Luz escribió:
Un conocido que trabaja en el departamento técnico del TR me ha comentado que supieron exactamente con cuánta gente contaban entre los técnicos de escena a menos de 2 h de la función. Casi rozando 1 h más bien.
Eso no quita para que, sabiendo lo que podía pasar, se hubiesen curado en salud como en el Auditorio donde al acceder a la programación del día 8 indicaban desde hace días que debido a la huelga no se garantizaba poder efectuar la representación con normalidad. Es sobre todo un problema de mala comunicación y falta de previsión. El resultado hubiese sido el mismo, Opéra en concierto, pero si lo sabes de antemano el enfado es menor. Y ofrecer una versión en concierto en según qué condiciones puede ser algo que aplaudir al teatro. Pero hay que saber comunicar. Lo que no tiene excusa es no tener plan b y haber tenido organizado el tema de información a los asistentes y devolución del importe para el que lo solicitara.
La huelga se sabe desde hace dos meses, pero lo cierto es que las entradas se pusieron a la venta en noviembre, sin poder predecir lo que iba a pasar.
Perfectamente explicado: la gente, ciertamente, no tiene por qué saber cómo funciona un teatro, ni con cuánto personal se cuenta para según qué funciones. Pero lo de la huelga se sabía hace muchíiiiiiiisimo tiempo, de modo que --conociendo el funcionamiento de un coliseo lírico, sabiendo el personal de que se disponía y poniéndose en el peor de los supuestos-- con un aviso o una nota informativa incluidos, hace días, en la página web del Teatro y en la ficha informativa correspondiente a la ópera habría sido más que suficiente para no dejar con cara de póquer y absolutamente desconcertados a cientos de personas (no quiero pensar en los que habían venido de fuera de Madrid)... El cabreo, en efecto, habría sido importante, pero seguramente se hubiera dirigido contra los huelguistas, y no contra el
staff directivo del Teatro (que, quiérase o no, con todas las justificaciones que se pretendan dar) es el único responsable, a la postre, del caos informativo. Aquí nadie los ha acusado de no evitar la huelga --cosa que no podían hacer--, sino de la absoluta falta de información y de la descoordinación (y retraso) para darla.