Me refería a esos sonidos que emite como si fuera un pastor de cabras. Cierto que luego los agudos son fabulosos y canta muy bien.
Berti en el último Manrico, al menos el televisivo, fue un desastre. Un 3 de diciembre, creo.

Un crítico inglés diría que domina el papel, y se apodera de la escena dando esos gritos caprinos.

Estuve el pasado miércoles en la función. Por varias razones, de lo poco a lo que he podido acudir a la ópera en el presente curso, aunque, por forutna, todos esos motivos tienen signo positivo.
No sé si es la tercera, o cuarta vez que reponen la producción de Mario Gas de la "Madama Butterfly", y nuevamente un buen numero de funciones. Por mi como si la reponen otras tres o cuatro veces más; ya lo he dicho varias veces: me fascina, me encanta, y me parece una preciosidad de regia. Y es todo un ejemplo de lo que sí entiendo yo como apostar por innovar e ideas originales a explotar: han de ser cosas que sean compatibles con el discurso teatral de la obra y, muy importante, que sean entendibles y legibles para los casi 2 mil asistentes, desde el más bisoño al más experimentado en el campo de la lírica. Que sobren filosofadas, libros de instrucciones, palabrotas propia del gafapastismo y salidas de tono de enterados venidos a menos.
Y así funciona esta producción, con sencillez pero con gran brillantez: un rodaje de un film con medios técnicos de hace varias décadas, el que mire al teatro ve el rodaje in situ, con temáticas entre bastidores y trucos escénicos; arriba en pantalla, vemos en preciosa imagen ovalada en b/n (casi sepia para dar un toque más antiguo al resultado del celuloide) lo que va sucediendo en el rodaje. Pues me parece estupendo, genial, y el resultado es espectáculo desde el segundo cero (e incluso antes, ya que la cosa empieza a funcionar antes del inicio puro de la música) y hasta el final. Ya digo, para mi esta es, sin duda, una de las mejores apuestas escénicas llevadas a cabo en el T Real, sin duda, en un top 3 está. Me sorprende la frialdad con la que se describe este resultado en el foro, pero bueno, no debo andar muy desencaminado en mi opinión cuando lleva varias reposiciones y en todas y cada una, no cabe un alfiler en el aforo. Evidentemente, no hago trampas: eso es mérito de Giacomo Puccini, por supuesto, pero también si estuviéramos ante un desastre y hasta ordinario producto, no creo que se le hubiesen dado tantas oportunidades.
El fracaso de estas funciones en EMAR es total: ya digo, llenos a reventar y cartas felices tras el corrido del telón. En EMAR se hubiera preferido llevar un título infumable a un polideportivo, que comprasen entradas 4 y luego, fumándose uno un puro, enunciar que estamos ante un gran éxito artistico y de publico. Por esto siempre considero esencial, vital, e imprescindible situar las crónicas en el planeta desde el que se escriben, para poder entenderlas bien. Así que sigo dejando claro que estoy en el mundo real.
Vamos con los interpretes.
En primer lugar, dirección y orquesta: me preocupa. He visto a la orquesta muy muy bajita de nivel. Hasta errores graves de afinación en varios pasajes. Y en general, ausencia completa de línea, falta de pátina, color gris triste, compases a trompicones sin rastro de fraseo... en fin, una nota muy negativa. Me da rabia decirlo, pero la más floja de las calificaciones a todos los intérpretes musicales se la otorgo claramente al equipo de profesores de la sinfónica de Madrid o del T Real, o como se quieran llamar. Hay mucho trabajo que hacer o... sea una noche mala.

De los solistas, sí podríamos destacar a Enkelejda Shkosa, "Suzuki" algo falta de claridad en la dicción, pero sobrada de caudal, carácter y compromiso interpretativo. Vladimir Stoyanov es un barítono muy conocido en Madrid, que a mi personalmente me deja frío siempre y el pasado miércoles no fue una excepción. Hay experiencia, destellos, notas... pero en general... es un barítono que nunca suspende pero tampoco pasa del aprobado.
Francisco Vas realiza un "Goro" excesivo, más sobrecargado que cantado. Le falta sal, o mejor dicho, pimentón picante a su traducción lírica.
Sí me gustó la salida de Fernando Radó como "Bonzo", contundente e impactante como mandan los cánones. Ayuda mucho el tremendo primer plano que le hacen cuando aparece. Hasta asusta.
Pareja protagonista.
Como bien sabe Tip, soy un claro "Jorge de leonista"; pero también llamo al pan y al vino como tales. De las veces que he visto al tenor canario, es la más floja. Hacía tiempo, por cierto, desde la última, de forma que le veo ahora bien pepón y gordete (del orden de 20-30 kg calculo que le sobran), y de esa voz que me enamoró, apenas hubo rastro. ¡Por fin un spinto de verdad! , exclamaba yo tras su Canio en la Zarzuela, acostumrados desde hace dos décadas a tener que reciclar líricos para papeles dramáticos. No es "Pinkerton" precisamente un role spinto, por lo que a Jorge debió quedarle pequeño su traje, pero le sobró por todos los lados. Todo su canto fue a costa de empujar, de forzar, de apretar. Y el resultado no se expandía nada, ni producia armónicos, ni squillo. Volumen sí, pero brillantez, sol, no; seco, mate, velado, pero fuerte. Recuerdo haber disfrutado de agudos suyos de esos que percuten, llegan hasta el cuarto de baño sus efectos armónicos, y te eleva el corazón la sensación de ese squillo caracterísitico de un spinto de verdad. Pues... nada o poco. A de León ha de pedírsele un notable o sobresaliente. el miércoles, el aprobado raspado como mucho. Jorge, igual es momento de parar un poco, dejar las hamburguesas e hidratos de carbono, y tomar de vuelta todo aquello que produjo tan buen resultado no hace tanto. Por fvor, no perdamos esta voz: para uno que hay de ese tinte por natura, sería una autentica lastima.
Ermonela Jaho cumplia años y al final de la función en los aplausos la orquesta le entonó el cumpleaños feliz. El publico estaba rendido a sus pies y eso hizo un efecto arenga aún mayor. Con diferencia fue la que más aplausos y agradecimientos cosechó. Para mi, siento decirlo, un exceso. Bonitos filados y presencia. A partir de ahí, poco que destacar. No hay graves. Agudo forzadísimo y hasta calado (desafinadísima en el duo de las flores), frases cortas, y caudal muy justillo. Ciertamente su interpretación, pasión gana a medida que avanza la función y la edad de "Cio Cio San", para hasta llegar a morir de forma bastante digna. Y bueno, no muchísimo más, la verdad. No le regatearía un aplauso, pero tampoco me haría daño en las manos.

Así que más peros que otra cosa en lo que a cantantes refiere, pero, volvemos a lo de siempre. "Madama Butterfly". Puccini. Garantía de fracaso en EMAR.
Pantallas multidifundiendo la representación en vivo. Llenos hasta la bandera. Más y más fracasos para los habitantes de EMAR.

Nico (por cierto, me alegro de que los motivos de su ausencia sean benéficos), por primera vez en la vida llevo de verdad gafas de pasta, que se sobreponen ahora a mis gafas de pasta metafóricas, y me reconozco culpable de la transgresión de desear de vez en cuando ver cosas menos sólitas, pero lo que usted tan bien describe es una función bastante floja, al fin y al cabo, por muy feliz que saliera la gente. Sé que va a sonar a un esnobismo filopastoso deplorable, pero a lo mejor uno de los placeres que otorga el disfrutar de las artes es aprender a ser cada vez un poquito más exigente en su degustación, sin que ello signifique que uno sea incapaz de desfrutar de los placeres más directos y simples, como una deleitable melodía pucciniana, por supuesto.

Quizás el mayor desprecio al público sea minusvalorarlo, creerlo incapaz de mejorar como público. En la mayoría de los casos, los lectores, los escuchadores y los veedores de arte sólo quieren pasar un rato, y hacen bien, y ya está; pero siempre habrá una parte de espectadores, especialmente interesados, de la que es bueno esperar algo más.

Estuve el viernes 21 viendo la funcion.

Fue impresionante.....gran final de temporada,magnificos cantantes,coro ,orquesta......
Me gustaria destacar la labor del director de orquesta MARCO ARMILLIATO,al que pude ver claramente al estar sentado en las primeras filas....dirigió de memoria...que claridad de gestos,que tecnica,que control de la orquesta....que bien acompañaba a los cantantes.......siempre sonriendo a los artistas,siempre ayudando....
Por que no ponen en el REAL un director de este calibre?

Hombre, ya ha venido, aunque mi opinión discrepe de la suya. El Real ya tiene un director musical titular más otros invitados, según para el repertorio que sea.

Aunque deberíamos haber tenido a alguien que haga trabajar y trillar a destajo a nuestra orquesta el repertorio pesado. Un Steinberg o un Haenchen.