FRANKFURT,OPER, 18-4-15 MURDER IN THE CATHEDRAL (ASSASSINIO NELLA CATTEDRALE, Ildebrando Pizzetti) John Tomlinson (Thomas Becket), Britta Stallmeister (primera corifea). Dirección musical: Karsten Januschke . Director de escena: Keith Warner
Con libreto del propio compositor se estrenó en 1958 en el Teatro alla Scala (con Nicola Rossi Lemeni y Leyla Gencer en el elenco) “Assassinio nella Cattedrale” del parmesano Ildebrando Pizzetti basado en el drama de T. S. Elliot que relata, a su vez, el asesinato el 29 de diciembre de 1170 del arzobispo de Canterbury Thomas Becket por orden del Rey Enrique II de Inglaterra. Obra casi imposible de ver hoy día como sucede con las demás de este músico: Lo Straniero, Fedra, Il calzare d’Argento, Clitemnestra… Por tanto, toda una oportunidad la que brindaba la Opera de Frankfurt al ofrecer en un fin de semana (en realidad, dos, porque el próximo también se da la misma combinación) con esta obra y la magnífica Euryanthe de Weber.
La monumental construcción polifónica y elaborada orquestación de la obra no pudieron tener mejores traductores que la magnífica Frankfurter Opern-und Museumsorchester y el coro de la casa, bajo la talentosa dirección del joven Karsten Januschke. Actual Kapellmeister de la casa, ha sido asistente de Maestros como Ozawa, Petrenko y Thielemann. Impecable la precisión, sentido de la organización, claridad en la exposición de planos sonoros, refinamiento tímbrico y contrastes dinámicos de la interpretación de este joven músico. Un nombre a tener en cuenta.
El protagonista absoluto de esta ópera es el arzobispo Thomas Becket que encarna el enfrentamiento Iglesia-poder espiritual con el poder político o temporal que personifica el Rey Enrique II, del que fue antiguo amigo y hasta Lord Canciller. La obra se ofreció en versión inglesa, lo que facilitaba la interpretación del muy veterano John Tomlinson en una obra en que es tan importante la fusión de texto y música. Imponente aún el material del bajo inglés de 68 años de edad. Apabullante el volumen y la rotundidad de centro y grave. Daba igual que cantara a la mitad que al fondo del escenario, porque su sonido llenaba el teatro y dejaba como pígmeos vocales al resto del elenco. El timbre lógicamente suena gastado y la franja aguda que nunca estuvo técnicamente solucionada, resulta casi imposible con sonidos apretadísimos, calantes y emitidos a la buena de Dios. Nunca fue Tomlinson un cantante santo de mi devoción, pero sus cualidades actorales y dramáticas han sido indiscutibles y buena muestra de ello dio en su entregadísima y agotadora interpretación del hombre que decide el camino del martirio en su enfrentamiento con el Rey de Inglaterra. Una gran labor la suya que merece un reconocimiento, por realizarse, además, en una obra que casi no se representa y que merece mejor suerte.
La producción contenía alguna memez y elemento discutible, pero globalmente es aceptable y sirve para seguir la obra, además de respetar la esencia de la misma.
_________________ "El canto como la belleza que se convierte en verdad" (Friedrich Schiller)
Última edición por Carl Tunner el 23 Abr 2015 14:40, editado 1 vez en total
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