Carl Tunner escribió:
el Sr. Gruberoviano que defiende que el teatro lírico debe participar al ciento por ciento de las "adaptaciones o modernizaciones" del teatro en prosa incluyendo alteraciones de texto y música. Parece olvidar mi querido forero, que en teatro lírico hay un apartado musical, que es el principal y que cae bajo la égida del Director musical, que es quien sabe de música, no el director de escena, que la mayoría de las veces no sólo no sabe de música, es que la desprecia. Por tanto, un director musical que se vista por los pies jamás permitirá al de escena que le corte ni una fusa de música o se la cambie de lugar. Alguien se imagina a un señor diciéndole a Riccardo Muti q tiene q cortar los coros de Traviata? No, porque sabemos acabaría en el río. Al Sr Gruberoviano le pueden parecer prescindibles, a mí me sobra hora y media de Les Troyens y dos de Meistersinger, a otro le sobrará el tercero de Rosenkavalier y a otro el dúo de las flores de Butterfly, pero todo esto es anecdótico. Las obras se debe intentar que se representen completas y, en cualquier caso, la parte musical es, o debería ser, absoluta potestad del director musical. Si el de escena fuera un Jean Pierre Ponnelle que conocía hasta la última nota de las óperas que montaba!!! Pero no, los Warlikowski, Bieito y compañía... Cero patatero.
Se pongan como se pongan, se avecinan tiempos de recursos y dineros limitados para la ópera y habrá que analizar y repensar dónde y en qué se gastan. Que se olviden los divillos de la escena de percibir esos dinerales y se va a volver a las esencias. Al canto y a la música como pilares principales y estoy seguro q la mayoría del público lo agradecerá.
No me pregunten mi opinión sobre el señor Muti, un señor que pontifica sobre Verdi como si hablase con él por ouija varias veces por semana, que a menudo invita a sus repartos a cantantes mediocres (porque, claro, en el fondo el divo es él), que intenta vendernos la moto de que Verdi es buen orquestador como si estuviésemos ante Strauss (¿alguien va a Verdi por la orquesta salvo en títulos muy concretos?) y que se apoya en la filololgía para aplicar criterios que, bajo mi punto de vista, restan más que suman al disfrute del aficionado. Me parece un tío con un morro que se lo pisa, la verdad.
Habla Tunner de que la ópera ha de volver a las esencias, al canto. El problema es que el canto hoy por hoy está como está. Cinco repartos CINCO de Traviata y solamente Lisette Oropesa y Marina Rebeka han hecho algo verdaderamente reseñable que fuese más allá de la mediocridad o la medianía. Me parece muy bien la idea de volver a la esencia del canto, el problema es que apenas hay con qué. Por eso yo digo que me agarro a la parte teatral: porque cada vez hay menos cantantes no ya que me emocionen, sino que me INTERESEN como para pagar por ellos. Esto es así.