Pues es que ese es el quid. Que la propuesta de Villalobos es un fiasco, ni más ni menos.

Povera Violeta... si me hubiera hecho caso.

No obstante en la modernez ¿se puede ser gorda o gordo?

Como espectador debo regresar al futuro viendo en escena un coche destartalado rodeado de tíos con "chupas" de cuero -¿o esto era mas de Grease?- y no puedo ver a una jovencita esbelta enamorada de un señor entrado en carnes. O a un muchacho apuesto enamorado de una señora con unos cuantos kilos. Y no se pueden morir de escorbuto porque están gordos.

El sr. Tann, Trovatore, etc.. tiene razón.

Pero es distraído.

No, eso se lo dije yo a Nico y se quedó tan traumatizado que se ha quedado rayado.

Sobre las puestas en escena tanto las modernas como las clásicas se han quedado desfasadas. Hay que prepararse para lo que viene (ya se está utilizando, ya ha habido congresos, cada vez se utilizará más para todo), las puestas en escena generadas por IA.

Se mete el libreto y das instrucciones para el carácter de la puesta, la época, vestuario, que no falten móviles, etc, cualquier detalle que quieras dar y voilá, ya tienes una nueva producción completamente detallada con el vestuario, escenografía y movimientos, puedes sacar todas las imágenes que quieras y hasta el vídeo de la misma.

No olvide, estimado Le Gou, que la IA se la programa. Asique siempre se le puede añadir cosas como "Que escandalice un poco", "metamos un poco de diversidad sexual contemporánea", mejor aun, "que sea tan escandalosa que los espectadores quieran quemar el teatro y busquen al director del mismo para colgarlo de una farola por los testículos"... los "enfants terribles" de hoy son "¡una mierda comparados con Mr. Bit!"

Con la IA al menos tendremos puestas en escena inteligentes...

...y menos artificiales.

Acuérdense ustedes del Lohengrin de las ratas, representado en el Teatro de la Verde Colina, para asombro de los wagnerianos allí sentados en los durísimos bancos de iglesia.

Creo que ya conté aquí que vi un Hamlet en que el príncipe de Dinamarca y la dulce Ofelia recitaban sus versos metidos en una cama. En un momento dado Ofelia salió de la cama desnuda como al nacer y continuó declamando los inmortales versos de W.S. recorriendo el escenario. La actriz estaba de muy buen ver, y el público aplaudió a rabiar.

Que lo repitan ahora con Federico X y su affaire con Genoveva, y tenemos llenos asegurado.

Recuerdo claramente aquellas "Divinas palabras" de Valle que causaron un terremoto durante la dictadura porque Nuria Espert terminaba desnuda sobre una especie de picota al final de la obra. Luego, ya en democracia, recuerdo "Equus" y el primer desnudo integral masculino. No creo que a estas alturas pueda nadie escandalizarse o sentirse motivado para ver un desnudo, con los que ya nos enseñan en el cine o en la tele, por no hablar del porno que tenemos a golpe de tecla en nuestro ordenador.

Hace unos días en un programa de la Radio3 de la RAI, el conductor del programa con total desparpajo y convicción señaló, que hoy para los responsables de las puestas en escena, el éxito se encuentra en que reciban al final de la función un abucheo y protesta sonora.

El aplauso en cambio, representaría que se hizo algo conservador o no rompedor y que a nadie le movió un pelo.

De modo que bajo ese modelo de pensamiento, seguiremos recibiendo más y más konzept.

En este sentido, siempre me llamó la atención la ambigüedad de las primeras líneas del Eri tu!: no queda claro si Renato se refiere a Riccardo o a Amelia.[/quote]


Qué buena obsevación, nunca lo había mirado desde ese punto de vista, un nuevo matiz muy interesante.

Claro como el agua (por si su italiano es insuficiente): http://www.kareol.es/obras/unballoinmaschera/acto3.htm

Habrá que ovacionarlos, pues. A ver si voy a algún estreno.

Justo estaba leyendo la traducción en Kareol y he buscado la ambigüedad hasta en las acotaciones, sin éxito. Los defensores de tal cosa deberían señalar exactamente las frases en las que está dicha ambigüedad. Eso, o es un nuevo fake .

Claro, es que el libreto no es solo para que los cantantes sigan la letra, sino para indicar el desarrollo de la trama y, por consiguiente, de cada escena. Los registas actuales se pasan esas indicaciones por el forro. Pero ya se sabe, en cuanto se puede reconvertir la amistad y el cariño entre dos hombres -ojo, y entre mujeres- al terreno de la homosexualidad... Lo mismo ha pasado entre el Infante y Rodrigo, en Don Carlo por ejemplo; suma y sigue.