continuando que es...gerundio...con ese ...gran spetaccolo...
¿Vale la pena económica y artísticamente arriesgar o invertir mucha pasta o un importante presupuesto de la temporada, en una producción - muy completa y espectacular , siendo sincero - , para este CELLINI, donde el marketing del Teatro promueve más la producción de Gilliam que la composición de Berlioz??
Otra Pregunta como contribuyente y abonado a los rectores del Liceo, ¿ cuanto ha costado el alquiler de esta completisima y circense producción de la ENO, cuando nosotros aquí somos "pobrecitos" y carecemos de buenos sponsors - a menos que el rico Ayto. de Barcelona dirigido ahora por la Sra. que lo dirige, pusiera pasta del consistorio, de lo cual dudo -? Segurísimo que no habrá respuesta
Pues ayer en un Liceo prácticamente lleno, con bastante guiri dicho cariñosamente y público no habitualmente operístico - se aplaudieron inicialmente más los gags de la escena y de los figurantes, que de las escenas vocales -, se presentó esa ultima función de este CELLINI que musical y operísticamente ( como LES TROYENS o LA DAMNATION DE FAUST), a mi si me agrada y mucho, sobre todo si quien los dirige es un gran maestro o un buen especialista, digamos que perfil Pappano
Ayer no dirigió Pappano, ni era la Orquesta de la ROH, fueron Pons y la del Liceu que creo estuvieron más que correctos ( si salvas algunos excesos de decibelios y cierto descuido - habitual - de metales y viento ). Dirigió con intensidad el maestro Pons que no es santo de mi devoción, pero debo reconocer que en este CELLINI ha trabajado bastante y creo ha sido su más correcta dirección, sin ahogar a los cantantes ( salvo los que se ahogado solitos, porque no saben o no pueden más)
La producción ya está bastante dicho, todo un gran espectáculo, entre circense, comedia dell'arte, gran montaje cinematográfico, etc... nada que decir como tal y como colorido y con muy notables y trabajados movimientos escénicos . Pero claro, trasladado a la ópera berliozana, pues decir que con tanto personaje y tanto comparsa por el escenario, los cantantes principales se perdían a veces entre la maraña humana y se producen distracciones que a veces, no dejan seguir bien la partitura ( quizás algún gag es innecesario - como la de retratar a un Papa Clemmente VII algo a lo buffo , algún exceso de ruido con tanto cambio de escena y vistas )
En cuanto a las voces, yo destacaría basicamente a un muy notable John Osborn que efectúa una excelente creación del rol titular ; el timbre no es especialmente bello, la emisión al principio sonaba demasiado nasal, pero este tenor lírico ligero es un buen especialista, conoce el estilo, está dotado de una enorme musicalidad y gusto, muestra matices y dominio de los reguladores tanto de los crescendos ( ayer estuvo bastante prudente en el registro agudo, sobre todo en su preciosa aria del último acto ) como de los diminuendos. Además fue quizás el único, al que se le entendía más o menos la dicción francesa
En segundo lugar, destacable también el Ascanio de Annalisa Stroppa, buena mezzo lírica con un timbre agraciado, expresividad vocal y dominio del instrumento sin ahogos
En plan ya casi sin interés vocal y apenas cumplidores Muraro como Balducci ( aunque con tendencia a estrangular el agudo) y Holland como Fieramosca
Halvfarson como Papa Clemente, parlando más que cantando y mostrando una apreciable decadencia vocal ( pensar que servidor lo vio hace casi 18 años en un gran Inquisidor deL DON CARLOS francés que dirigió Pappano en el Chatelet, con un joven y gran Alagna, más la Meier, etc...)
Y me dejo para último lugar la decepcionante y deficiente Thérese que trató de cantar la mini soprano ( por decir algo ) de la tal Katryn Lewek.
Escénicamente bien, pero ¿ en lo vocal? empezó cantando con su voz escasísima de volumen ( quizás en el Teatro de Sarriá, para 100/150 espectadores, se la hubiese escuchado bien ), pero a medida que la orquesta incrementaba algo el volumen, a la sopranito citada, solo se le escuchaban sus agudos gritados y con el sonido fijado, sin liberar casi nunca su instrumento bastante caprino y corto, además de desafinaciones y notas caladas.
Enfín, al final fue muy aplaudida - supongo que especialmente por ese público más atraído en Gilliam que en Berlioz -, a mi incluso se me escapó un..buuh.. En resumen, fuera di rolo