Sieglinde, lo mismo pensé yo...

Esta tarde he asistido a la representación de Wozzeck, de Manfred Gurlitt, en el Teatro Real.

Tras escuchar tres veces el único CD disponible en el mercado y la función de hoy, me parece que estamos ante una obra excelente. Ya estoy impaciente por escuchar Soldaten, la otra ópera de Gurlitt.

Es muy distinta a la ópera de Berg, a pesar de estar basada en el mismo material. Donde Berg hace hincapié en presentar una acerba crítica social, Gurlitt se centra en la tragedia personal de un hombre sencillo, sin horizontes. Funciona del interior del personaje hacia fuera, en vez de proyectar los acontecimientos en el protagonista.

Musicalmente, es una obra hija de su tiempo. Esos maravilllosos años para la ópera en que se juntaron en Alemania y Austria compositores como Strauss, Schreker, Korngold, Braunfels, Schönberg, Berg, Gurlitt, Busoni, Hindemith... y que en muchos casos el nazismo se encargaría de enterrar.

Abiertamente tonal, con el uso de disonancias típico de la época. Las escenas se presentan sueltas, sin interludios musicales que las unan. Con un coro que es un personaje muy importante al principio de la obra y al final, tras el espléndido pasaje sinfónico del lamento por la muerte de Wozzeck.

Me temo que el principal problema que afronta esta ópera para una más que merecida inclusión en el repertorio es la existencia del "otro" Wozzeck. Un poco, hablando del tema de los celos, como el "Otello" de Rossini se ve oscurecido por el "Otello" de Verdi.

Esta tarde se conjuntó la maravillosa música escrita por Gurlitt con una interpretación orquestal de fuste y dos estupendos solistas: Johan Reuter que estuvo colosal y Anna Katharina Behnke que cantó una Marie llena de matices.

En definitiva, gran noche y una excelente ópera que recomiendo calurosamente a todos.

Casualmente, yo estoy escuchando ahora "Soldaten", de Gurlitt. Y no deja de ser curioso que este señor esté apagado por las competencias de Berg y Zimmermann, que trataron estos mismos temas.

"Soldaten" responde a tu definición de la música de Gurlitt: yo diría, en tanto que es perfectamente tonal, que es modernamente arcaizante. No supone un paso adelante con respecto a -por ejemplo- Alban Berg y, sin embargo, merecería más de una representación. De todas formas, me quedo con "Die Soldaten", de Zimmermann, más cruda, más violenta, más brutal.

Desde luego el "Wozzeck" merece más de una y más de dos representaciones. Es una gran obra. Tanto "Soldaten" como "Wozzeck" se escenificaron hace unos años en Rouen, lástima de ocasión perdida.

Aún estoy entusiasmado con la función de ayer. El coro repitiendo el "Wir arme leute" al principio y al final, el diálogo entre Wozzeck y Marie "Wie die Steine glänzen" en la escena quinta, el lied de Andrés, la elegancia de la escena de la muerte de Marie, la angustiosa muerte de Wozzeck,...

Hay tantas óperas por descubrir.... Pero el mes que viene tenemos en Madrid un "pestiño" doble: Cavalleria + Pagliacci. Hubiera sido mucho más interesante presentar escenificados los 2 Wozzeck.

Excelente la última representación de Wozzeck.

Lo mejor, la orquesta y Schmeckenbecher. Realmente espléndidos y muy merecidamente ovacionados. Se trata de una partitura muy difícil, un papel de gran complejidad y lo han sacado adelante casi a la perfección. Por poner un pero, en algunos momentos sobró un poco de volumen y el spreschstimme tuvo pequeños desequilibrios.

Me gustó más Susan Anthony que la Denoke el año pasado en el Liceu, aunque ambas a muy buen nivel. El capitán, Gerhard Siegel, hizo una memorable primera escena. Y el resto del cast, acompañando sin desmerecer.

Con todo, lo mejor, como siempre, la hermosísima música de Berg. Bien interpretada, te hace sentir inmerso en ese universo de locura y sordidez en que habitan los personajes de este drama.

De verdad crees que HERMOSÍSIMA sea el mejor adjetivo para esta música???????

sí

Bueno, un poco tarde pero vamos con la opinion de la función del pasado viernes: extraodinaria. Llevaba años queriendo ver esta ópera y salí encantado porque la tarde fue más que redonda. pero vayamos por partes:

En lo que se refiere a la parte canora, en la puerta del teatro me enteré que me tocaba Susan Anthony, no la Denoke. Anthony me pareció pelín vlandita en algunos momentos, aunque tiene mucho que actuar y lo hizo francamente bien. la escena previa a su muerte fue muy bien resuleta por Anthony.

Pero para gran actuación, la de Schmekenbecher: potencia más que suficiente, gran interpretación, capacidad ramática importante, este barítono impactó con un Wozzeck muy carnal, muy de los pies en la tierra.

A Siegel le oí en Londres un grandísimo Mime ("Siegfried") y esta vez me quedé pelín desencantado, quizás porque esperaba demasiado. de todas formas, sus ataques a los sobreagudos fueron realizados con volumen e intención más que acertadas. Sin embargo, a Tilli le faltó, en mi opinión, empaque y contundencia vocal, sobre todo en los graves. Muy bien Villars como el Tambor Mayor y a destacar la parte actoral -porque cantar, canta muy poco- del loco de francisco Vas.

Josep Pons llevó la orquesta a una interpretación notable aunque en su debe apuntaría falta de dramatismo en las escenas tercera y cuarta del acto III.

En cuanto a la parte escénica, y a riesgo de ser conflictivo, lo diré claramente: muchas veces nos indignamos por lo que no conocemos o por autenticas nimiedades. la propuesta de Bieito es consecuente, acertada y aplaudible. Sin lugar a la duda.

Si alquien se quiere escandalizar, que lea la traducción simultanea del texto teatral: parece mentira que una obra de casi un siglo permanezca tan actual y sea tan contundente en sus planteamientos. Por ejemplo:

* los soldados están solo para matar, en dura crítica a la existencia de los ejércitos.
* la vergüenza nos sobreviene por la artificialidad del pudor (que en una obra con escenografía de Bieito, tiene doble significado)
* Querido hijo de pua, como se dirige marie a su hijo, diciendo las verdades al rostro.
* O eres mis o no serás de nadie, segundo antes de matar a su mujer, en las palabras de Wozeck, hoy de plena actualidad.

Lo realmente duro de este montaje es la ópera en si misma y estoy convencido que muchas protestas derivadas a Bieito en realidad lo que no soportan es el mensaje del "Wozzeck".

Una anecdota: cuando el hijo se queda encima del cballtio, ignorante del destino de sus padres, y una vez finalizada la música, se oyen los jadeos asmáticos de este. A mi lado, un señor comienza a abuchear (un "buuuu" de manual) pero los jadeos del niño le hacen callarse INMEDIATAMENTE. para mi, se simbolizó a la perfección la victoria de este planteamiento dramático.

Una gran noche: además, luego tuvimos tertluia con varios compañeros del foro que, en su mayoría, discrepaban de mi exaltada valoración, erpo para mi fue una noche a recordar. ¡Y no olvideis que yo propuse esta función para la Coinfo III!

Saludos. Me permito retomar este hilo para recomendar un interesantísimo artículo de F. R. Genovés extraído de la revista digital filosófica "El Catoblepas", ferozmente crítico contra la labor de Bieito. Creo que resultará interesante su lectura, cuando a penas se comentó aquí nada sobre la moralidad del montaje, más allá de su innegable efectismo.

Pues, al principio, el artículo parece ser interesante; una especie de reflexión sobre el paternalismo con que se tratan problemas sociales en plan “al pobre se le perdona todo porque es pobre y claro, no tiene albedrío”, lo cual siempre me ha parecido un insulto a la condición humana. Lástima que a la tercera o cuarta línea se vea el plumero del autor (desconocido para mí, aunque enseguida se nota el tufillo Gustavo bueno, que se confirma leyendo en el margen de la página; ¿no escribe por ahí un tal Neira o ni le dejan?). Por cierto, este buen señor no tiene idea de ópera ni de nada (dice que la temporada del Real se abre en enero… en fin) relacionado con la música. Y es que a esta gente en cuanto les dan un espacio para escribir se les va la olla de una forma increíble, sacando a relucir su más rancio derechismo; y ojo, que evidentemente todas las ideas democráticas son defendibles, pero al menos que se documenten del pretexto que usan (durante solo tres líneas, es cierto) para despotricar contra lo de siempre: Cuba, Palestina… supongo que acabará hablando del 11-M… la verdad, dejé de leer antes del final.
O sea, que de interesante poco, pero si conoce algún artículo que aborde la ópera desde un punto VERDADERAMENE filosófico, sí que me gustaría mucho conocerlo, porque el tema podría dar para mucha reflexión

Me ha traído a la memoria una critica que se hizo para el estreno de “La caza" (1965) de Carlos Saura. El critico venía a decir algo así como "película llena de hurones comunistas y conejos reaccionarios...."

Si la encuentro la transcribo.

Saludos a todos

Estuve viendo esta ópera y, aunque un poco tarde, me gustaría añadir algunas cosas. Sobre los aspectos musicales, vocales y de puesta en escena se ha dicho bastante y sería repetir.
Lo que quiero resaltar es el aspecto narrativo de la obra. Al igual que en literatura, la música del siglo XX avanzó por territorios bien distintos que los transitados en épocas anteriores.
Aparece el yo, la realidad fragmentada y dificilmente comprensible desde una visión alejada (el narrador omnisciente da paso al personaje). El hombre quiere saber del hombre desde sí mismo. Y eso significa que debe bajar a las bodegas de su propia humanidad para descubrir, para descubrirse, para entender un mundo hostil que se empeña en dejar al descubierto las miserias, la falsa moral, el engaño religioso. El mundo sin adornos.
Esta ópera lo que refleja desde un punto de vista narrativo es el intento de construcción épica de un yo desde la lírica. Única opción posible ante un mudo degradado.
De ahí que la música atonal aparezca representando un mundo hecho pedazos. Un yo imposible.