Función acabada harà una media hora, de la que estoy escribiendo en la tableta nada más llegar a casa
Breve seré porque no soy amigo del barroco ni de la tipología de voz de contratenor. Pero tenía interés de escuchar a Oropesa que debutaba rol y debutaba en el Liceo, así como visualizar un poco el trabajo de Güth, normalmente un buen regisseur
Pues bien, de este Haendel tan largo ( unas 3 horas 50’ ), puedo extraer de esta Rodelinda que jamás había escuchado y que era estreno en el Liceo, coproducción ya vista en el Real :
Buen trabajo y con notables ( y a veces excesivos ) movimientos actorales, traslado a la época actual y con una mansión georgiana de la campiña inglesa, siempre en movimiento y giratoria, donde transcurre toda la trama, lugares cerrados y otros abiertos, con un supuesto jardín y algunos dibujos proyectados a base de ordenador sobre muros o incluso sobre el telón ( como por ej., la ascendencia y descendencia de Rodelinda, en una especie de pictograma genealógico ). Guth que expresa una montaña de sentimientos con notable fuerza teatral, coloca como eje de la trama al hijo Flavio, que no para de moverse y soñar siempre en un rol mudo
De la orquesta, reducida a una apenas treintena de músicos en el foso y con el refuerzo de especialistas barrocos ( como la concertino Lina Tur , el clavicembalo de David Bates, el cello de Guillaume Terrall ), ha sonado pulcra , con bastante buen sonido y quizás ha sido uno de los escasos buenos trabajos de Josep Pons, alguna parte con excesiva recreación, pero pareciendo al menos un Haendel correcto
De los cantantes, la protagonista Lisette Oropesa que sí se le escuchaba perfectamente , con una voz sin problemas de volumen para esta Rodelinda ( ayudaba también , la apenas treintena de músicos en el foso ), cantó dos primeros actos de nota, con un gusto y musicalidad exquisitas, expresiva siempre tanto vocal como escenicamente, dominio de la coloratura y de los trinos ( excelente su aria del 2o acto “ Ritorna o Caro “ ), muy sentida y extendiendo el fraseo con numerosas variaciones tanto en notas ascendentes como en notas picadas; sin embargo y no sé si por algo de cansancio, en el último acto evidenció o me lo pareció, con algún problema de afinación en momentos muy contados Que vuelva pronto y a poder ser, en belcantismo romántico, je..je.
No me gusta como he dicho la vocalidad del contratenor y en esta ópera hay 2, el Bertarido ( Bejun Mehta ) y el Unulfo ( Gerald Thomson ). Este último correcto y dominando las agilidades, aunque con algún problemita de estridencia en el el agudo Bejun Mehta ya es otra cosa, domina el rol y es un especialista en Haendel : agilidades, trinos, detalles de gusto en todo momento, dominando y destacando en sus arias, excelente su aria final de bravura “ Vivi, Tiranno “, cayéndole estentóreos bravos después de sus intervenciones ( a ver si había club de fans! ). Lo bueno es que no solo es un estilista, sino canta y desplliega virtuosismos de manera fácil, sin esfuerzos Del resto, no me gustó demasiado el barítono Gianluca Margheri ( Garibaldo ), con un timbre escasamente brillante, aceptable el tenor Joel Prieto para este rol del “ malo” y usurpador Grimoaldo que tiene un buen control de la coloratura y conoce el estilo Sacha Cooke , mezzo que cantaba la Eduige, tiene buenos graves aunque su proyección a partir del centro, muestra agudos cortos y a alguna vez estridente
Función bastante pues exitosa y con muchos bravos finales ( para quienes le guste este repertorio ), pero reconozco que ha sido un buen trabajo vocal, escénico y orquestal, de conjunto , destacando evidentemente y por encima del resto , las figuras de Oropesa y de Mehta
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