Vaya vaya, no se conecta uno al foro una semana y ¡lo que se encuentra a la vuelta!
Querido Herr Tunner: ¡Chapeau!
Como le respondí a su breve comentario inicial nada mal salir del "Festpielehaus", "Welcome to Baureuth". Me alegro mucho de que por fin haya podido ver el Tristan a CT, no como cuando nos canceló en Viena en 2003 y de que su primera experiencia en la colina verde haya sido mejor que la mía. Igualmente que el CT que ustedes han visto haya sido mejor que el del Anillo del 2010 donde simultaneamos el que usted menciona en el 3er acto de Walquiria, en todo Sigfrido y en los pasajes orquestales del Ocaso, con el Thielemann ramplón y caprichoso del Oro, el primer acto de Walquiria y todo el primer acto del Ocaso.
De su excelente crítica me quedo con la frase final y sobre todo su corolario:
Carl Tunner escribió:
Terminé cada acto con dolor de estómago y la ópera conmocionado. Una noche inolvidable, de ésas que sólo la ópera puede deparar y que no cambio por nada en la vida y miren que la vida está llena de maravillas.
Ni la mejor de las "mesas camillas" pueden superar lo que se siente en un teatro el día que (casi) todo sale bien. Y no me refiero solo a nivel musical, que también. A todo lo demás. Escénico, mitómano, gastronómico y a esas "primeras veces" tan especiales en escenarios como Bayreuth, Glyndebourne, Wexford, Pésaro o cualquiera de los grandes tipo MET, Bayerische o Staatsoper.
Felicidades de nuevo a los 2