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Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017
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Autor:  mitchum [ 21 Jul 2017 17:50 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

o igual esto es sencillamente cíclico, y la siguiente generación de cantantes sí tendrá el interés por no caer en los errores y vicios de los intérpretes del presente.
prefiero instalarme en este optimismo naif a dejarme arrastrar por el pesimismo de "todo es una mierda, la ópera se muere, iremos todos a su funeral, menos mal que nos quedan los cilindros de cera y las grabaciones en cassette del maestro Kraus".

Autor:  Alberich el Negro [ 21 Jul 2017 18:43 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

El problema, Vaquero, es que el estudio del belcanto y su práctica son, en gran medida, una tradición que iba pasando de maestros a discípulos. Y parece ser que la línea de transmisión se rompió hace un tiempo. A lo que hay que añadir, además, el hecho de que el modo de trabajo que se ha impuesto en la profesión --los ritmos vertiginosos, los numerosos compromisos, la poca adecuación a los papeles, las prisas por debutar--, añadido al márketing, las modas, etc. no facilitan, precisamente, el surgimiento de buenos cantantes. Yo no creo que sea tanto un problema de pérdida de voces ---éstas siguen naciendo como siguen viniendo al mundo personas (y lo contrario no tendría sentido)---, cuanto que no se hace lo correcto para educarlas (en buena medida porque ya se ha perdido la vieja tradición, déficit que se irá agudizando con el tiempo) y se da un tipo de organización profesional del todo inadecuada. Así es que no sería raro que la ópera, tal y como se ha conocido estos últimos 400 años termine, efectivamente, desapareciendo...

Autor:  Supermaño [ 21 Jul 2017 20:00 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

Rubini escribió:
La discusión no es entre barítonos o de fintos barítonos, sino de cantantes de los que se afirma que por su estado vocal, ya deberíann estar retirados y a pesar de ello se resisten a hacerlo o el favor de cierto sector del público los mueve a no hacerlo por ciertos chispazos que aún dan.


Esa es la cuestión, en efecto.

Autor:  Supermaño [ 21 Jul 2017 20:08 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

Carl Tunner escribió:
En su razonamiento amigo Rubini, falta un elemento: la falta de relevo de cantantes jóvenes de categoría que hace que aún esas cualidades brillen más ante la falta de sucesión generacional.


Ese es, a mi juicio, el argumento de más peso (o el único argumento de peso) de quienes defienden a las viejas glorias. Por llevar las cosas al campo en el que le gusta jugar, estimado Tunner, cuento mi experiencia. Los dos últimos verdis baritonales que he visto en teatro han sido el Rigoletto de Nucci y el Macbeth de Stoyanov. El primero me resultó cargante; del segundo, casi ni me acuerdo. ¿Merece la pena ir al teatro para constatar que algunos fogonazos de Nucci quedan fuera del alcance de todos los stoyanovs de turno? Mi conclusión, desde luego, es clara: me pongo a Bruson en el equipo y me ahorro unas perricas.

Autor:  Gino [ 21 Jul 2017 23:13 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

Supermaño escribió:
Algo tienen ambos en común (Domingo y Nucci): el argumento ad vivum de sus incondicionales. Durante años tuve que escuchar a un par de amigos nuccistas que para juzgar al italiano había que escucharlo en el teatro; al final lo hice y fue mucho peor. No volveré a picar. Además siempre da la casualidad de que el fragmento que se me pone a tiro (pongamos, por ejemplo, el ya histórico :mrgreen: Perfidi! de Los Angeles) "no es la mejor noche".

En este caso, ya que estábamos con citas, viene bien la de "creo, Señor, ayuda a mi incredulidad"

Autor:  Le Gouverneur [ 23 Jul 2017 11:32 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

Crítica de Arturo Reverter



¿UNA SUPERCHERÍA?

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, superchería es equivalente a engaño, a fraude. Esa es la palabra que nos viene a las mientes cuando asistimos a una representación operística en la que una de las partes principales, pensada y escrita para una voz determinada, con una línea concreta, unos acentos, una tesitura y unos efectos vocales buscados a propósito, de una manera y no de otras, con el fin de servir a un carácter, de definir y delimitar un personaje, es cantada por otra, perteneciente a una cuerda distinta a la prevista; y se hace además en el mismo tono. Ya nos parece mal que una voz lírica o ligera pretenda abordar un papel dramático. ¿Qué diríamos si Juan Diego Flórez se enfrentara al Otello de Verdi? Nunca lo haría; sería difícil que colara. ¿Y si a un Otello de nuestros días, Aleksandr Antonenko, por ejemplo, le diera por exhibirse como Elvino? Lo rechazaríamos de plano.
A nuestro juicio es bastante más grave intentar acometer una parte de barítono con voz de tenor. Aun cuando el aventurado (o aventurero) reconozca paladinamente que, en efecto, no es barítono, sino tenor; y no hay más que escuchar un par de notas para comprobarlo. Es lo que viene haciendo, desde unos siete u ocho años atrás, el todopoderoso Plácido Domingo ante la anuencia de público, crítica y programadores. El tenor español no transcribe su parte hacia arriba –lo cual sería muy complicado ya que llevaría a trasladar las demás líneas de la partitura-, sino que se desenvuelve como si nada en el ámbito baritonal, lo que le facilita las cosas, pues circula por una tesitura que le es cómoda y le deja maniobrar con un centro que aún posee, episódicamente, cierto lustre y emitir unos graves a veces audibles. Por arriba, es difícil que vaya más allá del fa o del sol, notas que aún puede proyectar, bien que con evidente apoyo en la nariz. En todo caso, aun cantando más cómodo, no puede disimular que es un hombre que ya ha cumplido los 76 y que anda desfiatado exhibiendo un timbre viejo y cansado, más allá de esos comentados sonidos pasajeramente lucidos, lo que sin duda es meritorio y revela una resistencia casi prodigiosa.
Con todo ello parece que da el pego. Pero no: los buenos catadores captan enseguida la superchería, aunque ésta, después de todo, podríamos estimar que es relativa, pues él en esto no engaña: admite que sigue siendo tenor. Lo que no deja de ser un fraude porque nos da gato por liebre. Y se nota más en una ópera como Macbeth, que alberga una de las partes baritonales más dramáticas y complicadas de Verdi, quien deseaba profundizar en las psicologías de Macbeth y de su ambiciosa mujer y cuajó la partitura de minuciosas anotaciones (voce cupa, soffocata, sotto voce, voce spiegata, tutta forza, con slancio, etc), que modelan adecuadamente la expresión, aunque en bastantes ocasiones los resultados sean inferiores a las pretensiones y la inspiración no se consiga por igual.
Hay una serie de escenas, de secuencias, de momentos que marcan la grandeza de la obra y establecen su categoría de partitura hasta cierto punto rompedora, nueva, original. Por ejemplo, el dúo Fatal, mia donna, que comienza justamente tras pronunciar Macbeth la frase Tuttto è finito. Tras el asesinato por su mano del rey Duncan. Sobre el susurro de la célula de un semitono se inicia este impresionante fragmento, en compás de 4/4, que debe ser dicho por los dos cantantes, como pide Verdi, sotto voce y muy sombríamente a excepción de unas pequeñas frases en las que se exige voz desplegada.
Francesco Degrada pone mucho énfasis en señalar el estilo de canto, verdaderamente declamado, en un proceso muy realista de enunciar la palabra siguiendo un juego de medias tintas vocales, lo que provoca a su vez un empleo extremadamente selectivo de la orquestación: sordinas, maderas a media voz, timbales discretos… La conducta vocal de ambos cantantes va divergiendo poco a poco en el servicio a una melodía móvil y progresiva, que avanza sin desmayo. Macbeth, noble y expresivamente, expone sus cuitas, mientras su esposa se muestra a cada paso más nerviosa y agitada, lo que se marca muy bien en su escritura cuajada por momentos de agilidades y anotada leggera. Los musicólogos ensalzan habitualmente la construcción y orquestación, el clima del tercer acto, en el que se aprecia el genio de un compositor que, en cierto modo, todavía estaba aprendiendo y buscando caminos de perfección. La primera escena está considerablemente alterada en la versión de 1865 respecto a la de 1847. Y no solamente por la presencia del ballet, que se suele dar pocas veces y que en esta ocasión se dio.
El manejo de un lenguaje a veces musitado, de un canto variado y coloreado al máximo, necesitan desde luego para el protagonista de un artista de primera fila, de un actor, de un fraseador consumado, revestido además de un timbre a ser posible oscuro, de un instrumento denso y fornido, de un caudal importante. Como los del creador Felice Varesi. En ciertos aspectos anticipa la línea de algunas partes de los barítonos de mayor carácter del compositor, como Rigoletto, Amonasro, Carlos de Vargas o Renato.
Todas estas cuestiones afloraron a primer plano en esta oportunidad. Domingo, bastante agarrotado, con episódicos fulgores, no dio en ningún instante la imagen sonora precisa y, como es lógico, pese a que su volumen es muy apreciable, desapareció en los concertantes y deambuló de aquí para allá, de acuerdo con la mínima escenificación (sin firma) y mostrando una vez más que es un actor muy limitado y primario. Mantuvo el tipo y dibujó alguna frase meritoria en el aria final, Pietà, rispetto, amore, aunque sin el legato exigido. Uno de sus mejores momentos fue el de su muerte (cortada en otras interpretaciones). Dijo, en el suelo, con voz audible y plena, las fatídicas palabras Muoio… Al cielo… al mondo in ira. Vil corona!... E sol per te!
Lady Macbeth fue servida aquí por Anna Pirozzi, soprano que podríamos calificar de lírico-spinto de buen caudal, relativo brillo tímbrico, agilidades aún por pulir y agudo poderoso, aunque casi siempre destemplado y agrio. Salvó con decoro los parlati de La luce langue y solventó discretamente Una macchia, con un re bemol postrero más bien gritado (Verdi pide piano). El tenor neoyorkino Brian Jadge, lírico aún bastante verde, mostró maneras, cierta línea y agudo fácil y squillante, no bello. Solventó con fortuna su Ah, la paterna mano. Papel en exceso breve para el bajo cantante Ildebrando d’Arcangelo el de Banquo, que dijo con autoridad, con voz oscura y de dura emisión.
Noche afortunada en general para los conjuntos. El Coro, emplazado en este caso como coro griego -con trasiego de pañuelos de distintos colores para situar la acción y el momento dramático-, siempre dirigido por Andrés Máspero, exhibió las voces robustas, rotundas, vibrantes de sus hombres y la maleabilidad de sus féminas, que sortearon por lo común las trampas de una escritura complicada, en lo tonal y en lo rítmico, de las brujas, aunque no faltaron desigualdades en los ataques. La orquesta sonó ruda, algo áspera –tampoco tan raro en este Verdi de galeras-, pero firme y vigorosa de la mano de James Conlon, maestro no muy inspirado en lo lírico, pero firme, seguro, contundente. Quizá no consiguió las irisaciones instrumentales de ciertos pasajes, pero mantuvo el pulso de principio a fin. Aunque no atendiera todas las exigencias de instrumentación. En el tercer acto Verdi pide, por ejemplo, seis clarinetes.
Con el lunar comentado, que no es poco, un Macbeth digno, en el que los secundarios –Raquel Lojendio (Dama), Airam Hernández (Malcolm), Fernando Radó (Médico) y David Sánchez (Sirviente/Heraldo/Sicario)- dieron juego. La parva escenificación fue en todo caso preferible a la pretenciosa y aberrante producción de 2012 del propio Teatro firmada por Tcherniakov y criticada en estas páginas con dureza.

Arturo Reverter

Autor:  Abdallo [ 23 Jul 2017 11:58 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

Más claro, el agua. Y para que no se me quede en el tintero, digo que comparar a Reverter con Carrascosa llamando a ambos "oráculos de la crítica" es un despropósito. Estemos o no de acuerdo con él y nos guste o no su singular personalidad y estilo, Reverter es un escritor serio y documentado (hasta erudito, como aquí mismo demuestra) de categoría. A su lado, Carrascosa no pasa de lo meramente anecdótico, por bien que haya sabido buscarse un lugar en la profesión.

Autor:  Alberich el Negro [ 23 Jul 2017 13:34 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

¿Dónde ha aparecido publicada la crítica de Reverter...?

Autor:  Gayarre27 [ 27 Jul 2017 14:37 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

Me parece muy acertada la critica de Reverter, aunque se le nota perfectamente su "cariño" por Domingo, ya casi a la altura del que tiene a Caballe. El día que asistí a su representación tuvo buenos momentos pero los problemas son los que describe Reverter.

Al final y volviendo a lo que bien señala Rubini sobre los desatinados ancianos de la Opera:
"De acuerdo, pero igual podría argumentarse que eso no es problema ya de los veteranos, que si se autoevalúan con lo que hicieron en el pasado en plenitud, podrían decir fácilmente hasta aquí llego y si lo que queda es el desierto, pues que el público, los aficionados, los fanáticos, esperen a que caiga el agua."
Estoy completamente de acuerdo, y estamos cayendo en la causa principal de que no salgan buenos cantantes. Si otrora fueron buenos (lo siento Alex pero Nucci nunca compartiré que lo fue, aunque tuviese noches mejores que otras en algún papel o fuese mas convincente en ciertos papeles como il barbiere) hoy en día son la sombra de lo que fueron.

Un abrazo!!!

Autor:  joseluis [ 27 Jul 2017 18:52 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

A mí la crónica de Reverter me parece sesgada y basada en un concepto único: el de la "superchería" o "fraude" que supone que un tenor cante partes de barítono. No es la primera vez que un cantante aborda papeles propios de otra cuerda. La misma Lady Macbeth ha sido interpretada por mezzos (Verrett, Bumbry, Cossotto, Semenchuck). Por ahí circula la Amneris de la Dimitrova. Y son de total actualidad la Stuarda y la Elena de Di Donato, con el recurso del transporte, sin que nadie se escandalice.
A día de hoy, yo tengo muy serias dudas de que Domingo siga siendo tenor. Recuérdese que, ya en 2009, tuvo que transportar buena parte, si no el total, del papel de Maurizio di Sassonia (que lo estrenó Caruso, y no es, precisamente, el Arturo de Puritani) en la celebración de sus 50 años en el Met. Plácido, en la actualidad, está en condiciones de dar las notas y sostener la tesitura de un papel de barítono. Por eso canta papeles de barítono. Es indudable que no tiene la "pasta" ni la "densidad" que tradicionalmente se atribuyen a esta cuerda. Pero el sonido sigue siendo bello y el fraseo, expresivo, aunque quizá se resienta de una cierta cortedad de "fiato" (sambenito que le colgaron después de su Conde de Luna, en el que estaba claramente indispuesto). Son innegables sus tablas y su capacidad para ponerse en la piel del personaje, con lo cual, los resultados que obtiene son en general plausibles...si no se comparan con Cappuccilli, Bastianini o Stracciari. Reverter reconoce paladinamente que "no engaña a nadie", pero insiste contumazmente en lo del fraude, ahora diciendo que da "gato por liebre" ¿Pero en qué quedamos, hombre de Dios? Y dice que "los buenos catadores captan en seguida la superchería". Lo que captan en seguida los buenos, y los no tan buenos catadores, es la animadversión indisimulada, pues ni siquiera se molesta en disfrazarla con tecnicismos, a los que tan aficionado es.

Autor:  tucker [ 27 Jul 2017 19:03 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

Gayarre27 escribió:
Estoy completamente de acuerdo, y estamos cayendo en la causa principal de que no salgan buenos cantantes. Si otrora fueron buenos (lo siento Alex pero Nucci nunca compartiré que lo fue, aunque tuviese noches mejores que otras en algún papel o fuese mas convincente en ciertos papeles como il barbiere) hoy en día son la sombra de lo que fueron.

Un abrazo!!!


Abrazos recíprocos , pero a Nucci en los primeros 80s en el Liceo, cantó más que correctos Fígaro, Enrico ( LUCIA ) y hasta un Posa
Sus Rigoletto para mi gusto, muy inferiores a dos competidores suyos de la época y que brillaron en el Liceo como Mateo Manuguerra y Giorgio Zancanaro

Autor:  gakugeki [ 27 Jul 2017 19:03 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

Sí, estoy de acuerdo en que hablar de superchería es demasiado duro.

Pero creo sinceramente que la carrera baritonal de Plácido Domingo sólo tiene interés de forma esporádica (algún sonido, algún detalle de fraseo, algún arranque dramático), y no nos está ofreciendo creaciones completas. Tampoco Vratogna, ni la mayoría de los barítonos que campan por los escenarios, pero por motivos distintos. También me parece que cuando he oído en vivo a baridomingo no me parecía que lo que estaba oyendo fuera un barítono, aunque dé las notas.

Autor:  Abdallo [ 27 Jul 2017 19:18 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

joseluis escribió:
A día de hoy, yo tengo muy serias dudas de que Domingo siga siendo tenor.


Joseluis, la verdadera duda que tengo es desde cuándo Domingo ha dejado de ser un tenor para convertirse exclusivamente en Domingo. Porque desde que Domingo es su propio personaje, se dedica a hacer de su capa un sayo; y, como ya está por encima del bien y del mal, no le importa nada (y menos lo que piensen los demás), mientras continúe su trayectoria con el beneplácito del público, los teatros y las discográficas.

Autor:  Gino [ 27 Jul 2017 19:21 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

En modo twitter:
La lady es un papel anfibio, no se puede comparar con el barítono neto.
El experimento de Dimitrova como Amneris no salió bien.
Quizá haya que preguntarse si di Donato no se ampara en el ejemplo Dominguiano y no al revés.

Autor:  Abdallo [ 27 Jul 2017 19:33 ]
Asunto:  Re: Macbeth en el Teatro Real - Julio 2017

Oiga, ¿los papeles anfibios son esos que se pueden cantar debajo del agua? :lol:

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