pasaelmocho escribió:
Este mensaje debería ir en el ya abierto hilo de Don Carlos, pero como la discusión se ha trasladado aquí, aquí me vengo.
Qué descubrimiento el Don Carlos francés. Siendo franco, conocía sólo el dvd de Alagna/Mattila/meier/vnDam/Hampson y sólo los fragmentos. mi sensación era de extrañeza al estar oyendo por una parte una ópera nueva y por otra algo que ya conocía, las dos mezcladas. El texto en francés me suena más distante, más suave, más lento si acaso.
Maurizio Benini llevó la orquesta estupendamente, nada que ver con ese aletargamiento desesperante que me pareció la Manon Lescaut.
Cantantes.
Franco Farina pagó el ser el más flojo de todos. Hizo cosas muy, pero que muy bonitas, pero la voz es justa de potencia y cuando tiene que subir el volumen se despendola. Le quedó un Don Carlos discretito y muy, muy blando. El problema lo tuvo en los actos cuarto y quinto, que empezó a írsele la bola de una manera escandalosa, pegó unos gallos y ya se cargó la actuación. Y ya no pudo arreglarlo con el precioso dúo final. ¿Resultado? Abucheos desgañitantes, pera mi gusto exagerados. Recordemos otros tenores a los que hemos sufrido -de verdad- como Don Carlos tanto en Madrid como en Barcelona en los últimos tiempos.
Adrianne Pieczonka tiene una voz muy bonita, que corre con una facilidad tremenda. ¿Su problema? El volumen. Fue una Élisabeth dolorosa y sufrida, pero le faltaba garra para que me llenara vocalmente. Afortunadamente, se debió guardar la fuerza para el 5º acto, y me dejó helado con un "Toi que sus le néant des grandeurs de ce monde" espectacular y un dúo posterior precioso. Se ganó la ovación con ese acto.
Halfvarson no me gustó mucho como inquisidor. Voz ya muy mayor, pero interpretación bastante buena. Muy bien el monje y muy graciosa pero muy descolocadita Eliana Bayón como la voz del cielo.
Giacomo Prestia estuvo muy bien como Philippe. Este rey es menos duro que el italiano, duda un poco más. Para mí que le supo dar ese toque de monarca autoritario atormentado por acontecimientos que no puede controlar. Exquisito para mi gusto en su Elle ne m'aime pas.
Y qué decir de Álvarez, qué preciosidad de timbre, lejanos, lejanísimos ya esos problemas de entubamiento de hace años. Parece que el personaje del Marquis de Posa está hecho para él. Además, para mí que disfrutaba y se recreaba pronunciando el francés. Una pasada.
Y la triunfadora indiscutible de la noche: Sonia Ganassi. Sorprendido. Primero, porque sólo la he visto dos veces: una como una muy buena cenerentola y otra como una Donna Elvira menos que regular y con unas dificultades tremendas en la respiración. Me imagino que en aquel Don Giovanni madrileño tendría algún problema, porque la que vi anoche era totalmente distinta. Voz bella, potencia más que notable, agudos seguros, agilidades muy buenas. Por favor, que es la primera mezzo a la que no oigo desafinar en la canción del velo. Y no necesita de los truquitos efectistas de otra gran mezzo a la que admiro mucho (pepinazo gritado a todo volumen) para hacer la mejor Éboli que he escuchado en años. Brava.
La puesta en escena tenía su tela: Primero, dos horas y cuarto seguidas con un único decorado de tres paredes blancas y muchas puertas. Si hay buenos cantantes a mí me da un poco igual, porque Don Carlos es un operón que aguanta lo que le echen. Y se me pasó volando.
Muy bueno el vestuario y muy buena la dirección de los cantantes como actores por parte de Konwitschny, llena de detalles.
El sustituir el ballet por un interludio extemporáneo originó los primeros abucheos. A mí me resultó muy divertido y además escenificaba a la perfección lo que podría ser el sueño de la princesa de Éboli: es feliz, se ha casado con Don Carlos, que es un fracasado, y hace todo lo posible por agradar a us suegros, Philippe y Élisabeth. Y aunque las cosas no salgan como deben, ella siempre tiene la solución: ya sea poniendo el himno nacional en el tocadiscos o sacando el whisky cuando hace falta. Ella controla. Graciosísimo el detalle de la gitana en la chimenea (pobres gitanas, ahora que las teles son planas no hay donde ponerlas).
En el siguiente entreatco, el follón padre. Una presentadora, que yo no sé si era la Lloll (afamada actriz estrella en Cataluña y completamente desconocida fuera) porque yo la recuerdo más mayorcita y no tan delgada, anuncia la llegada de los reyes de España para un espectáculo pirotécnico. El auto de fe se traslada a un cóctel elegantísimo y la voz del cielo es Marilyn Monroe. Bueno la que se armó. ya no fueron sólo abucheos sino un griterío desgañinante. En los pasillos, gentes exaltadas pegaban voces y se sentían indignadísimos. para mí no es para tanto. Una boutade, vale, pero con gracia y con sentido. No soy yo amigo de rasgarme las vestiduras y reconozco cierta satisfacción malsana cuando veo cómo algunos fundamentalistas se desesperan (mea culpa) y se ponen iracundos, pero vamos, que no era para tanto.
En mi zona (4º piso) yo estuve aplaudiendo traqnuilamente. Mi compañero de butaca braveando. Y detrás había un par de personas abucheando con intensidad y otra señora aplaudiendo también. Y nadie se peleó ni se insultó ni se dijo una palabra más alta que otra, y estábamos codo con codo, así que eso de batalla campal es muy exagerado.
Terminó la ópera convenientemente convencional con una hora y media fabulosa, estupenda. Muy buena idea eso de mantener a Éboli permanentemente en escena en el cuarto acto. Y mágico el ensoñamiento del dúo final de Carlos y Élisabeth -lástima que Farina ya la había cagado antes y por muy bonito que lo hiciera tenía la público en contra-. Muy flojo, mucho, el final.
Disfruté, y mucho, de la ópera, de la escena, de los cantantes y del show montado en el público. No entiendo cómo no se ha incluido este título en el abono. ¿Por conservadurismo? ¿Es peor esta puesta en escena que aquel horror de los bloques negros del anterior Don Carlo del Liceo? ¿O de otros bodrietes que nos ha tocado sufrir?
Espero que salga en dvd. Annio, el vídeo de Viena... ¿es comercial, grabado de la tele, conseguido por otros medios...?
Un saludo (y perdonad el coñazo que os he soltado)
En honor a la verdad estoy de acuerdo con Pasaelmocho en muchas de sus opiniones.
A mi tampoco me importa mucho la escenografía si los cantantes son buenos y en este caso hasta el sueño de Eboli no me desagrada y despues del Auto de Fé tampoco. No hay nada en el escenario, de acuerdo. Pero me gustó el vestuario y la luminisidad tan grande hace que veas bien a los cantantes y sus gestos.
El sueño de Eboli siempre puedes cerrar los ojos y concentrarte en la preciosa música.
No coincido en el Auto de Fe. Eso si que me indignó. Mas de 6 meses con las entradas compradas esperando este gran momento para ver una mamarrachada. Y no lo digo por lo que sucede en escena que incluso está bien. Lo que disgusta es que no empieze con todo el mundo en sus asientos y con las luces apagadas. Eso me parece intolerable. Hay gente que para subir del Foyer a un 4º o 5º piso precisa 10 minutos cuando el acto dura escasamente 20. No es serio. Y no digamos a mezcla de la reprsentación con la gente entrando y saliendo de sus localidades.
Lo de las voces ha quedado totalmente dicho por casi todo el mundo.