Fui este sábado al Teatro Real para ver con unos debutantes este Trovatore, penúltima ópera de la temporada. Fuera estaba ya montada la parafernalia de la retransmisión con una hora de retraso sobre la real (o como se dice ahora, "de decalaje"), junto a la marabunta diseminada del Orgullo Gay. Buena temperatura (34º) y una humedad que horrorizaría a Alagna (16%). Sólo vi a Yago entre los de la Comunidad del Anillo y Otras Óperas.

El ponedor de escena estaba de huelga y se establecieron los servicios mínimos. Un paralelepípedo como torre de la Aljafería, unos paneles lumínicos como cruz y un fogón que se encendía compulsivamente es más o menos lo que dejaron. Menos mal que no se les ocurrió poner vitrocerámica o inducción.

Orquesta y coro sonaron bien, lo cual es muy meritorio, que Il trovatore no es Moses und Aron. Aquí si no se hace bien se nota.

Los solistas cumplieron en general, dejando una aceptable y disfrutable función. Se habría mejorado con Radvanovsky y Zajick, claro está, pero el elenco que vino no es desdeñable. De hecho, no son mucho mejores los de "Primera División". Semenchuk interpretó una buena Azucena, aunque con un volumen algo más bajo de lo que me esperaba, lo cual no fue ninguna merma a la hora de escucharla perfectamente. El canto más natural y fluido de cuantos estuvieron en el escenario.

El amigo de Hizan, Meli, hizo dos buenos primeros actos, con determinación y un volumen notable. Pero el tercer acto se le atragantó: primero con un "Ah si ben mio" poco musical y algo brutote, con pianos que no le salieron bien; y luego con un do final de la pira que ni dio, ni se acercó, ni pronunció, ni alargó, ni interrumpió. Luego mejoró aunque es verdad que se le notó un canto forzado.

También algo forzado Tezier, yo creo que para dar más volumen a su canto. Porque sabe cantar. No acabó "Il balen" a media voz pero la interpretó con mucha intención y belleza. Una buena actuación la suya, distinguiendo los momentos enérgicos de los amorosos. Maria Agresta llegó entera al cuarto set, digo..., acto (es la quincena de Wimbledon) y nos ofreció unos buenos momentos, sin eludir los filados y agudos con los que Verdi obsequió a su personaje. Es un papel que quizás le venga un poco grande porque se le nota al límite pero sale bien parada. Solvente como siempre Tagliavini en su corto papel.

Es que yo sólo pude escuchar en live streaming, la segunda parte del actoII (el tenor, prácticamente no canta) el acto III y la primera parte del IV

Ya comenté algo ayer sobre el directo o semidirecto de TVE2 en otro apartado, desde que lo escuché a partir del 2o acto
Reiteró, la escena pobre, barata y con los figurantes o coro parecidos a un film de Matrix. Una birria con el fuego de la pira dominando dicha escena siempre tan lúgubre.
Cierto vestuario, ridículo.
Meli, un Nemorino metido a Manrico, canta bonito y con gusto , por ejemplo el a si bien mío, pero luego se ahoga en ...la pira...
Pierde color y se le blanquea la voz en el registro agudo

Maria Agresta, una belcantista a la que le falta volumen o peso vocal para el rol de Leonora

Tezier y Semenchuk , solventes y los mejores de lo visto y escuchado por tve. ( aunque a la mezzo, le falta un grave màs rotundo )
Bien el experimentado Benini

Tezier y Agresta, mis preferidos.
El tiempo pasa...¡Qué cambio!
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Hoy he visto y escuchado la grabación de RTVE, a partir del segundo acto, porque llegué tarde. Dirige Benini, con su habitual eficacia. Tagliavini es un solvente Ferrando, aunque, claro, me falta su intervención principal. Tezier está muy bien de voz y delinea un De Luna más elegante que colérico (bueno, de todo hay) con una interesante versión de “Il balen”. Agresta y Semenchuck hicieron estos mismos papeles en Les Arts hace unos años. Naturalmente, las ví en directo, ambas me gustaron y en esta ocasión han confirmado el buen recuerdo que de ellas tenía. Y queda Meli. Tiene una generosa dosis de “italianitá” (cualidad que, personalmente, aprecio mucho) tanto en el timbre (precioso) como en el fraseo. En “Ah, si, ben mio” hace bastante bien las agilidades en “parrá”, aunque en el resto está algo irregular. Pero ¡Ay! no puede con los agudos de la “Pira”, que le quedan cortos, descoloridos y calantes, sobre todo el primero. Y eso a pesar de haber bajado de tono el aria, según ha confesado en una rítmica revista (y encima se ríe). ¿Es justo que dos momentos puntuales desluzcan una actuación entera? Pues no, pero estas cosas pasan en la Ópera, sobre todo teniendo en cuenta que esos dos momentos son los más esperados de la obra. La producción, llena de absurdos e incongruencias. Un bodrio de esos que tanto abundan ahora.

Para los que no lo vieran, los que no puedan o no quieran ir a Madrid:

https://youtu.be/NUkx5wy16zo

Para no dilapidarlo, aquí el Ah si ben mio estuvo mejor unos años atrás:

https://youtu.be/WffQum7lpBE

Los cantantes tampoco son máquinas.

Bueno, lo peor de Meli ( y no vuelvo a hablar de él) es una técnica de emisión, no sólo en los agudos, sino también en el centro, bastante equivocada, dejada totalmente al azar; es decir que dejándolo al azar, una vez te sale bien y tres mal. La respiración tampoco es para tirar cohetes.Otra cosa es que tenga timbre bonito, acento vibrante, cierta musicalidad y buenas intenciones.

La vi el sábado, en cine (en este caso en teatro, con sonido algo opaco pero aceptable). De acuerdo en líneas generales con lo dicho, salvo sobre la dirección musical: es cierto que el señor Benini tiene oficio y acompañó con mimo a los cantantes, pero a su lectura, para mi gusto, le faltó en general intensidad y garra, con algún tempo más moroso de la cuenta y numerosos ataques más bien flácidos. Las cabalettas me parecieron especialmente deslucidas. El final le quedó bonito, todo sea dicho. Tampoco estoy tan contento con los coros como la mayoría de ustedes: entre la batuta de Benini, las voces y ese vestuario entre Iluminati y tripulación de Star Trek, uno de los cori di zingari más sosos que recuerdo.

En cuanto a los protagonistas, coincido bastante con Tip. Semenchuk la mejor, aunque esperaba algo más de ella en el final. Tezier más que solvente. Y Agresta y Meli supieron potenciar sus virtudes y maquillar sus carencias, siempre que corramos un tupido velo sobre La Pira (cuya pifia fue más allá de los dichosos agudos). No son voces de hojalata (la de Meli es la más problemática, pero tampoco es un indocumentado). El problema, a mi juicio, es doble: primero, que este sea uno de los mejores repartos disponibles en la actualidad para esta obra, y segundo, que todos ellos (me) transmiten una notable falta de convicción. Pongamos el caso de Tezier: ¿de verdad creen los sabios del foro que se necesitan más medios y más técnica para crear un conde de Luna emocionante? ¿Por qué entonces terminamos unos cuantos (también compartíamos asiento operófilos y debutantes) con la misma lacónica conclusión de “la ha cantado bien”? Sin más. ¿No siente mi admirada Despinetta que cantantes como Tezier o Agresta parecen, en este tipo de papeles, más finalistas de un concurso de canto (de un gran concurso, no se me malinterprete) que actores? Y eso, en esta antología del disparate romántico que es Il Trovatore, resulta una muy mala receta para ganar aficionados. Porque Il Trovatore o se hace a tumba abierta, con chulería, o mejor pasamos a otra cosa. Para marcar distancia respecto a la “chifladura decimonónica” ya tenemos a registas como el tal Negrín, que no merece más comentario (aunque no debería perdonarle nunca lo que ha hecho con Zaragoza ).

Lo que siento, además, que necesitaban mucha imaginación para moverse en ese amplio espacio vacío. O la solución final de Agresta sujeta por la (permanente) gitana, después por Semenchuk y después a Meli.
Tezier es bueno, pero un prodigio de imaginación, pues no. Y recuerdo que agresta maravilló a este foro cuando cantó en Valencia el mismo papel. No la oí yo pero es indudable que conoce el personaje, no es ninguna debutante. ¿Qué pasó? ¿El tiempo? Puede ser ¿La escena? Desde luego. señores, mi primer "Trovador" fue el de la Arena de Verona, con Bonisolli, Zancanaro, Plowright y Cossotto.
Por cierto, a los coros apenas se les oía (probablemente, porque estaban atrás todo el rato). Y al iluminado escénico, un cero.

Eso también, pero aclaro que cuando hablo de "actores" me refiero sobre todo a actuación canora. Bergonzi era tan marmolillo como cualquiera de los cantantes de su generación y carecía de la testosterona de un Corelli, pero su Manrico me parece un prodigio de interpretación actoral. Por poner un ejemplo.

Les pregunto, porque seguí la transmisión...Y el sonido no era bueno, se escuchaba bastante mal.
De esa imaginación, también, faltó (el conde de Luna, únicamente, pero con un personaje maniqueo, de malo malísimo y Semenchuk, pero con carencia de graves, mal asunto para la "gitana" trovadoresca). Y en la dirección musical que, desde luego, cuidó a los cantantes pero faltó brío.
Vaya, especifico:
https://www.youtube.com/watch?v=GECQwdlswpE

Yo tuve la suerte de ver a la Cossotto como Azucena . Fue una de las primeras veces que fui a la Scala cuando era un chaval. Además, en el reparto estaban: Flaviano Labò, Rita Orlandi Malaspina, Licinio Montefusco, quien, a pesar de gallear el agudo en " il balen del suo sorriso" hoy sería el número uno. Ferrando era Ivo Vinco. Ojalá tuvieramos ese reparto! Por cierto, Labò sustituía a Bergonzi.

Afortunado.
La que recuerdo en vivo en el Liceo, fue con el reparto siguiente:
Mauro, Chiara, Saccomani, Cossotto, Ivo Vinco, dirigidos por Armando Gatto, allá por marzo de 1987.
¡Qué temporada aquella!

En el viejo Liceo un par de años antes del incendio ( 1991/92) y con cantantes buenos pero no estrellas, se presenciaron unos TROVATORE notables , dirigidos por Lamberto Gardelli y aún recuerdo con satisfacción : las 2 sopranos fueron Aprile Millo y Michele Crider, las 2 Azucenas, Dolora Zajick y Nina Terentieva, los 2 Manrico Ermanno Mauro y Dennis O'Neill los dos Luna, Pons y no recuerdo el otro
Que grande la Millo!!!