Turandot o el aburrimiento chino primera parte
Si lo único destacable como positivo es la producción que ya fue vista en 1999 en la reobertura del teatro con el cambio de final consabido, poco podemos decir de positivo de esta función del sábado.
Si bien en líneas generales fue una función muy discreta hay quien más y quien menos cumplió su cometido. No fue así la dirección musical de Alondra de la Parra, con una dirección plúmbea, pesada, lenta y aburrida en los dos primeros actos y más a tempo y acorde con lo que debería ser una Turandot en el último, eso sí, parecía que hacia los máximos esfuerzos por los gestos al dirigir. Con numerosos descuadres con las entradas del coro en varias ocasiones. Los volúmenes orquestales fueron escasos excepto en los finales de acto donde si hizo "ruido".
Elena Pankratova fue quizás junto con el bajo Marko Mimica los menos malos de la noche la primera por que visto lo que había abajo tampoco se esforzaba en demasía, con unos volúmenes orquestales muy reducidos la voz no salía demasiado para no desentonar e incluso parecía que Liu pudiera cantar la Turandot, no es que la señora careciera de volumen vocal todo lo contrario, antes de la pandemia en el auditori y dirigidos por el maestro Ono la voz era un torrente y en Viena la tintorera derrochaba toda su fuerza vocal, así que podemos deducir que para que me esfuerzo más si no es necesario. El bajo Mimica fue de los pocos que demostró que sabe cantar y que al menos se ceñía al papel que le pedian.
Mediocre Fabiano como Calaf, sin línea de canto, con desajustes notorios y claramente perjudicado por los tempos lentos de la dirección musical, quizás por eso el tercer acto pidió que no fuera tan lenta?..Quizás...Aún así no es voz para Calaf ni por asomo, si acaso como Nemorino puede colar y encima no sabe mantener una línea de canto homogénea. Muy mediocre.
Horrible la Liu de Martha Matheu especialmente en el "signore ascolta" donde demostró que tiene serios problemas con la respiración dejando sus apianados en nada. Falta de respiración y falta de volumen vocal, además de desafinar en un par de ocasiones. De verdad el "torna a scuola" que le grité al finalizar el aria me quedé corto. En la escena del tercer acto no mejoró nada, un desastre en toda regla.
Sigfried Jerusalem hizo lo que pudo como emperador, tampoco se le puede pedir peras al olmo a un señor de 83 años que canta desde el segundo tercio del teatro colocado en una estructura de varios metros de altura.
Los demás...solo correctitos, ya saben muchos que no puedo con el trio pimpampum bocadillo de atun si encima se dedican a hacer el chorra en el escenario no se si por indicación de la nietísima o por iniciativa propia....de los nervios!!
Esperemos que el reparto alternativo sea más digno.