Oasis escribió:
Pues un servidor ha debido de ver otra función. Attila es una ópera que de las tropecientas versiones que tengo, creo que ninguna es completa, redonda, cuando falla el tenor es el barítono, o cuando falla el bajo le acompaña la soprano, en fin. Esta no podía ser de otro modo. Empezando por el gran, por el inmenso, por el excepcional Chailly, escuchando la obertura, que creo que con Rigoletto es de las mas cortas que escribió Verdi, pero de una intensidad brutal, hizo una versión pesante y soporífera. Sólo vi el prólogo y casi el primer acto, después apagué la tele porque me estaba entrando un sopor enorme. Que Ildebrando sea Attila, es un oxímoron, y el ¿barítono? para echarle de comer aparte. Saioa no estuvo mal en la endiablada aria y cabaletta de salida, con algún agudo cuasi gritado. Y en cuanto a un coro como el de la Scala, yo lo consideraba como el máximo exponente de un coro de ópera, pero el desajuste al finalizar su intervención antes del duo Ezio Attila, me demostraron que también son humanos y no siempre aciertan. Saludos.
amigo Oasis , pareces el “ corresponsal “ de los della Grisi!
Claro que hoy en día, Ildar ( Bajo barítono más que Bajo ) no es ni Ramey, ni Christoff, ni siquiera el bueno de Giaiotti, pero es lo que hay
Ni el barítono Petean, no es por supuesto, ni Milnes, ni Zancanaro
Ni Saioa es la gran Dimitrova, ni la poderosa pero irregular Gulin
Ni Sartori, tampoco es un profesional de la talla de Todisco siquiera
Y que Chailly no es tampoco un verdiano de pura cepa como Muti
En el Liceo a finales delos 80s, el último Attila que se representó fue muy notable salvo el barítono que se quedó casi sin voz, en medio de su cabaletta : Nesterenko, la gran Dimitrova, Nuncio Todisco y Salvadori ( este, en la siguiente función fue sustituido por Zancanaro )
) completa, a diferencia de lo que ocurre en el hilo de fútbol, en esta ocasión coincido totalmente con Oasis. Chailly está moroso, lentorro, mortecino... y sí, pesante, sin el fuego y la tinta risorgimentale que es fundamental en Attila. Tenía claro que Chailly (que el pasado año abrió temporada con un Chénier fabuloso) buscaría hacer algo distinto por su concepto musical, por temperamento y porque no puede rivalizar con Muti en su terreno en esta ópera. Lo que sí logra el gran maestro MIlanés en Giovanna d'Arco (en la que estuvo sobresaliente, una obra que siempre ha amado desde su época de Bolonia), sacar a relucir momentos insturmentales bellos y depurados, que en principio no se aribuyen al Verdi temprano, no funciona en Attila, que es otra cosa. He detectado detalles, por supuesto, el sonido es espléndido, la transparencia...., pero en Attila, la ópera de las cabalette, del "compositor con casco" que dijo Rossini, del "Avrai tu l'universo resti l'Italia a me", del "Rivivrai più superba più bella della terra dell'onde stupor" del "Sovra l'ultimo romano tutta Italia piangerà"... eso no es lo principal. Lo es la suprema tensión, la energía rítmica, el fuego teatral, la grinta... Ni siquiera en momentos como la obertura, ni en la introducción al "Liberamente or piangi" supera a Muti, que además, es teatral y vibrante desde la primera a la última nota algo fundamental en Verdi y en Attila. Es que uno escucha la salida de Odabellea "Allor che i forti corrono" y la orquesta letárgica, un acompañamiento tan caído, que uno piensa "Esto va arrancar o no es Attila o no es Verdi o qué es esto"