Esta opera fue escenificada en el Teatro Nacional de Costa Rica. Musicalmente logro ser un espectáculo bastante bueno; la orquesta demostró aplomo y musicalidad, acompañando a los cantantes con propiedad y los cantantes en general cumplieron a cabalidad, aunque el cantante que interpreto al personaje principal tuvo altibajos en su desempeño, no es que lo hiciera mal , sino que no estuvo a la altura de un personaje mozartiano. Punto aparte, fue la dirección escénica que estuvo desastrosa, los acabados escenográficos daban la impresión de estar hechos a la carrera y sin el menor gusto estético,y esto que la producción costo 60.000 dólares, si yo fuera el ministro de Cultura, hubiera ordenado una auditoria y los demandaría por los pobres resultados
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