dejarla descansar. Edita Gruberova es única, única y sublime.

7 horas de coche y 600 km han merecido la pena. Gruberova ha estado extraordinaria, increíble, suprema, y ha causado el delirio. Es increíble cómo juega con el sonido, cómo ejecuta las messe di voce, cómo hace las florituras más impensables sin el mínimo esfuerzo... Ha conseguido estremecerme con su sensacional Lucia, y en Beatrice di Tenda no he conseguido reprimir las lágrimas ante tal perfección de canto piano sul fiato!!! SOBERBIA. El programa fue Rapto, Lucia, Norma -sigue sin convencerme su Norma, que conste- y Beatrice. Los bises, Linda di Chamounix y El Murciélago..... Un conciertazo!!!!!!!!!!!!!!!!! Momento mágico cuando, tras la Linda, yo vocifero desde el piso alto: SEIIIIII GRANDEEEEEEEEEE y alguien contesta desde abajo BRAVA BRAVISIMA!!! Viva la ópera y viva la Grube. Por muchos años.
Muy buena la OSPA y flojo, muy flojo Ivan Paley en sus dos intervenciones (Don Giovanni y Don Pasquale).
Y ahora me voy a intentar dormirme un rato... Me temo que me va a costar.

Yo no he podido...

Qué Dios le conserve la voz, que el gusto pa' vestir...

Pues yo llevo un cabreo del demonio, y no precisamente por ella... ni por la orquesta... pero... ¿por qué siempre me tienen que tocar «frikis» a mi vera? Esta vez uno que trataba ir a la caza del ritmo no sólo con el pie (que suele ser lo más habitual en estos casos) sino también con su pedazo cabeza. Hacía todo lo posible (el susodicho) por darle impulso a su cráneo cuando intuía que iba a haber un golpe de percusión o un tutti orquestal... el problema es que no lo conseguía nunca. Es que claro, pretender semejante hazaña en «Il dolce suono...» es mucho... También le dio en repetida ocasiones por emular al director. ¡Con semejante manifestación viviente de la arritmia (y del paletismo manifiesto, todo hay que decirlo, aun con riesgo de que alguien me tome injustamente por elitista), cualquiera se concentraba!

Aun con estas, y a pesar de no considerarme un mitómano ni un talifán de la Grube, la «chica» logró emocionarme. Ya os contaré con un poco más de detalle algo de lo que me dejaron apreciar y disfrutar.

Pues lo dicho, el recuerdo es agridulce... bastante agrio. Una pena, porque noches así son difícilmente repetibles.

Un saludo.