Aleko/ Gianciotto Malatesta ……………..Kostas Smoriginas
Zemfira/Francesca …………………………….Kristina Mkhitaryan
Viejo gitano/ sombra de Virgilio………..Shavleg Armasi
Joven gitano/Paolo Malatesta……. Andrei Danilov
Vieja gitana ……………………………………….Natalya Boeva
Sombra de Dante……………………………….Dmitry Golovnin


Director de orquesta…………………………..Ivan Repušić
Orquesta de la Radio de Munich
Coro de la Radio de Baviera

Versión de concierto


Pues no he tenido suerte; yo quería escuchar a los 2 barítonos que para mi tienen las mejores voces que existen actualmente y los 2 me han cancelado. Primero Amartivshin Enkhbat en Traviata, y en este otro concierto, Vladislav Sulimsky. Esto de anunciar unos cantantes y luego poner otros se está convirtiendo en una costumbre recurrente en casi todos los teatros.

El récord se lo va a llevar el Liceo con la Adriana Lecouvreur programada para Junio, donde se han caído todos los principales del cartel meses antes. Altamente sospechoso. Me parece una tomadura de pelo y lo siento por todos aquellos incautos que como yo, tengan entrada comprada desde hace tiempo.

Bueno, una vez que me he desfogado, paso a comentar el espectáculo, que fue verdaderamente soberbio.

Aleko es, digamos , el proyecto fin de carrera con que el Rachmaninov pasó con todos los laureles y alabanzas su graduación en el Conservatorio de Moscú. Basado en el poema “Los gitanos”, de Pushkin, es un dramón sobre una gitana casada con un noble mucho mayor que ella, que tras un año y un hijo de por medio, conoce a un hombre joven, guapo y apasionado y, naturalmente, pasa lo que tiene que pasar. Al final acaban los dos apuñalados por el viejo, que es expulsado del grupo de gitanos con los que convivía, incluido el padre de Zemfira, que así se llama esta especie de Carmen a la  rusa.

Pues aunque el argumento eche un poco para atrás, la música vale absolutamente la pena, sobre todo cuando es interpretada por una orquesta de esta categoría y un director con un curriculum como el de Repušić, director titular de la orquesta y también de la ópera  de Leipzig, además de principal director invitado de la Deutsche Oper.

Infundió a esta música del joven Rachmaninov, de una energía apabullante, luciéndose la orquesta especialmente en las danzas compuestas para la misma. Hay todavía mucho de folclore ruso, reminiscencias de Tchaikovsky, de Rimsky, de Borodin, aunque ya se percibe el interés de Rachmaninov en la búsqueda de algo distinto.

Francesca da Rimini es, aunque compuesta solo 6 años después, es ya una obra muchísimo más personal y madura. Con un estilo bastante más sombrío, un lenguaje musical llamémosle, más ¨moderno¨, el argumento, basado en La Divina Comedia de Dante, nos lleva a la historia de Gianciotto Malatesta, traicionado por su mujer Francesca con su hermano Paolo, y posterior condena de ambos a los infiernos. Es una ópera bellísima que merecería ser mucho más interpretada, con una presentación altamente dramática de Gianciotto al inicio, un magnífico dúo de amor entre Paolo y Francesa que hace de nudo de la historia , y un desenlace trufado de unas espectaculares y estremecedoras intervenciones del coro , representando los condenados al infierno, entre los cuales la desdichada pareja.

Vocalmente todo fue sobre ruedas. A pesar de la cancelación de Sulimsky, el sustituto, Kostas Smoriginas estuvo absolutamente entregado, y aunque con una voz menos espectacular, cantó la maravillosa cavatina de Aleko con una ternura y desesperación que contrastaron con la fiereza y maldad con las que caracterizó el canto de Gianciotto.

Los 2 amantes, Kristina Mkhitaryan y Andrei Danilov, ambos estrellas ascendentes en el panorama internacional, fueron quienes cosecharon mayores aplausos. Ella posee una gran voz lírica llena, no excesivamente diferenciada y quizás un pelín mate en algún momento, pero con una gran potencia y a la vez una capacidad para emitir largas frases mezzavoce o piano, con destacable fiato. El año pasado le escuché una Stuarda en Amsterdam en la que estuvo muy, muy bien.

Danilov tiene un timbre penetrante de tenor lírico y fue quizás el mas expresivo en su actuación, tanto vocalmente como sobre el escenario, aún siendo una versión de concierto.

Excelente el bajo georgiano Shavleg Armasi como Viejo gitano (padre de Semfira) y como sombra de Virgilio en Francesca da Rimini.

El teatro tiene una acústica excelente y es prácticamente una copia del Teatro de los Festivales de Bayreuth. Poder ir a un espectáculo de primera categoría por 50€ en los mejores asientos es un lujo que desconocemos en Madrid.