Función del martes 29 de septiembre: un regalo poder escuchar a Ramón Vargas cantando Verdi, ¿sabemos de otro tenor en activo que cante Verdi tan bien? Con esa naturalidad que supone el dominio de la respiración y la perfecta articulación de los sonidos que tan pocos poseen, con un sonido homogéneo, y un timbre que me resulta muy bello. Y al mismo tiempo actúa. Y tiene empuje, arrestos verdianos.
Maria Pia Piscitelli interpretó una buena Amelia, tiene una voz con un centro potente, transmite emoción.
A Petean se le aplaudió mucho el "Eri tu", no sé si por su canto o por el aria en sí misma.
El corno inglés debería empezar a salir a saludar con los cantantes, luce mucho, a pesar de la dirección, que me pareció un poco monótona en sus tiempos, y más bien lenta.
Me pregunto si lo del coro disfrazado de Ku Klux Klan encapuchados es una variación del tema mascarilla, para proteger a los cantantes a la vez que darles una (peregrina) función escénica.
Y esos bailecitos tan ridiculos...que para un concierto de Luis Fonsi no estarían mal ( a este lo conozco de oidas, eh?
).
Por último, y no menos importante: la primera vez que asisto a un concierto en Madrid donde no se oyen toses. Inaudito.
Respecto del temita de actualidad, el Teatro Real me ofreció la devolución de mi entrada cinco días antes de la función. Me lo pensé, pero decidí que Ramón Vargas bien merece el riesgo. Que en la función tampoco sentí que fuera tal: en el anfiteatro había una ocupación del 20% máximo, muchas filas vacías, butacas clausuradas, y a la persona a mi lado le ofrecieron cambiarse de sitio para no estar tan juntos. Baños y zonas de descanso preasignadas, y horarios de entrada y salida escalonados.
Viva Verdi, Viva Vargas, y VIVA todos los que trabajan en estos tiempos para que podamos seguir disfrutando de una función como la de ayer