La señora Ailyn Pérez cantó su arietta Gaie comari di Windsor! é l'ora!, donde los acordes recrean el ambiente de risa a que llevará la escena cuando Sir John caiga.

Algunos golpes guturales innecesarios, pero salió avante.

Sir John inicia un galanteo poco galante con Alice, que debe seguir la corriente, para así lograr su planes.

El señor Maestri se lanza ahora a frases un poco más sutiles: Quand'ero paggio

La situación empieza a complicarse, con la llegada de Quickly, que anuncia la llegada de Meg, por lo que el gordito debe esconderse detrás del biombo estratégicamente colocado.

Aparece Ford furioso en busca del bribón en las infidelidades, logrando el maestro Verdi que la acción transcurra fluida a la ve que da un espacio para los enamorados.

Sir John está que se ahoga, pero poco importa, porque hay que darle unas palabritas a los amantes.

Gran manejo de situaciones.

Sir John ha sido arrojado en la cesta por la ventana y concluimos así estos entretenidos actos primero y segundo.

Vamos al acto final.

El señor Maestro cantó el aria Va, vecchio John, va, va per la tua via, llamando a compasión al respetable por su situación, para ser abordado inesperadamente por Mistress Quickly, para hacerle creer que Alice aún está prendado de él.

Ford mantiene la idea de casar a su hija con el doctor Caius, pero la astuta Quickly se ha enterado de los planes. Aquel se verá burlado cual Pasquale con Ernesto y Norina en un ambiente nocturno.

El maestro Verdi no olvida a sus tenores y le regaló una página medio solista al Fenton: Dal labbro il canto estasiato vola.

Preludiado por una hermosa música que combina el llamado de los guardabosques con el aire nocturno.

Sacó la tarea Demuro con su agradable vocina, que luego se deslizó a un duetto con la señorita Golda Schultz.

Sir John afectado por sus propios miedos, tiene tiempo para creer en hadas y similares, lo que aprovechan las damas para su trama.

Hermosa la arietta de las Reina de las Hadas: Sul fil d'un soffio etesio, casi que estamos escuchando el ambiente de Britten en su Sueño de una noche de verano.

Sir John dentro de su desesperación, defiende empecinadamente su obesidad y aunque descubre la burla, ya ha sido él el burlado.

Más la acción tiene su giro y ahora el burlado es Ford, dando en matrimonio a su hija Nannetta con Fenton, sin saberlo, de lo que se burla Sir John, en medio de una música ligera y juguetona.

Cerramos con la famosa fuga Tutto nel mondo é burla, que parece fácil ejecutarla, pero todo lo contrario.

Una filosofía muy particular, con la que el genio Verdi cierra sus creaciones en el mundo operístico.