Era martes y trece,segundo día de representación,y con los antecentes del día del estreno,caminaba hacia les Arts,pensativo,será una nueva decepción? o me debía haber quedado en casa viendo la caja tonta,pues nada,adentro¡¡.
Sonaba el primer acorde de la Obertura y aquello me empezó a gustar,los acordes eran precisos,bueno esto va bien!.
La hora y 50 minutos del primer,segundo y tercer acto y la hora 5minutos del cuarto pasaron como una exhalación,¡qué diferencia al día del estreno ,supongo que la presencia de la nueva soprano,Sofía Soloviy,sin ser una diva,fué correcta con volumen adecuado,la Orquesta se sintió liberada y bajo la batuta del maestro Abbado sonó como nos tiene acostumbrados.
No quiero hablar de la escenografía,me molesta que se politice la música,así que no le hice mucho caso,bueno!lo que me sacó una sonrisa fueron las Chicas de Colsada que aparecieron por l escenario,los mayores,que no viejos eh!me entenderán;bueno son cosas del regista.
Sobre las doce,llegaba a mi casa satisfecho de haber escuchado una preciosa opera,con algunas actuaciones muy interesantes,de la soprano ya hemos hablado,Kunde,con sus problemas propias de los años,me sigue gustando,llena el escenario y es una apuesta segura.El barítono Juan Jesus Rodríguez tiene un timbre precioso,buen volumen y se llevó,quizás las mejores ovaciones.Vinogradov,bajo de gran presencia,adecuado al personaje,dándole la dureza que representa,muy bien,pero que muy bien,enfin no quiero alargarme porque el amigo José Luis lo ha descrito con más solvencia,estoy con él desde la primera a la última palabra.
Pero no he terminado me faltaba la guinda,el Coro,estuvo sobresaliente y habría que hacer un reconocimiento público al maestro Perales,su director,está llevando a la excelencia a este grupo
Hasta aquí lo que iba a ser un fracaso,propio del martes y trece,se ha convertido en una deliciosa noche de ópera,ahora a esperar la siguiente.Bona nit
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Estas Vísperas no se me han dado nunca bien, desgraciadamente. Me parece un híbrido (Verdi en la piel de Meyerbeer) que no termina de satisfacer mis gustos totalmente; aunque reconozco, bien que de lejos y a medida que se acerca a su final, la mano maestra del compositor. Y mire que lo he intentado: con Rossi, con Kleiber, con Levine, con Muti... Y nada. La próxima vez trataré de escucharla bajo la influencia de sustancias psicotrópicas. Deséeme suerte.
