Pues con todas las limitaciones que acertadamente apunta MarttiT, yo sí veo justificada la realización de este Turco; al menos Rossini te hace salir contento del teatro (quizá al 60%, si hacemos una estricta regla de tres, pero contento). El equipo de cantantes estuvo muy entregado, divertido, convincente y hasta bravo, sobre todo Puértolas en su aria seria, aunque, insisto, el nivel general fue alto. La dirección escénica de Sagi, ya conocida por el público del Campoamor, es vitalista y funciona a la perfección pese al cambio de época y la manía (o ya marca de la casa) del regista asturiano de meter demasiadas acciones secundarias en escena, que a veces distraen de la principal, pero pecatta minuta. Me gustó menos la dirección musical, un tanto irregular. Pero en definitiva, me quité el mono de ópera en vivo que arrastraba del de La fanciulla del West de febrero, y que al menos en Bilbao se prolongará de nuevo como poco hasta el Samson de enero, ya que se han cancelado las funciones de Alzira, que se dejan, comprensiblemente, para mejor ocasión.
_________________ Ogni saggiezza chiudesi nel gaudio e nel amore
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