Muy notable función esta Norma en un teatro que no conocía. Producción minimalista y que no acierto a ubicar temporalmente (supongo que en la I Guerra Mundial, pero no me atrevo a tratar de descifrar la mente de un director de escena). Vayamos por partes:
Enérgica, vibrante, recogida y con abandono, pero sin perder el pulso dramático, la dirección de Carlos Aragón al frente de una Orquesta de Córdoba que sonó demasiado. La extraña disposición de algunos instrumentos en un teatro tan pequeño, especialmente la percusión y el viento metal, maltrató sin piedad a los cantantes en varias escenas. No achaco esto a la dirección, que me pareció magnífica, especialmente en los momentos de más brío (el aria de Pollione, la Obertura, el coro en que los galos declaran la guerra, o la secuencia final) y en los más poéticos (Casta Diva, In mia man alfin tu sei). Muy bien el coro; voces sonoras, bien reguladas y muy cohesionadas. Hablemos de los solistas:
NORMA: Maribel Ortega. Como dicen ustedes por aquí, "de reclinatorio". Hubo peros, sin embargo empezaré señalando que no esperaba toparme con una soprano que me arrancase una lágrima sólo con decir "In mia man alfin tu sei". La voz es grande, emitida sin esfuerzo desde un grave abisal hasta un Do carnoso, squillante y de apabullante volumen. Quizá en el centro pierda algo de brillo, pero el legato y el extraordinario fraseo lo compensan con creces. La voz sufre en el sobreagudo, donde pierde cuerpo y vibrato, lo que le ocasionó no poco desgaste al final del primer acto, lo cual repercutió negativamente en sus prestaciones en el segundo. Sin embargo, ese desgaste no fue demasiado llamativo (salvo un sobreagudo bastante gritado), y además se rehizo, volviendo a ofrecer su mejor versión en el tercero.
POLLIONE: Albert Montserrat. Empezó muy mal; apoyo deficiente, fraseo inexistente e impostación imposible; por momentos la voz, sepultada bajo la orquesta, pasaba peor el foso que la más ligera, pero mucho mejor emitida, de Francisco Gracia. Pese a todo, y aunque nunca dejó de emitir los agudos a gritos, fue mejorando a medida que progresó la función; la voz se asentó y se permitió pasajes de canto expresivo y bien matizado. Sus dos dúos del tercer acto con Norma fueron muy emotivos. La voz es grande, diría que mucho; temo que probablemente se tratase de un mal día.
ADALGISA: María Rodríguez. Posiblemente la mejor voz de la función; grande, oscura pero nada sofocada, brillante, de emisión fácil y timbre agradable, interpretó una Adalgisa pasional, quizá un poco fuera de estilo, pero sin duda efectiva. Su contraste con la Norma señorial de Maribel Ortega fue uno de los puntos fuertes de la función. Representó muy bien el conflicto del personaje. La voz es sonora desde el extremo grave hasta el agudo, siendo aquí donde encuentra algunos problemas de fiato. Nada llamativo. El vibrato no es amplio en exceso, y la dicción es bastante nítida; quizá eché en falta las sutilezas de la expresión belcantista con las que su compañera me estaba deleitando, y que María Rodríguez cambió por un estilo algo más visceral, sin caer en absoluto en la vulgaridad (o en nuestra querida "abyección").
OROVESO: Francisco Santiago. Voz de bajo-barítono, bien apoyada y de emisión limpia, con pasaje y agudo resueltos con solvencia. No posee un gran caudal, pero está bien proyectada, y una vez entró en calor (por desgracia, después de su primera escena) pasaba sin problema el foso.
CLOTILDE: Francisca Albertos. Correcta de volumen, timbre natural; es un papel poco dado al lucimiento pero agradecido, aunque es difícil valorar las prestaciones de la artista basándome en él.
FLAVIO: Francisco Gracia. Voz de timbre muy bello, dicción natural, emisión libre, con el pasaje bien resuelto, y de un volumen no despreciable a partir de la zona media del registro (aunque algo menor en el grave). Por momentos se le oyó más que a su compañero. Se defendió con solvencia en un papel un tanto desagradecido, y a pesar de su edad (21 años).
En resumen, una Norma, pese a sus irregularidades, magnífica por momentos, muy superior en conjunto que la que nos ofreció el Maestranza hace un par de años. El dúo del primer acto entre Norma y Adalgisa es una de las mejores cosas que he escuchado en un teatro.
_________________ D'un poeta non disprezzate il detto
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