Digamos que la amarra al cabecero de la cama y le mete la mano por debajo del vestido, si uno entiende que hay sexo o no es asunto de cada uno.

Cierto, aunque te tienes que fijar. Es decir, nada de desnudos ni cosa por el estilo. Algo típico de los ponedores: a Lucía se la "disputan" Edgardo y Arturo, pero es Enrico quien le mete mano.

Función ayer del segundo reparto, que fue por los mismos vericuetos que los que mencionó el Sr. de Hentzau hace unos días, por lo que no me repetiré. Oren con sus buenos momentos sigue decepcionando en global, Jordi bastante mejor de lo esperado aunque con sus mimbres, Gimadieva bien sin alaracas, bastante bien Jhi y del Cerro, decente Mimica y claramente deficientes Piazzola y Pinchuk.

Con respecto a la Oropesa, el amigo que está yendo a todas sus funciones me comentó que efectivamente el domingo 1 estuvo casi al nivel del estreno, muy superior a la del jueves pasado que vimos el Sr. Tunner, el Sr. Nacho y un servidor. Está claro que erramos la función

Me alegro por la Sra Oropesa y por todos los que pudieron asistir a la función del domingo. Ojalá hubiera asistido el día del estreno o el domingo

Encantada de la vida salí yo ayer. Está claro que la valoración depende mucho de las expectativas... Hasta la puesta en escena no me disgustó.

Me llama la atención que se comente tanto la famosa escena de la mano bajo la falda. No sé si es que al barítono se le fue el santo al cielo y cuando se acordó casi no le dio tiempo, esperaba otra cosa y agradecí no ver lo que esperaba (volvemos a ver lo importante que son las expectativas).

Me gustaron, y mucho, tanto Jordi como Gimadieva. De menos a más, muy bien ambos en sus escenas principales. Jordi mostrando un gran gusto y sentimiento. Gimadieva con dificultades en las agilidades pero con un timbre precioso. Mímica y Shi también muy bien. Especialmente de agradecer me parece tener un buen Arturo. Mezzo y barítono para el olvido. Coro sensacional. La dirección de Oren tampoco me disgustó. No me pareció pesante ni aburrida como se ha comentado. Podría ser mucho mejor, claro que sí, pero en conjunto acompañó bien.

Después de haber visto lo que hemos visto esta temporada con obras maravillosas de repertorio como Carmen, La boheme o Aida, me ha resultado un soplo de aire fresco y ¡qué narices! Una gozada.

Así que voy a intentar leer solo opiniones negativas de Oropesa, a ver si el sábado disfruto todavía más.

Editado: VENDIDA

Gracias.

Con la autorización de los moderadores, comento aquí que he abierto un hilo para vender una entrada para Lucia este sábado día 7.

La compré hace muchos meses pero por cuestiones de trabajo y como tengo que ir desde Málaga, no podré asistir.

Es una entrada del área E de las ya agotadas, visibilidad óptima para el primer cast. Si alguno está interesado o conoce a alguien que lo esté, os enlazo el hilo del subforo correspondiente.

viewtopic.php?f=15&t=18620

Envidia me da leer las cosas buenas que habéis puesto.

Saludos y gracias.

Genial función del primer reparto, con una pareja protagonista de primer nivel el día 4.

Javier Camarena ha sido el indiscutible triunfador de esta noche. El suyo es un Edgardo de voz poderosa, que capta el pathos romántico del personaje. Esta vez su voz ha sonado bellísima,  con una agilidad tremenda y marcándose tres espectaculares sobreagudos: al final del dúo con Lucia, al final del acto segundo y uno en la primera parte del Tu che a Dio. Además, su actuación apasionada me ha dejado sorprendido, demostrando la ira y el despecho de un Edgardo traicionado por su amada. Impresionante en la escena final, donde se marcó un Tu che a Dio memorable, con una capacidad de legato increíble. Al nivel de sus gloriosos Puritani de hace dos años.

Lisette Oropesa ha sido una gran Lucia. La voz  tiene una belleza destacable. Los trinos,  como se ha dicho anteriormente son de manual y sabe manejar el vibrato. En el Quando rapito in estasi mostró  unos bellos pianissimi, aunque es cierto que a veces el agudo puede no tener mucho volumen. La escena de la locura fue de gran nivel, y para el recuerdo el legato maravilloso que hizo en el Spargi d'Amaro pianto.

Roberto Tagliavini fue un gran Raimondo,  diferente al de Mimica. Excelente voz y presencia, con un racconto en el acto tercero memorable.

Artur Rucinski tiene una voz grande, pero no me pareció ni peor ni mejor Enrico que Piazzola,  incluso a veces la voz se hacía gutural. Así las cosas, el nivel fue bueno, especialmente en el final de su primera escena.

Yijie Shi fue de nuevo un gran Arturo, igual que Alejandro del Cerro un Normanno tétrico y de voz enorme. Marina Pinchuk estuvo un poco floja como Alisa.

Esta vez sí me ha gustado la dirección de Daniel Oren, aunque podría mejorar. Ha sido vibrante y en muchos momentos ha logrado una gran tensión dramática con la orquesta. Por primera vez suena una Lucía con armónica de cristal. Curioso sonido el que le da a la escena de la locura, estando nosotros acostumbrados a la flauta. Es un sonido más tétrico, conveniente a la escena y al montaje.

El coro, divino como siempre.

Sobre la puesta en escena abundaremos pronto, ya que volveremos a ver el segundo reparto.

Respetando todas las opinones, celebrando que la gente descubra Lucia y disfrute con esta obra maestra y hasta dibujando la sonrisa ante el conato de "rebelión de los modestos", me veo obligado a haber unas puntualizaciones que no están sujetas a debate:

-Que Donizetti quería un tenor más robusto que superara los tipos Rossinianos o el tenorismo alado y astral de Rubini es algo indiscutible. Está ratificado por William Ashbrook, el mayor especialista en el Bergamasco, pero sobretodo, por la escritura del papel, mayormente central, y casa con el antecedente Verdiano que constituye el Edgardo en particular y toda la producción Donizettiana desde que el Bargamasco adquiere ya toda su personalidad y cumbre creativa. Y es sabido que Verdi más bien despreciaba los tenores di grazia. Cuando se habla de un tenor más robusto, no quiero decir un Mario del Monaco o un Hans Beirer, oigan, ni que sólo cante en forte, no sepa emitir con morbidez ni apianar. De hecho, en el Ottocento se consideraba que un cantante "gridava" si no sabía cantar piano. Y eso valía para Bellini, para Donizetti, para Mercadante y para Verdi.
Camarena, que tiene sus virtudes y así las he señalado, es vocalmente un poco más que un contraltino. ALfredo Kraus, prototipo de Edgardo no era Corelli, pero exhibía un mayor peso vocal, proyección y squillo que el mejicano (de fraseo, mejor no hablemos). Si alguien no es capaz de apreciar que Alejandro del Cerro, Normanno, el tenor partichino de la función suena con mayor calibre vocal que Camarena o que de ALfredo Kraus (para eso hay que haber llegado a escucharle en vivo, claro) salían tres Camarenas, pues ya es un problema de oído y no puedo hacer nada para solucionarlo.

-Yo la verdad no quiero ofender a nadie, pero no se puede decir que la voz de Lisette Oropesa es bella, no lo es bajo ningún concepto. Es un timbre genérico e impersonal, muy justo de riqueza, otra cosa es que la mayoría de los de la edad de hojalata del canto lo sean. Es una cantante de la que hay que destacar el control, el concepto del legato, los reguladores, la buena coloratura (no deslumbrante), especialmente los trinos, pero no destaca ni por calidad tímbrica ni por personalidad interpretativa.

Señor Turnner, habla de Oropesa o de Yendé. A la sudafricana la ví recientemente en el papel y la está describiendo totalmente.

Sin tampoco quererle ofender, para nada estoy de acuerdo con su opinión. Las Lucias verdaderamente mejores murieron, están retiradas o a punto de hacerlo (Devia, Anderson o Gruberova) . Y muchas de las que todavía circulan más valdría que dejaran de hacerlo (Damrau, Ciofi, etc.).

De todas las que he escuchado me quedo sin duda con Oropesa y con Netrebkco.

Si alguna no está en la lista, es porque no tengo argumentos. De Oropesa tampoco los tenía, pero lo que le ví hacer a esa señora el domingo pasado la sienta en el Olimpo al lado de la reina rusa,.... sin dudarlo

Bueno, Yende tendrá muchas de las características que comenta Tunner, pero yo creo que personalidad interpretativa sí tiene. Lo que pasa es que de momento no le ha cogido el punto a Lucia, estuvo mucho mejor en el Elisir d'amore o en el Barbiere, para mí gusto.

En cualquier caso para Lucia hoy en día también está Jessica Pratt.

Para mi Lucía es una ópera a la que sí le viene bien unas voces con empaque, ya que más que fijándonos en los cantantes del estreno donde los tenores de esa época, cuando la técnica del agudo estaba rediseñándose ,nos pueden llevar a muchas confusiones o incongruencias, sino más bien por el carácter del personaje, partitura, instrumentación, estilo de los recitativos, etc, pueden venir bien voces de fuste con agilidades para ella y mucha finura y clase para él. Independientemente de que un ligero o ligera superclase puedan hacer maravillas.

Aunque la pareja protagonista puede no ser ideal, creo que Camarena un lírico ligero pero con el agudo muy consistente y timbrado no ofrece ninguna merma especial, más allá de algún pequeño fragmento más central o algún punto del recitativo más dramático. Me gustó más en I Puritani y aquí en el Tu che a Dio un poco exagerado podría reconducir su interpretación hacia algo más fino. En todo caso una gran interpretación a pesar del vestuario. (Qué difícil es llevar faldas)

En cambio Oropesa sí me pareció que la voz aunque perfectamente manejada quedaba algo pequeña. Además no siempre cantaba al borde del escenario y el agudo tampoco crecía de sonoridad, son agudos bien resueltos pero pequeños.

A pesar de lo dicho ya podríamos tener este nivel de cantantes en todas las funciones.

Coro muy bien, la dirección también me gustó a pesar de algún momento desesperante en lentitud.

Agradezco la intención de la puesta en escena de aumentar el interés teatral, pero han patinado con bastantes cuestiones, como la escena del incesto de indudable mal gusto y metida con calzador, así como un exceso de movimientos y elementos que aportaban poco y distraían en las arias más relevantes de la ópera que en el belcanto requieren un foco más centrado.

Una Lucía muy interesante aunque no desbordante de emociones.

No he visto la tal función pero a mí, a priori, el hecho de que Lucia sufra abusos sexuales por parte de su hermano no me resulta una idea chocante; al contrario, abunda en la idea de que el jefe de clan considera a sus mujeres como un patrimonio del que disfrutar o, en ciertos casos, con el que negociar para obtener ventajas políticas. No se trata de un incesto sino de pura y simple “cosificación”, característica muy acorde con el personaje; Enrico se distrae torturando a su hermana ( por supuesto sin usurpar las funciones conyugales) porque para él no tiene más valor que una campesina, criada, nodriza, etc.

Función de ayer, día 4.
Es de lo mejorcito que he escuchado en el Real en mucho tiempo, por supuesto. Ha sido una gran Lucía;pues no.
A la voz de Oropesa, le falta cuerpo y entidad. Y en un papel así, personalmente me deja a medias.
El gran triunfador, un entregadísimo Camarena.
De toda la función, me quedo con el sexteto.

Después de 17 años, vuelve al Teatro Real la obra magna de Gaetano Donizetti, Lucia di Lammermoor. Prácticamente cerrando ya la temporada. Había ganas de ver esta gran tragedia lírica, con dos repartos muy bien cuidados. Tras ocuparnos ayer del primer reparto, hablaremos del segundo, al que he visto en el ensayo general y el día 5 de julio.

El ensayo general tiene un clima distinto al de una función normal, aunque se presume que los artistas la representen como tal. Siempre se prevé que se reserven un poco o quizá mucho, aunque al parecer han de involucrarse al máximo para tener un punto de partida en las funciones.

Para esta ocasión, se ha traído una producción procedente de la English National Opera, dirigida por David Alden, habitual en el Teatro Real. De todos los trabajos que se han visto de él en Madrid, este me ha parecido el mejor de todos. Alden vuelve a utilizar la idea de ambientar las obras en edificios en estado de abandono y de teatro dentro del teatro. El telón se abre y nos muestra a Lucia reposando asustada en su cama al cuidado de Alisa, para dar paso a la primera escena, un salón blanco en declive. El vestuario de los personajes y el coro presenta colores oscuros, como el negro o el gris, y el blanco, para recrear la atmósfera asfixiante de la sociedad que enfrenta a las familias enemigas de los protagonistas; ambientándolo en el siglo XIX. Luego ese salón ruinoso da lugar a una habitación en la que hay un enorme ventanal tapado por una cortina, iluminado por la luz del día, en el que Lucia y Edgardo interactuarán en algunos momentos. En el final del acto segundo, a partir de la entrada solemne de Lucia, la irrupción de Edgardo y la desesperación de ella, que terminará cantando el sexteto tumbada en la mesa.

La escena de la locura es bella y terrorífica a la vez, ya que vemos al coro sentado presenciando cual público teatral a Lucia subida al pequeño escenario, cubierta de sangre e interactuando con el cadáver ensangrentado de su esposo, creyendo que es Edgardo, y al acabar el coro finge aplaudir, casi en sincronía con el público real.

Sin embargo, también hay momentos de incongruencia como que mientras Enrico y Lucia cantan su dúo en el acto segundo, éste saque juguetes de una caja, o que los invitados a la boda además de flores, también muestran fotografías; por no hablar de que en el dúo Se tradirmi tu potrai Lucia es atada a la cama por su hermano y luego éste mete la mano dentro de su vestido, lo que pudo sugerir algún abuso en el pasado. O en el dúo en la torre de Volferag (aquí una casa abandonada y vacía en plena tormenta, casi una nave industrial) algunos invitados de la boda borracho le dan una paliza a Edgardo mientras Enrico canta, o el tratamiento del final de la obra: en la que transcurre detrás del escenario del pequeño teatro, donde las fotografías sustituyen a las tumbas de los antepasados de Edgardo. En la escena final, Enrico deja una pistola en el suelo que tomará Edgardo para suicidarse, pero no muere cerca de su amada, sino a cierta distancia de ella (que yace en una silla), con su cadáver pateado por su rival.

Alden trabaja la inocencia de la protagonista, vistiéndola como una niña, una adolescente que despierta al amor y es obligada a un matrimonio de conveniencia para salvar su linaje. El personaje de Enrico, destrozado por la situación de su hermana no termina de redimirse, porque sigue creyendo que el amado de su hermana es la causa de sus desgracias y ultraja su cadáver, lo que le envilece. Al ambientarla en una mansión de ambiente victoriano del siglo en que la obra se compuso, el director de escena intenta transmitir el agobio y la opresión que se sentía por vivir en la misma, además de darle un tinte de narración gótica mayor del que ya la obra originalmente tiene.

Daniel Oren ha realizado un buen trabajo con la orquesta, aunque se reservó al principio. Sin embargo escenas como la segunda del primer acto o desde el sexteto hasta el final del segundo y todo el tercer acto han estado a un gran nivel. Excelente el trabajo del coro, que se llevó un sonoro aplauso en su intervención anterior a la escena de la locura el día del ensayo, pero no el día 5 ¿será que el público no conoce esta parte?

La pareja protagonista empezó con alguna reserva, pero ha salido airosa del desafío el día del ensayo general. El día 5 cantaron maravillosamente.


Venera Gimadieva tiene un buen material vocal, y al principio la voz suena bellísima, aunque si va muy al sobreagudo puede llegar a calar. Entró en calor con un buen Quando rapito in estasi, aunque el agudo al final del segundo acto le supuso un gran aprieto, ya que llegó a calarlo. Pero en la escena de la locura logró ganarse al público con una interpretación conmovedora, para la que pareció guardarse, donde la voz sonó deliciosa y la coloratura digna, aunque al final de Spargi d'amaro pianto el agudo, aunque bello, parecía estar un poco forzado.

Ismael Jordi es uno de los tenores españoles de mejor trayectoria internacional. No defraudó, ya que la voz es muy hermosa, aunque como su compañera puede ponerse en algún apuro al ir al agudo. Su entrada con el Lucia, perdona sonó realmente poderosa, y se mantuvo muy bien en el dúo. Se guardó para el final, con un Fra poco a me ricovero en buena forma, y un Tu che a Dio spiegasti l'ali excelente, especialmente maravilloso al cantar en piano parte de la segunda mitad.

Simone Piazzola como Enrico cantó de manera a caballo entre regular y digno, aunque la voz a veces sonase de forma desangelada y con una emisión poco cuidada. El que ha sido una auténtica revelación ha sido Marko Mimica como Raimondo: una potente y bella voz de bajo profundo que requiere la autoridad del personaje.

Yijie Shi repitió su gran Arturo, lo mismo que Alejandro del Cerro su potente Normanno. Sobre Marina Pinchuk, la voz no sea quizá la mejor para Alisa, pero al menos tiene unos agudos que se dejan oír en el concertante final y no son tan malos.

Dos repartos consolidados, para el esperado regreso de una de las cumbres del género, después de muchos años. A diferencia del primer reparto, el segundo el día 5 fue aplaudido calurosamente pero no con la misma intensidad. Pese a todo, el público ha disfrutado en todas las funciones y creo que (sea reparto 1 o 2) estamos ante la mejor producción de repertorio de la temporada y una de las mejores que ha traído Matabosch.

Entonces estamos de acuerdo. Las Lucias verdaderamente mejores están retiradas o a punto de hacerlo, pero los que las hemos visto en directo cantando el papel nos las podemos borrar de nuestro cerebro y es inevitable que nos fijen un nivel a la hora de apreciar cualquier intérprete del mismo.

Si el debate que se plantea es que Oropesa está entre las mejores Lucias de la actualidad se lo puedo comprar. De hecho, después de verle como Gilda, que me gustó mucho, al enterarme que se iba a programar el capolavoro Donizettiano, esperaba que fuera una de las intérpretes. Luego se ha visto que Lucia es mucha Lucia. Eso sí, insisto, es una soprano a la que hay que valorar por la pericia y control con la que maneja un material más bien modesto.
Dado el estado del agudo y la coloratura de Damrau las últimas veces que la he escuchado, no me cabe duda que Oropesa es mejor. Ciofi ya ha dicho todo lo que tenía que decir en este papel y, reconociéndole sus méritos con esa voz tan pobre, no me entusiasmó precisamente cuando se lo ví en directo. En cuanto a Yende sólo la he escuchado en vivo en la Gala del 50 aniversario del MET, quiero esperar a verle Lucia u otro papel de enjundia (La oportunidad más cercana será Puritani en Barcelona). Respecto a Jessica Pratt, otra voz limitada de caudal y una cantante ausente en lo interpretativo, me ha gustado en Rosmonda d'Inghilterra y Amenaide de Tancredi, mucho menos como Gilda y Adina. No la he visto como Lucia.