caramba la bicipeda tedesca ha vuelto!

A tus pies, mi querido Wanderer

Asisti a la representación del viernes 15 y suscribo casi completamente lo dicho por Goku. En mi caso dirigía Weigold pero ni durante la obertura ni durante el primer acto la orquesta consiguió emocionarme, más alla de una interpretación técnicamente impecable, pero ( a mi entender) excesivamente contenida y académica. Reivindico a la Kampe ( que dijeron padecía una lumbalgia) que me pareció de lo mejor de la noche dominando los graves y los agudos con igual facilidad y una capacidad dramática notable. También a mi me pareció Elsner un Parsifal tosco en lo expresivo ( no le ayuda mucho el físico) y el timbre abaritonado no hacia presagiar un segundo y tercer acto brillante, pero debo decir que finalmente se comportó y canto con gusto y solvencia. Muy bien los coros ( lo que me sorprendió)
En general me pareció un Parsifal bastante satisfactorio, sin embargo el publico estuvo más bien frío y escaso de aplausos ¡ se supone que los sosos somos los del Liceo!!

Acabamos de estar en la función del día 21, donde cantaba el anunciado Klaus Florian Vogt como Parsifal. En este foro había leído que podía cancelar sus funciones, pero de momento ha cantado la del día 18 y la de hace unas horas.

Y lo cierto es que me esperaba una interpretación más redonda pero me ha dejado más bien frío. De antemano, Vogt tiene una voz que ciertamente es muy hermosa, pero no transmite. No se le ve demasiada pasión en vivo. Para Lohengrin y Die Tote Stadt podría no molestar mucho, pero Parsifal es otra cosa. No basta una voz juvenil y bella, sino también conmover, sentir y hacer sentir la parte dramática y mística de la obra. No negaré que el tenor alemán cumple con la parte actoral pero no es suficiente. Cantar todo el tiempo con la misma línea de canto puede llegar a aburrir por muy bella que sea. Y por ejemplo Christian Elsner, con una voz fea consigue transmitir algo de drama en escena aunque tampoco demasiado. Me he preguntado en qué caso sería mejor o peor.

En el primer acto las cosas iban bien, pero recordemos que Parsifal no canta demasiado aquí. En el segundo acto me pareció que en muchos momentos la orquesta le sobrepasaba(de acuerdo, hay que lidiar con cien músicos debajo de ti), aunque tenía momentos de ternura y sosiego como en la primera parte del dúo con Kundry. En el Amfortas, die Wunde, empezó bien pero no fue sobrecogedor hasta la mitad de la escena. Luego pareció ir a más y en el final del acto (Mit diesem zeichen...) encontró la solemnidad ideal, desde esa línea de belleza. Parecía reservarse para el tercer acto, donde la voz corría más y cantó el encanto del viernes santo con cierta ternura. Aunque poco antes del interludio, en la línea es lacht die aue soltó en el lacht un sonido disonante, casi en la línea del cacareo. En el final cantó muy bien, e incluso me preguntaba si se había reservado para ese momento durante toda la obra. Buena idea la de acabar en piano la última palabra de la línea final Enthüllet den Gral .. öffnet den schrein.

No voy a negarle a Vogt el prestigio en el papel, pero realmente esperaba una función mejor de la ofrecida. No sé a qué pueda deberse, si a que no ensayó lo suficiente aunque ya cantó esta producción en Barcelona, si ha tenido una mala noche o incluso que ha venido a Madrid a dar un bolo de lujo (y es la versión por la que apuesto). Escuchando el audio de hace 5 años en el Liceu le siento más entregado, aquí le notaba con cierto agotamiento. Insisto en no negar los aspectos positivos de su voz: con que no sea cacofónica como la mayoría de tenores wagnerianos de hoy es bastante pero no dejo de preguntarme si Parsifal le queda grande.

En cuanto al resto del equipo puede decirse que la producción ha estado más rodada. La orquesta sigue interpretando la obra en una buena línea bajo el maestro Bychkov, pero ahora veo que la orquesta tiene momentos. En el primer acto logra su cénit en la escena del Grial, donde la orquesta está inspiradísima. En el segundo acto a partir del Amfortas! Die Wunde y durante todo el tercer acto es simplemente excelente aunque esta vez me parecía que el preludio de dicho acto sonaba muy intimista, si bien las cuerdas suenan mejor de lo habitual. No es poca cosa, y puede decirse que hemos tenido una interpretación de la obra centrada en el aspecto místico y apacible de la obra; que a su vez ha sacado un rendimiento máximo a la orquesta, capaz de hacerla sonar maravillosamente en los momentos más bellos y los más espectaculares de la partitura.

Kampe ha mejorado con el paso de las funciones aunque la base es la misma: gran actuación, graves y centro excelentes pero agudos poco gratificantes. Aun así una solvente Kundry. Selig como Gurnemanz sigue teniendo esa voz maravillosa, aunque en el primer acto a veces le tapaba la orquesta; pero en el tercer acto espléndido como siempre. Estando en otra zona puedo valorar mejor al Klingsor de Niktin: excelente interpretación y voz agradable de bajo, pero aunque se deje oir se ve perjudicado por no tener todo el volumen requerido. Quizá se deba a que canta en la planta superior de la plataforma. Roth me ha parecido mejor ahora como Amfortas. Estupendo como actor, en el acto primero hizo una interpretacion sobrecogedora pese a lo demasiado clara de su voz. Actúa muy bien pero la voz no parece suficiente. Y de nuevo Jerkunica es un excelente Titurel de enorme voz aunque algo vibrante.

La puesta en escena no deja de aportar nuevos matices a cada función. No me había fijado en lo interesante que resulta escenificar una parte del preludio, en la que se presenta el conflicto entre Klingsor y Amfortas ante la mirada de Titurel. Una cena entre los tres en la que se percibe una tensión que termina con la marcha de Klingsor. De ahí que ahora entienda mejor el final en el que ambos se reconcilian.

La escena del Grial es de enorme belleza: por un lado vemos a los enfermos del Grial-Hospital deseosos de comulgar, pero la plataforma giratoria (genialísima idea) nos muestra en el monólogo de Amfortas una escena familiar entre él y su padre, y llena de conflicto. No todos los días puede verse un Parsifal en el que Titurel aparezca en escena, ya que muchas veces le hemos imaginado como esa voz en off que se escucha a lo lejos, como algo místico. Aquí es un anciano que apenas si puede moverse, que apresura a su hijo para que el oficio del Grial, algo que le rejuvenece. Y Parsifal está presente, como un expectador de la vida en la orden, incluso de sus secretos. El oficio del Grial lo lleva a cabo Titurel, a la vez que Amfortas es asistido por éste y las enfermeras mientras se retuerce de dolor. No deja de ser una curiosa herramienta escénica, ya que nos hace ver cúan angustioso es para Amfortas esta ceremonia que le da dolores que le dejan cerca del espasmo y la muerte. La plataforma vuelve a girar para mostrar la comunión de los caballeros-pacientes y finalmente nos devuelve al patio inicial donde Gurnemanz encuentra a Parsifal, mientras Kundry sigue durmiendo en un rincón como antes del cambio de escena. No deja de sorprenderme hasta qué punto esta puesta en escena saca matices nuevos de la obra a medida que a través de estos cambios es muy fiel al libreto.

En la función de hoy ha habido muchos aplausos, si bien también muchas deserciones que se notaban en el paraíso. Pero de nuevo ha sido un éxito. Además he visto que han ido varias cámaras a filmar la representación y fuera una furgoneta de TVE ¿habrá entonces emisión en El Palco y futura edición en DVD? No me extrañaría por el reparto y por preservar esta maravillosa producción.

Al parecer el motivo de la presencia de cámaras anoche se debía a una emisión en ultra alta definición en los cines Kinépolis. La idea me encanta.

Al final Amfortas y Klingsor no se reconcilian: se dan cuenta que la pelea en su generación ha creado un monstruo en la siguiente.

Qué interesante. Y casa con la idea del Parsifal futuro líder de un estado totalitario.

Acabo de saludar a Klaus Florian Vogt que estaba sentado a mi lado en una terraza en la plaza de san Martin

Hoy he vivido mi primer Parsifal en un teatro; creo que su primer acto contiene los 105 minutos más hermosos que uno puede escuchar en un teatro (probablemente)

Sin duda. Yo en la función del día dos tenía un éxtasis casi físico por ver en vivo una obra que conocía de memoria más de lo que pensaba.

Por una carambola provocada por un buen amigo -gracias una vez mas, Carlos- asistí a la representación del días 21.
Lástima no saber que andaba por allí estimado Ángelparsifal. Le hubiera dicho que leer su emocionada crónica fue uno de los detonantes de la carambola y debo decir que el resulto fue de las de a tres bandas y con las bolas en las troneras.
Coincido con lo que expone en su crónica y me permito apuntar algún detalle.
La voz de Vogt bella, tanto que aunque también tuve la impresión de que no apuraba, me dio igual. No me pareció tan buen actor como a usted –que también me dio igual- quizá porque desde la esplendida localidad que me facilitó mi amigo, distinguía su cara, mas o menos, y no es que no fuera expresivo es que no variaba la expresión. De hecho estrictamente en cuanto al actuar me sorprendió y gusto su entrada en escena en el tercer actor donde permanece con la cara oculta un rato. Pero ya digo, la voz fue suficiente, sobresaliente.
La orquesta fue de menos a mas –normal- con momentos álgidos, los que usted señala. En en primer acto en ocasicones me sonó densa en exceso casi espesa. En el segundo no y el tercer acto excelente.
Kampe y Selig muy bien como usted señala. Roth, Jerkunica y Nikitin menos consistentes. El coro y flores a un nivel muy alto.
El montaje “técnico” extraordinario.
Me explico. Los dos niveles, el continuo giro del escenario perfectamente acoplado al movimiento de actores siempre o casi siempre en disposición de facilitar el canto, cuando cantan y todo ello sincronizado con las orquesta para resaltar el argumento y o a través de la música. Esto parece fácil pero no debe serlo. Todo lo dicho tiene su importante componente artístico pero es que la ambientación no me gusto nada. Y del vestuario ni comento. Me acorde de mi buen don Joseluis cuando Kundry se despide con gabardina y maleta en ese tercer acto que, resulto espectacular, aun me tiene asombrado pero que si la escena hubiera sido histórica o mas histórica –no se si esto existe- habría sido sobresaliente.
Cono he dicho tuve una entrada fantástica, desde otros lugares no se debe apreciar la totalidad –algunos ni la parcialidad- de tan excelsa puesta en escena que resalta e.l libreto la música y las voces aún con los pecadillos expuestos

Gracias por todos los comentarios.

Una cosilla, ¿a qué hora más o menos acaba el festival sacroscénico?

¿Hay colchonetas?

Le decía, no se porque hilo, que sobre las 12 y 10 y que si hay camas, pero en escena...

Si hubiera entradas de escena que le permitieran a uno acomodarse en una cama de esas...

Gracias. Pues nada, al metro que me voy tras el atracón wagneriano.

Muchas gracias por sus felicitaciones, estimado Dufol. Y lo mismo a todos los que me felicitaron por mi crónica del día del estreno.

Parsifal es una obra maravillosa, cuya densidad es capaz de atraer a propios y ajenos, y por su sucesión de música bellísima tras música bellísima. Y eso, como dice el señor Tann, pude recordarlo durante todo el acto primero. Hemos tenido una gran producción, y esperemos que no tengan que pasar otros quince años para poder verla de nuevo en escena.

Y sí, yo al salir a las 00:15 o incluso 00:20 también acabé con cierto agotamiento. Antes estas funciones empezaban a las 18:00, cuando se trataban de óperas de Wagner.