Lleno hasta la bandera anoche en el Pérez Galdós para la primera función de Nabucco. Ignoro la proporción en las plantas inferiores, pero en paraíso había casi tantos forasteros como locales; parece que el festival se va asentando al fin entre el turismo y la colonia ultramarina.

La función la dirigió desde el foso el maestro Francesco Ciampa, que debutaba en la plaza. No es hombre que crea en la versión "contemplativa" de la obra. La orquesta sonó muy bien, no cargó la mano en la percusión y la ejecución no tuvo fallos; pero yo personalmente encontré a menudo sus tempi demasiado rápidos y eché en falta algo de magia en los números que la requieren. Parece que a veces las obras "fáciles" no lo son tanto.

La soprano Anna Pirozzi fue una sorpresa muy agradable. ¿Quién dijo que ya no quedaban dramáticas de coloratura? La aparente facilidad con la que superó los infernales escollos de su parte dejó al público asombrado y la convirtió en la estrella de la noche. La voz es potente y homogénea en toda la tesitura salvo el grave extremo (donde el refuerzo de pecho produce cierta veladura); las agilidades son excelentes, los agudos muy buenos. Tiene dos problemas que debe superar: uno es el fraseo, que no es todo lo expresivo que debiera; el otro es un cierto distanciamiento dramático en escena que a veces produce la impresión de que canta con el piloto automático. Pero creo que si esta mujer no se deja llevar por la rutina y mantiene la ilusión de superarse a sí misma, puede llegar a ser un serio candidato a un trono que lleva muchos años vacante.

Juan Jesús Rodríguez debutaba en el rol titular. Tal vez el oirle amortigua mi sentido crítico, pero la verdad es que no entiendo las opiniones adversas que a menudo recibe en este foro. ¿Cuántos barítonos hay en activo que "suenen" a barítono? ¿Con voz carnosa y aterciopelada, timbre rotundo, frases bien ligadas y buen gusto interpretativo? Ante el panorama baritonal que nos ha tocado, me parece que empezar a decir que si no acentúa lo suficiente, que si patatín, que si patatán... son ganas de buscarle tres pies al gato. Anoche estuvo muy bien; mejor por supuesto de rey caído que de tirano implacable, dadas sus características vocales. Y para los que dicen que no matiza, su Dio di Giuda resultó conmovedor. Evidentemente, aún tiene que profundizar en el personaje y aprender a dosificarse, pero creo que puede llegar a ser un gran Nabucco.

Pese a algún problema puntual en alguna nota comprometida, Carlo Colombara hizo un Zaccaria bastante digno; Ciampa lo hizo sudar en el primer acto. La mezzo Agostina Simmero tiene una voz de timbre oscuro que gana interés en el registro agudo; por desgracia, hay que suponer que de niña no tuvo una abuela que le dijera que no se debe cantar con la boca llena. El ligero tenor Khachatur Badalyan despachó con solvencia el papel de Ismaele.

La producción de Stefano Monti fue de corte tradicional-zarzuelero. Un par de gradas, tres columnas rotatorias y dos fijas constituyeron todo el decorado. Olvidable, pero preferible a una genialidad conceptual ajena al espíritu de la obra.

Las veces que he escuchado a la Pirozzi, me ha gustado mucho como dramática de agilidad ( más que determinadas rusas o ucranianas que cantan por ahí, como una petarda berreadora llamada Melnychenko que cantó varias Abigailles del Liceo el pasado octubre )

¿se escuchó alguna media voz de JJ Rodríguez? ¿algún pianissimi? ¿o todo se mantuvo entre el mezzo forte y el forte?
nadie cuestiona el material, que es oro puro. pero me apena que se use con esa parquedad de ideas.

Una crítica alternativa profesional:
http://www.operaworld.es/nabucco-las-pa ... uen-canto/

En el muro de la Ópera de Las Palmas han colgado un video del Dio di Giuda. El sonido no es muy bueno, pero si quiere puede oirlo y hacerse una idea:

https://www.facebook.com/%C3%93pera-de- ... 467060714/


También hay algunas fotos de la producción:
https://www.facebook.com/permalink.php? ... 5467060714

Coincido con los comentarios de las eminencias (sobre todo con los de la Pálida). Tan solo matizaría que la prestación de Colombara (Su Eminencia fue a la representación del martes, yo a la del jueves) fue digna... en la tesitura media y baja, pero al llegar a las notas altas, el piadoso público musitaba invocaciones a la Virgen del Pino para que no se le destimbrara la voz (y no siempre fueron atendidas por Nuestra Señora). Por lo demás fue una representación bastante redonda, con una Pirozzi capaz de hacer una Abigail mala pero hermosa; dura y dulce al mismo tiempo, con voz dramática y refinamiento belcantista. Juan Jesús Rodríguez hizo un gran Nabucco, más padre dolido que rey colérico. Excelente la Fenena de Simmero. El tenor Badalyan tiene una voz no muy grande, pero suficiente para el Ismaele; sólo falta que acabe el curso de canto legato (que sospecho que dejó a medias). Excelente el coro (supongo que acabarán colgando su va pensiero en la página de ACO) y algo acelerado, como comentaba Su Eminencia, el director, sobre todo en la obertura.