Asistí a la función de ayer en el Real, y lo hice ilusionado y con las expectativas altas pese a las críticas publicadas y a la negatividad del foro. Sin haber visto tanto ni tener tanta experiencia ni criterio como muchos de aquí, estaba convencido de que yo sí sería capaz de disfrutar de la función.
Y lo hice, porque al fin y al cabo estaba viendo Norma en el Real, que es un acontecimiento que llevaba esperando muchos años. Pero muy a mi pesar, tengo que sumarme a la opinión general sobre Agresta. Y no por ninguna de las carencias técnicas o expresivas que se han mencionado estos días, sino por algo mucho más evidente, y a lo que me sorprende que no se le haya dado mucho más énfasis: el escaso volumen de su voz. De todas las personas que cantaron anoche, ella era a la que menos se escuchaba. Y en más de una ocasión fue completamente tapada por sus compañeros, por el coro o por la orquesta.
El Teatro Real no es de las casas de ópera más grandes, pero aún así, claramente le quedaba grande a su voz. Me da pena decirlo porque es una soprano que me resulta simpática, y en todos los videos que he visto de ella en youtube, me gustaba su color de voz y su canto limpio y elegante. Pero ayer todo eso quedó tapado por su volumen insuficiente.
No obstante, por decir algo positivo, su Casta Diva me pareció muy bello, incluso aunque en uno de los momentos climáticos agudizó tanto su voz que se volvió inaudible.
Y hablando de Casta Diva, y para dejar a Agresta tranquila un rato, en las intervenciones del coro me llamó la atención que cada vez que pronunciaban una ese, lo hacía con un sonido exageradamente siseante. Me resultó muy extraño, aunque en general creo que la labor del coro fue buena durante la función.
Respecto al resto de cantantes, al menos a ellos sí se les escuchaba con un buen volumen, pero en general ninguno me dejó especialmente impresionado, ni siquiera Kunde . El que más me gustó fue Pertusi, pero es que últimamente me están empezando a gustar mucho las voces de los bajos, a las que reconozco que nunca había prestado mucha atención.
Respecto a la producción, a mi me gustó en un 90%. Agradecí ver una Norma no descontextualizada, y realmente creo que tiene momentos muy buenos. El problema es que hay otros exasperantes, como las largas escenas en las que los cantantes están detrás de un telón transparente. Y sí, algunas proyecciones sobran, pero otras están muy bien aprovechadas.
A mí me ha gustado más esta producción que la que se vio en el Liceo con Radvanovsky, o la que vi en Londres en septiembre. Claro que en ambos casos, a nivel artístico esas fueron mucho mejores.
En fin, una vez tachado de mi lista de deseos el ver Norma en el Real, toca ir a por el siguiente