Comentar el Samsón furero valenciano es tarea ardua tras los numerosos y acertados comentarios anteriores de otros foreros, que no fureros, y sin embargo amigos.
De todas formas mi pasión por la ópera y mi afición por las crónicas son más fuertes que la prudencia más elemental por lo que me pongo a ello.
Samson et Dalila es una ópera muy especial para mí ya que es la primera que vi en directo allá por el verano de 1990. Fue en Perelada, con la carrera acabada pocos años antes y por curiosidad me fui con algunos familiares a cenar al casino y a la posterior representación de la obra de Saint-Saëns. Allí cantaron José Carreras, Marjiana Lipovsek, Matteo Manuguerra y un jovencísimo Bryn Terfel que hizo de Abimelech (hace pocos años, cuando Terfel vino a su Scarpia en Valencia, se dijo que debutaba en España, cuando como se puede comprobar era falso).
Bien cenado me dirigí al escenario al aire libre más interesado en la última novia de Alfonso Guerra, María Jesús Llorente, que andaba por ahí pavoneándose entre flashes o en Miquel Roca Junyent, morenísimo con pantalón oscuro y americana blanca, como recién salido de un anuncio de martini.
Empezó la función. Y aunque había oído ópera antes, a pesar de la nefasta acústica del lugar, fue un shock y aquello me pareció sublime. Y ahí empezó todo. Desde entonces la ópera nunca me ha, nunca le he abandonado.
Por eso Samson, aunque es una obra irregular, es muy querida por mí.
Y ayer vi dos Samsones, el musical, muy apreciable, y el furero, muy despreciable.
En lo musical:
Por no repetirme mucho:
La orquesta excelente, brillante, vibrante y poderosa, Volvió la caña de antaño que tanto gusta por estos lares. Por lo general bien concertada por Abbado y, parece ser, con más respeto y menos tapeo de voces que en ocasiones anteriores. Que pudiera estar más matizada? puede ser, pero tengo en mi memoria el sonido de la bacanal (nada más que el sonido quiero guardar en mi memoria) o los serpenteos de Mon coeur como ejemplo de interpretación sobresaliente.
El coro, con su gran protagonismo en la parte oratoria del primer acto, muy bien. Su gran participación y excelencia del tercer acto se vio empañada por las chuminadas que les hacen hacer los de La fura. Tonterías máximas.
Kunde, todo pundonor, todo entrega, todo calidad. Con la musicalidad a la que nos tiene acostumbrados sacó el papel con sobresaliente. Claridad y verdad en una voz que se impone cuando tiene que hacerlo y de la que no debo hacer otra cosa que alabar.
Abrahamyan me gustó más de lo esperado ya que las críticas no habían sido muy positivas. Tiene un pedazo de voz eslava, oscura pero poderosa y no exenta de belleza. ¿Qué le faltó alma, sensualidad, pasión?. Pero es que estaba interpretando una puesta en escena sin alma, sin sensualidad, sin pasión. Si es que no hubo ni un de dirección de actores, si no interactuaban, si ni se miraba, si cada uno iba a su bola. Si es que La fura en eso es muy mala. ¿Qué se puede poner pasión en la voz aunque la puesta en escena esté en el Polo Norte?. Vale, ahí me has pillao.
Y qué decir del mejor momento de la noche, Mon coeur s'ouvre a ta voix!....es que es tan bonito!. La orquesta serpentea y su música se va entrelazando a la voz que va atrapando al pobre Sansón que está perdido desde el principio, que no tiene más que rendirse, que no tiene nada que hacer.
Siempre me acordaré que el Mon coeur de la Callas... fue la machacona banda sonora en una Teleserie de Telecirco sobre la recién fallecida Duquesa de Alba. Y sobre todo, sonaba en los momentos de máxima tristeza, al morir su padre, al morir Jesús Aguirre, cuando se encontraba sola. Y me llamó mucho la atención ya que una música que es el máximo exponente de la seducción, puede serlo también de la tristeza, del abandono, de la soledad...que maravilloso que es el mundo este de los sonidos! (si son bellos). Recuerdo que cuando le preguntaron a la Duquesa de verdad sobre que le había parecido la serie, dijo que no le había gustado nada, que Cayetano de niño en la serie era moreno cuando en realidad fue un niño muy rubio. Made in Alba. (Todo esto es una concesión hacia mi mujer, que me estará leyendo)
El hebreo viejo de Jihoon Kim estuvo muy bien cantado cosa que pude apreciar bien ya que cantó a escasos dos palmos de mi y sentí su vibrato sobre mi cogote. Vestido del maestro del pequeño saltamontes contó con bonita voz, cargada de armónicos y buen gusto. El sumo Sacedote fue André Heyboer, que aunque es francés de nacionalidad, tengo dudas de que lo sea de origen. No cantó tan mal como esperaba y he leído. Correcto, no pasará a la historia. Ah, y otro vestido de payaso.
El resto, aceptable.
Y vamos a por La fura,
Fatal. Y no me tenían como enemigo previo ya que aunque sus Troyanos me parecieron horribles, su anillo me había encantado.
Como ya se ha dicho, repetición del manido mundo furero de poleas, maromas, arneses, proyecciones con números moviéndose, pseodo cientifismo a tutiplen y feismo por arrobas.
Y aquí, como lo prometido es deuda, quiero entretenerme con es adalid de la falta de ideas y del mal gusto que es Chu Uroz. Otra vez, y se repite, viste a los cantantes como algo entre moderno, guarro, científico y con rastas. Plastiquete del malo con cosas que nadie entiende porque no tienen sentido. Encima le coloca al pobre Kunde el traje de Spiderman musculoso que venden en todojuguetes y que está mal hecho por definición. No tiene ni idea y es uno de los puntos más débiles de la fura y lo mantienen porque debe de ser primo de alguien, no le encuentro otra explicación. No baja el nivel, es siempre nefasto. No le perdonaré nunca como dejó a Daniel Barcellona en los Troyanos.
Tras esta introducción del universo furero diré que ayer hicieron una puesta en escena en la que no entro en si era oscura (que lo era) o si fue en blanco y negro cuando Sansón es todo pasión (que lo fue). Hicieron una puesta en escena sin importarles lo más mínimo de que trataba la obra y que estaban cantando.
Salvo excepciones, ellos decidieron hacer algo y la obra que más da. La desconexión para mí fue absoluta. No sé que nos querían contar, si es que nos contaban algo, pero desde luego eso nada tenía que ver con Camille Saint-Saëns. Empezando por una inexistente dirección de actores ya que ellos ni interactúan, siguiendo por las tonterías puntuales como el cinturón de explosivos y acabando por la porquería de bacanal que nos organizaron.
En el segundo acto, antes de la escena de seducción me aburrí como un hongo. Y lo fui aguantando el primer y el segundo acto con resignación, pero la zafiedad del tercer acto sobrepasó mi capacidad. Buuuuuuuhh. Una porquería.
Y como es menester, dejo para el final lo mejor. A parte de mi familia, de amigos y de docena y media de foreros a los que no conozco y de los que me iban diciendo, este es ese, esto otro es ese otros, fue un placer compartir función con Rodolfo, Carmen, Alejandro, Evelyn y Sebastián y más aún, compartir paella, vino, mantel y conversaciones con , además de los ya mentados, con Vicente, José Vicente y José Luis.
Cada uno que piense quien es quien pero yo, hoy, quiero nombrarles por su nombre.
Cuanta buena gente hay en este rincón del espacio.
Un fuerte abrazo, amigos míos.
Última edición por Mandryka el 25 Ene 2016 20:45, editado 2 veces en total
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