Pues yo también estuve en la última función de esta Lucia, el viernes 13, y quedé muy sorprendido, porque fui a ver la obra sin ninguna referencia, sin leer las críticas de los periódicos, sin leer los comentarios del foro...Y me encontré con cosas muy inusuales.
Primero, lo del sexteto. Tras un sexteto bueno, pero ni mucho menos excepcional, al cabo de un rato, yo dejo de aplaudir y compruebo sorprendido que el público, casi de forma unánime, sigue aplaudiendo enfervorecido hasta lograr el bis. Al comenzar el bis, un espectador indignado, con una voz fuerte que debieron oír hasta en el escenario, gritó ¡QUÉ VERGÜENZA!. Siseos, murmullos...Y yo preguntándome ¿pero qué pasa aquí? Ahora que conozco el tema, me uno a los que opinan que los bises no se pueden ni regalar ni planificar de antemano.
Otra sorpresa fue Lisette Oropesa. Me sorprendió positivamente, porque a pesar de su poco volumen de voz y de la gran dificultad del papel, lo solventó con nota. Muy buen fiato, excelentes trinos, incluso me gustó en el aspecto interpretativo, lejos del hieratismo inexpresivo y estático de algunas y lejos también de la sobreactuación de otras estilo Ermonela Jaho.
Y por último, me sorprendió, muy negativamente, la puesta en escena. En los tiempos que corren es difícil destacar negativamente en este apartado, pero esta vez lo han logrado. Un escenario cutre y feo, de color gris y blanco sucio, quizás válido para hacer una "Otra vuelta de tuerca" de saldo o algo por el estilo, pero impropio para escenificar una de las mejores óperas de la historia. Una iluminación que no aportaba nada ni en plano estético ni en el dramático pero que producía unas grandes y feas sombras muy molestas...De lo del incesto mejor ni hablar. Hoy es imposible que no se introduzca en cualquier obra un elemento violento o sórdido de forma gratuita. En fin, el día ideal para estar en una zona de visibilidad limitada.
Bien, como siempre Camarena, aunque estos papeles no son para alguien tan ligero. Es curioso ver cómo intenta construir un personaje airado, indignado, fuerte, pero eso no es lo suyo. Estoy deseando ver el año próximo su Nadir, papel que en principio le debería ir como anillo al dedo. De todas formas, me parece un lujo verle tan a menudo por Madrid, aunque, yo el primero, parece que, injustamente, cada vez valoramos menos sus virtudes y nos fijamos más en sus carencias.
A diferencia de la mayoría, no me gustaron demasiado ni un gris Rucinski ni Tagliavini, que cantó su Raimondo de una forma plana y sin saber transmitir todas las emociones y contradiciones del personaje. Un lujazo Shi como Arturo.
En cuanto a la orquesta, bien Oren, aunque un tanto lento y parsimonioso en algunos tramos. Por cierto, cada vez que dirijo una mirada al foso, veo a los trombones charlando y riendo entre ellos, y otro tanto ocurre con alguna de las trompas. Parece que hay buen rollito entre ellos.
En resumen, muy buena función, una nota de 8.5 sobre 10.
|