He estado en la función de esta noche en el Teatro Real. Antes de compartir con vosotros mis impresiones, una queja: compré entradas hace un mes (cuando salieron a la venta) para el día 23 porque quería escuchar los dos turnos. Ahora resulta que han cambiado el calendario y... ¡el sábado que viene vuelve a cantar el mismo reparto!

Si tuviera que ponerle un adjetivo a la función de hoy sería, con todo el dolor de mi corazón (¡me encanta esta ópera!), el de... aburrida. La puesta en escena está absolutamente desaprovechada: Los Cuentos de Hoffmann tiene un libreto estupendo con un montón de posibilidades y, aunque confieso (mea culpa) estar mal acostumbrada con el vídeo de Domingo, lo cortés no quita lo valiente: el escenario está casi vacío, con un semi arco permanente tras el que se sitúa, en cada acto, un objeto emblemático que simboliza el conjunto (una especie de máquina expendedora de cerveza en el prólogo y el epílogo, una locomotora en el acto de Olympia, un órgano en el de Antonia y una góndola en el de Giulietta). Por lo demás, el movimiento de los coros (muy abundantes) no está en absoluto trabajado: parece que la única indicación que hayan recibido es la de "plantaos aquí y dadle a las cuerdas vocales". Qué pereza.

En cuanto a los cantantes, estoy bastante de acuerdo en todo lo que se ha dicho por aquí: estupenda Inva Mula ( ), bien Rancatore y psché Michael.

Marcus Haddock se va creciendo y al final me pareció que hasta se le podía escuchar sin dormirse, pero creo que me sugestioné un poco ... este pobre es incapaz de un arranque de lirismo como se merece Hoffmann

Surian estuvo ubicado, sin ser nada del otro mundo... otra cosa es el trabajo escénico que (supongo) le habrán impuesto para el acto de Olympia. Parecía un malvado de pega de dibujos animados...

Gubanova (Nicklausse) queda muy favorecida por la versión elegida (que, por cierto, es la de recitativos... yo prefiero el diálogo hablado) de la partitura: tiene dos intervenciones largas (una en el acto de Olympia y otra en el de Antonia, ésta última, desconocida para mí) y cumple de sobra: una voz muy llena y preciosa. Por cierto, ¿por qué la han vestido como si fuera una aldeana de la aldea de Sissi (en el papel de la Musa, digo)?

En conclusión: lo mejor de las tres horas y media, los 45 minutos de Antonia...

Uf, y pensar que me toca repetir el sábado que viene

la intervencion en el acto de antonia es la arietta del violin y es MARAVILLOSA!!!

Pues con las expectativas que tenía con esta obra la verdad es que me ha parecido soporífera hasta límites insospechados, y quitando a Inva Mula no salvaría absolutamente nada, aunque la mención especial en cuanto a malo se la daría a la orquesta que no tuvo garra ni sentimiento alguno. Vamos, como parece ser la tónica general en el Real, un auténtico bodrio con alguna cosa destacable pero un conjunto totalmente plúmbeo.

Al final va a resultar que el mayor fan de Cuentos soy yo.

q te parecieron aqui, delaforce?

y mira q te pongo a mi nick para q descuartices a gusto en bandeja, eh?

Todavía no los he visto. Tengo entradas, pero no sé si al final me decidiré a acudir al teatro o se las regalaré a alguien.

no no, los de aqui, los del 2000

Perdón, no te había entendido. Son los de la Bayo, ¿ no ?. En cualquier caso, no los ví. Es que no me gustan nada los cuentos.

Breves notas, dado que ya se ha escrito suficiente, sobre Los Cuentos del Real, concretamente sobre el último pase del 23 de diciembre.

Marcus Haddock cantó con corrección en general el largo pero accesible Hoffmann. Es de notar que ninguno de sus dos solos fuera aplaudido, bastante aséptico el relato del Prólogo y recortados los Couplets. La voz es agradable y homogénea, pero suena ciertamente velada en la zona alta. Fue a más durante la noche y cantó muy bien el dúo con Giulietta. Buen desempeño escénico en el alcoholizado personaje, que empieza y termina la ópera durmiendo entre cartones.

Haciendo bueno el “Es el método” que canta Frantz en el Acto III, Giorgio Surjan muestra un material apreciable, timbre denso y oscuro, pero una proyección deficiente que no le permitió impresionar en ninguno de sus monólogos, mejor en el famosísimo “Scintille diamant”. Uno de lo grandes aciertos de la producción es la caracterización de los 4 malvados; Lindorf como sádico jefe de pista de circo (¿?), Coppélius un científico loco (que a mí me recordó en sus actitudes a Pierre Nodoyuna, el de Hanna-Barbera), Miracle un doctor mefistofélico (graciosísimo su medio de transporte) y Dapertutto un siniestro intrigante veneciano.

A pesar de los bravos, Desireé Rancatore fue una Olympia poco relevante. En lo vocal, una voz pequeña, que además se achica en el sobreagudo. A pesar de las exageradas convulsiones en su canción (¿no podría haberse moderado el director de escena?) transmitió poca gracia.

Por el contrario, Inva Mula se lució en todos los aspectos. La voz tiene una calidad tímbrica sobresaliente, con un mordiente que le permite hacerse oír sin dificultades, incluso en los preciosos pianissimi. Cantó con gusto su Canción de la Tórtola, retratando al sensible personaje, idóneo para una lírica (¿podría haber hecho una Olympia más valiosa que Rancatore?). Muy bien el terceto, a pesar a los absurdos zarandeos por parte de Miracle, otro error de bulto de Nicolas Joel: a mi juicio perjudicó de forma inadmisible el desempeño de la cantante en un número muy complicado.

Nadja Michael no dejó nada especial como Giulietta, vibrato aparte que no a todos gustó.

Ekaterina Gubanova estuvo bien como Nicklausse, con algunas notas graves áfonas, pero suficiente en el agudo, juvenil el timbre y espontáneo el canto.

Pierre Lefebvre dio una lección en los personajes cómicos de los criados. Resto a buena altura, sobre todo el Spalanzani de Emilio Sánchez.

Dirección musical de Emmanuel Villaume, sin preciosismos, algún momento de estruendo en metales y percusión. Muy bien los coros.

La producción es bonita de ver, los decorados atraen la mirada sin excentricidades. El Epílogo y el Prólogo parecen sugerir que Stella es una estrella del circo, pero no se sabe qué pretendía transmitir el decorado. Durante toda la ópera, un foco iluminaba a los cantantes en sus solos. Al margen de las pifias citadas, la dirección de escena de Joel fue fluida, sin enriquecer ni perjudicar la acción.

Resumiendo, aburrido Prólogo, pero la cosa afortunadamente fue mejorando según calentaba Haddock y sobre todo con la Antonia de Inva Mula.

Yo también estuve en la representación del día 23.

Lo sorprendente es que lo pasé bien. ¿ Será cuestión de las fechas o me estaré haciendo viejo ?

Hasta disfruté con los grititos de la Rancatoré. Haddock bien, dejando aparte la falta de volumen. Los empujoncitos de Miracle me divirtieron... El acto de Antonia me transportó...

La versión es larga, pero desde el punto de vista del desarrollo argumental, los mejores Cuentos... que he visto nunca.

¡Y llevaba siglos creyendo que Pierre Nodoyuna se llamaba Pierno Goyuna ! Gracias a Gino, me he dado cuenta de mi error. Y sí que me lo recordaba, sí.

Me acabo de dar cuenta que tengo pendiente su escucha

SIeglinde:creo que te equivocas ,el dia 23 siempre ha sido el primer reparto ,era el dia que me tocaba ,en mi turno, y que no pude acudir por las fechas que eran



Delaforce:Y YO fans a ultranza; sera de las operas que mas veces he visto representadas ;junto al Caballero ,pero tengo que reconocer que el primer acto y prologo, fue soporifico , parece ser, que los de la ultima funcion, que era la mia, tuveron mas suerte, me alegro por ellos.
yo fui el dia 13, y el susodicho no era el mas propicio

Tienes razón, luego me di cuenta Fue un despiste mío que sólo a mí me perjudicó... Con todo, confieso que, al final, me alegra haber repetido: Inva Mula estuvo ESPECIALMENTE bien el sábado 23... El dúo con Miracle tuvo una intensidad escalofriante. Fue uno de esos momentos mágicos tan escasos

me alegro por ti y lo siento por mi ;si el 13 no es mi dia que es el que fui yo; por varios sitios he oido que fue la mejor representacion.

Esta producción parece traer suerte a Nicolas Joel: cuando estuvo en Madrid recibí la noticia de su nombramiento a la Bastille.