Una pausa larga para el cambio de escena y ya estamos en la Sala del Consejo en medio del aplauso del respetable.

Tremenda toda la escena de los conjurados y la manera altiva con que el maestro Domingo recrea la compostura del Dux.

El señor Calleja también sacando acentos heroicos en su imprecación a Boccanegra.

De igual manera la señora H., ya se ha asentado y luce una voz sólida y comunicativa, con sus rasgos de soprano lírica, al narrar el rollo de su rapto.

Este sin duda es el mejor papel baritonal verdina del maestro Domingo y así lo está confirmando con su Plebe! Patrizi! Popolo.

Cierto: hay acomodos, ajustes como en el E vo gridando: pace! E vo gridando: amor!, la complicidad de Levine, pero ahí está el personaje.

No olvidemos al maestro Verdi, que sin él no estaría la tarea para los cantantes, que ahora están siendo magistralmente concertados por el maestro Levine, dándole la oportunidad a todos gracias a la transparencia de la textura orquestal, para que nos cuenten sus estados de ánimo.

La señora H., cerró muy bien con su trino.

Maravillosa también la arenga a Paolo, de quien sin duda el Doge sabe que es el culpable.

El corolario: ese grito de furia de todos: Sia maledetto! y el horror de Paolo.

Magnífico cierre.

Vamos a buscar la cena.

Vamos al acto segundo y la prueba de fuego para el señor Calleja.

El señor Brian Mulligan, combinando frases muy logradas con otras de aficionado, en su preparación del veneno.

No se le atragantó el peligroso: "Fra il tosco ed il pugnale."

A pesar de intentarlo, el señor Calleja resultó un Adorno muy light para la primera parte del "Sento avvampar nell´anima."

El "Cielo pietosa, rendila", al ser de rasgos más líricos se acomodó mejor a sus medios, fraseando a su gusto para ajustarse a su estilo de respiración.

En los acentos no estuvo tampoco muy solvente, regalándonos un "urlo" en el Ch´io non la vegga piu", cerrando de manera bonita, al acomodarse a su voz lírica tirando a ligera.

El público en cambio contento.

Agradable el duettino a cargo de Amelia y Adorno, muy adecuado a sus voces esencialmente líricas.

Otro magistral momento verdiano. Primero el diálogo de Amelia y el Doge donde aquel le confiesa su amor por Adorno, donde el maestro Domingo nos regala su buen decir aún intacto.

Luego, el momento en que el Doge bebe el veneno y el cansancio del mismo. Otro momento genial del maestro Domingo.

De nuevo el señor Calleja resulta light en el inicio del trío "Perdono, Amelia. Indomito geloso amor fui il mio."

La escena en cambio es levantada con las intervenciones del maestro Domingo y la señora H., siempre seguras y con el justo acento verdiano, con lo que fácilmente se logra el aplauso del respetable, muy participativo esta noche.

Concluimos este equilibrado acto tercero, con un sólido All´armi! que no es aún el de Manrico.